Chile, "el peor país para los derechos de la mujer", dice revista Salon

“¿Piensa que Chile es un país emergente? Sus políticas e historias sobre temas de salud de la mujer lo asustarán“. Así de tajante es la visión de la periodista norteamericana Erica Hellerstein sobre el debate en torno al aborto en nuestro país, reavivado tras el caso de la niña de 11 años embarazada por la pareja de su madre.

En un reciente artículo suyo para la revista Salon, Hellerstein utiliza el caso de Belén (y las declaraciones del Presidente Sebastián Piñera sobre el particular) como punto de partida a la discusión. “La historia de Belén ha vuelto a encender el debate sobre el aborto en Chile, uno de los países más prósperos de América Latina, con algunas de las leyes de aborto más restrictivas del mundo. Tanto abogados como profesionales de la salud afirman que la ley debe ser cambiada para legalizar el aborto en caso de violación y cuando la salud de la mujer esté en riesgo, ambos casos ejemplificados en la situación de Belén”, sostiene la periodista.

“Su caso revive un problema que ha sido largamente ignorado en la política chilena, y ha obligado a los círculos de activistas a tomar el asunto en sus propias manos. Una de estas organizaciones es una controversial línea directa de teléfono que ofrece a las mujeres información médica sobre la píldora misoprostol (…) El trabajo de la línea telefónica es polarizado y peligroso. Operan en un área frágil, legalmente gris: técnicamente, su trabajo es legal, pero sólo si se adhieren a un estricto conjunto de reglas”, agrega el texto.

“No siempre ha sido así en Chile. Entre 1931 y 1989, el aborto terapéutico, o la interrupción del embarazo para salvar la vida de la mujer, era legal. Pero eso cambió en 1989, cuando el general Augusto Pinochet criminalizó todo tipo de aborto poco antes del fin de su dictadura de 17 años. Ahora, es uno de los seis países en el mundo donde el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia. Los otros son Nicaragua, El Salvador, Malta, la República Dominicana y el Vaticano.

“El Gobierno de Chile no recopila estadísticas sobre el aborto, pero un estudio realizado en 1994 por el Instituto Guttmacher, una organización sin fines de lucro enfocada en la salud reproductiva, estima que el número anual de abortos clandestinos se acercaba a los 160.000. Otras aproximaciones van desde 60.000 a 200.000 por año.”

“La publicidad sobre estas historias atroces, donde la política chilena es tan diferente de la norma, incluso en los países más conservadores, puede parecer una amenaza para la imagen de Chile como un país emergente y económicamente desarrollados”.

En los últimos años, los países vecinos de Argentina y Uruguay se han aliviado las restricciones al aborto. Pero Chile es diferente, dicen las voluntarias de la línea de información telefónica. “Será necesarias varias generaciones antes de que sea legal aquí”, dijo una voluntaria llamada Carolina. “No es una cuestión de izquierda o derecha … El sistema político tiene que renovarse para cambiar la situación del aborto.”