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25 de Julio de 2013

Otro sacerdote Misioneros de San Francisco de Sales es declarado culpable de abusos a un menor de edad

El religioso, de la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales, fue acusado en mayo de 2012. Tiene un plazo de 60 días hábiles para interponer un recurso contra la decisión eclesiástica.

Por Redacción
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Un sacerdote de la Congregación Misioneros de San Francisco de Sales fue encontrado culpable de abusos a un menor de edad, denuncia presentada en su contra en mayo de 2012.

Así lo confirmó el Arzobispado de Santiago a través de un comunicado, donde señalan que “en mayo de 2012 el Dicasterio para la Doctrina de la Fe encargó al Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, instruir un proceso administrativo penal contra el P. Roberto Salazar Soto, M.S.F.S., sacerdote de la congregación de los Misioneros de San Francisco de Sales, acusado de abuso a menor de edad, cuya investigación previa había realizado la Congregación sobre la base de antecedentes proporcionados por el Arzobispado de Santiago”.

Luego de realizado el proceso administrativo penal, ” y conforme a lo establecido en el Código Derecho Canónico y en las normas de la Santa Sede sobre los delitos más graves, el sacerdote Salazar ha sido declarado culpable“, agrega el texto.

“Se ha decretado al padre Salazar la pena perpetua de dimisión del estado clerical y de dimisión del Instituto religioso al que pertenece”, detalla el comunicado.

El respectivo decreto fue firmado el 17 de julio de 2013. Salazar puede interponer un recurso contra este decreto ante la Congregación para la Doctrina de la Fe “en un plazo de 60 días hábiles desde la notificación realizada”.

En mayo de este este año ya había sido declarado culpable otro sacerdote de la misma congregación, Héctor Valdés Valdés.

 

¿En qué consiste la dimisión del estado clerical?

Según el canonista P. Nikolaus Schöch, “la dimisión del estado clerical significa la pérdida del estado clerical, el sacerdote sigue siendo sacerdote para siempre porque el sacerdocio es un sacramento que imprime carácter pero pierde el estatus de ‘estado clerical’ y con ello pierde todos sus derechos y obligaciones como clérigo y pasa a vivir como un laico en la Iglesia”.

“La pérdida del estado clerical es definitiva”, agrega el religioso, si bien el sacerdote afectado por esta medida podría eventualmente administrar algún sacramento, “pero únicamente en caso grave de peligro de muerte, por ejemplo en el sacramento de la Reconciliación, puede perdonar los pecados de un moribundo“, consigna el Centro Católico Multimedial.

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