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7 de Agosto de 2013

Fukushima: Central vierte 300 toneladas de agua radiactiva y gobierno japones dice que intervendrá

El primer ministro nipón, Shinzo Abe, dijo que "estabilizar la central de Fukushima es nuestra prioridad. En concreto, el agua contaminada representa un problema urgente que genera mucha inquietud en la población". Optarán por congelar el suelo.

Por EFE
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El gobierno de Japón admitió este miércoles que la planta nuclear de Fukushima vierte -a diario- cerca de 300 toneladas de agua radiactiva al mar, cuestión que calificó como un  “problema urgente”, por lo que se comprometió a contener el vertido con medidas “rápidas y eficaces”, entre las que destaca la congelación del suelo.

“Estabilizar la central de Fukushima es nuestra prioridad. En concreto, el agua contaminada representa un problema urgente que genera mucha inquietud en la población”, aseguró el primer ministro, Shinzo Abe, en declaraciones recogidas por la cadena nipona NHK.

Actualmente, la gran preocupación de los cerca de 3.500 empleados que trabajan a diario para poner fin a la crisis nuclear es la ingente cantidad de agua contaminada que se acumula en los sótanos de los dañados edificios que albergan los reactores atómicos, aislados por la radiactividad tras el devastador tsunami de 2011.

El agua contaminada, que se acumula en cerca de 1.000 tanques dispuestos a lo largo de todo el complejo nuclear, y de la que una parte se usa para enfriar los reactores, se incrementa a diario por las cerca de 400 toneladas de agua subterránea que, proveniente de las montañas, se cuelan en los sótanos y se mezclan con el líquido tóxico.

A pesar de que el pasado 23 de julio se descartó que se hubieran producido filtraciones al mar, el operador de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), admitió por primera vez haber detectado trazas de contaminación de ese agua en el mar.

No obstante, un funcionario del Gobierno advirtió hoy de que la mayor parte de ese agua contaminada vertida al mar se limita a las zonas cercanas a la central, cuyo puerto se encuentra aislado del Océano Pacífico por los rompeolas y diques que protegen la planta.

Ante la gravedad del problema, y con los tanques contenedores al límite de su capacidad (unas 300.000 toneladas de agua), la eléctrica ha apostado por construir unas barreras subterráneas a través de un proceso de congelación del suelo y ha comenzado, a principios de esta semana, a bombear agua del subsuelo.

Congelando el suelo

No existe un precedente en el mundo sobre construir a gran escala un muro aislante al agua a través de congelar el suelo”, detalló hoy el ministro portavoz, Yoshihide Suga.

Para poder congelar el subsuelo, TEPCO instalará tuberías con refrigerante entre los edificios de los cuatro reactores afectados por el tsunami, para crear una zona de contención de aproximadamente 1,4 kilómetros de largo.

“Para realizarlo, creo que el Gobierno tiene que dar un paso adelante”, añadió Suga, en un proyecto con el que esperan reducir de las 300 toneladas radiactivas vertidas a diario al mar, hasta cerca de 60.

En este sentido, Abe dio hoy la orden a su ministro de Industria, Toshimitsu Motegi, de elaborar un plan para asistir a TEPCO en su lucha para lidiar con las fugas de agua contaminada de la planta.

Bajo esta premisa, el Ejecutivo, que controla ambas Cámaras, pedirá a la Dieta (Parlamento) desviar una partida del presupuesto del próximo ejercicio fiscal para financiar el complejo proyecto de congelación del suelo.

Mientras, el agua subterránea continúa incrementando sus índices de radiación y las muestras recientes muestran lecturas hasta 47 veces mayores que las extraídas hace apenas cinco días.

En concreto, el operador de Fukushima ha detectado muestras con cerca de 56.000 becquereles por litro de sustancias radiactivas, entre ellas estroncio, en el agua subterránea analizada.

Tras llevar los reactores a parada fría en diciembre de 2011, la prioridad de TEPCO en su hoja de ruta es la de controlar el agua radiactiva acumulada bajo las unidades e iniciar, a finales de este año, la retirada del combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, como paso previo a la retirada de sus barras.

En su camino para desmantelar la central, un proceso que se prolongará durante cerca de 40 años, a medio y largo plazo TEPCO deberá también acometer la descontaminación de las poblaciones evacuadas por alta radiación y elaborar un proceso para tratar los desechos radiactivos

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