Chile: Identifican áreas cinco marinas que es necesario proteger
El Convenio sobre Diversidad Biológica, que definió 21 áreas del Pacífico Oriental que cumplen con los criterios científicos para ser calificadas como ecológica y biológicamente significativas, es el primer acuerdo para abordar los aspectos de la diversidad biológica.
Ya está disponible el informe de la Secretaría del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) que identifica y describe un total de 21 áreas del Pacífico Oriental que cumplen con los criterios científicos de CBD para ser calificadas como ecológica y biológicamente significativas. En total abarcan una superficie cercana a los 8,3 millones de kilómetros. Dicho reporte es el principal resultado del taller regional realizado recientemente en Puerto Ayora (Galápagos).
Cabe subrayar que cinco de estas áreas incumben a Chile, ya que se encuentran en sus aguas jurisdiccionales o en la alta mar adyacente a ellas, mostrando así a grosso modo dónde deben ser puestas las prioridades y esfuerzos para la conservación de la biodiversidad marina en Chile y en toda la costa Pacífica de Latinoamérica.
Entre las áreas identificadas como relevantes se encuentra, de norte a sur, la alta mar de las cordilleras submarinas de Nazca y Salas y Gómez frente al sur de Perú y norte de Chile; el sistema de surgencia de la Corriente de Humboldt en el norte de Chile (entre 21°S y 24°S); el sistema de surgencia de la Corriente de Humboldt en Chile central (entre 29°S y 31°S); el sistema de surgencia de la Corriente de Humboldt en el sur de Chile (entre 30°S y 40°S); y, la zona de convergencia de la Deriva del Oeste, más conocida como Ecorregión Chiloense (entre 41.5°S y 47°S), principal área de alimentación y crianza de la población de ballena azul (Balaenoptera musculus) en el Pacífico Sur.
En el taller de trabajo participaron expertos de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Estados Unidos, Francia y Reino Unido. La ONG ambientalista World Wildlife Fund (WWF) estuvo presente y fue representada por Mauricio Gálvez, Coordinador Regional de Pesquerías para el Cono Sur y Eliécer Cruz, Director Ecorregional para las islas Galápagos.
El Convenio sobre Diversidad Biológica, más conocido como CBD, es el primer acuerdo global cabal para abordar todos los aspectos de la diversidad biológica; esto es, recursos genéticos, especies y ecosistemas, tanto marinos como terrestres, y el primero en reconocer que la conservación de la diversidad biológica es “una preocupación común de la humanidad”, y una parte integral del proceso de desarrollo. La mayoría de las naciones del planeta son parte de este acuerdo, y por cierto todos los Estados de Latinoamérica.
Tras varios años de consultas y reuniones de expertos, en 2008, la Novena Conferencia de las Partes (COP) del CBD, adoptó un conjunto de siete criterios científicos para identificar Áreas Ecológica y Biológicamente Significativas (EBSAs en inglés) en los ambientes marinos globales. Posteriormente, la COP 10 requirió a la Secretaría Ejecutiva de la CBD trabajar con las partes, otros gobiernos y organizaciones, para realizar una serie de talleres de trabajo regionales cuyo objetivo principal es facilitar la identificación y descripción de EBSAs, como un instrumento de apoyo a la gestión y conservación de los ecosistemas marinos globales por parte de las organizaciones competentes y los Estados. Uno de estos talleres de trabajo es el que se llevó a cabo en Puerto Ayora, Galápagos.
“Durante la próxima reunión del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico de la CBD corresponderá a los países de Latinoamérica endosar y ratificar este informe, para que así la Conferencia de las Partes de la CBD las incorpore a su portafolio y efectúe las recomendaciones necesarias a los organismos internacionales pertinentes y a los países” indicó Mauricio Gálvez.
Igualmente, Eliécer Cruz, Director Ecorregional de WWF para las Islas Galápagos, manifestó que “se ha hecho un extraordinario trabajo en identificar estas áreas significativas para la biodiversidad marina de la región, sin embargo, este es un primer paso y futuras acciones deben tener presente que en alguna de ellas se desarrollan importantes actividades, entre ellas las pesqueras, que requieren de un tratamiento especial para que los usos que actualmente se realizan sean sustentables”.
Entre otras buenas noticias, el informe expresa que el gobierno de Chile, en conjunto con la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS), explorará la posibilidad de patrocinar un segundo taller de trabajo para identificar áreas que cumplan con los criterios EBSA en la región Sub-Antártica.