Académicos cuestionaron tomas, marchas y paros de la U. de Chile
Un grupo de 23 docentes de la Universidad de Chile presentó un documento en el cual cuestionan las tomas, paros y marchas protagonizados por los estudiantes de la casa de estudios.
Un grupo de 23 profesores de la Universidad de Chile presentaron un documento dirigida a toda la comunidad universitaria en el cual cuestionan cualquier tipo de violencia al interior de la casa de estudios o protagonizada por sus alumnos durante las movilizaciones estudiantiles.
En la misiva, reproducida por Cooperativa, señalan que “los valores básicos de una comunidad universitaria se preservan con una conducta cívica elemental y un respeto por las opiniones diferentes a las de uno. Y se destruyen con el uso de la fuerza”.
Los académicos recalcan que “la única fuerza aceptable entre nosotros es la fuerza de la razón. La libertad de las personas termina donde comienza a afectar la libertad de otras personas y, en particular, cuando comienza la violencia. La violencia, condenable en cualquier manifestación y no sólo en la de Carabineros, campea en nuestra Universidad”.
Así, ponen de ejemplo las tomas “que son violentas e ilegales y colocan de hecho a los que participan en ellas fuera de la Universidad. Dichos recintos pertenecen a todos y no a grupos particulares. Tampoco entendemos qué relación puede haber entre la defensa de la educación y la presencia de encapuchados violentos, muchos de ellos ajenos a la Universidad, dentro de la Casa Central en toma”.
Para los profesores, los paros también son una forma de violencia, ya que “vulneran el derecho a la educación que nuestros alumnos tienen por el sólo hecho de haber ingresado a nuestra Universidad. No existe votación que conculque este derecho. Aunque sea una minoría la que desea seguir con sus estudios, su derecho a hacerlo no puede ser vulnerado ni siquiera por una mayoría”.
“Quienes deciden no venir a clases para plegarse a movilizaciones tienen el legítimo derecho a no asistir. Pero no pueden arrogarse el derecho de impedir que otros, aunque sean minoría, asistan y que los profesores cumplan sus obligaciones”, señalan los académicos.
“Las marchas por la educación muchas veces terminan en actos de violencia contra la integridad física de las personas y la propiedad que son totalmente incoherentes con su objetivo. Hacemos un llamado a las máximas autoridades de la Universidad y a los estudiantes movilizados a condenar estos actos de violencia“, indicaron los profesores.
“Propiciamos todas las instancias donde prevalezca el debate y la fuerza de la razón para discutir los méritos de las propuestas estudiantiles. En estos momentos, por lo tanto, lo que está en juego es definir qué medios son aceptables y cuáles están reñidos con los principios básicos de una universidad. Los fines nunca han justificado los medios”, sentencia el documento. .