Boliviano de 123 años revela su secreto de salud: Consumir quinoa, hongos y hojas de coca
Debido a que la localidad de Frasquia empezó a emitir certificados de nacimiento recién en 1940, no es imposible verificar su edad; sin embargo, el indígena y agricultor, Carmelo Flores, exhibe un certificado de bautismo que data de 1890. Dice que "sólo Dios sabe. Él me dirá si moriré o seguiré viviendo”.
Carmelo Flores, un indígena y granjero de Frasquia (Bolivia) podría ser la persona más vieja con vida. Un logro que ha conseguido gracias al consumo de granos de quinoa, hongos silvestres y hojas de coca. Flores dice que esta dieta tradicional andina lo ha mantenido vivo por 123 años.
“La papa con quinoa es deliciosa”, apunta Flores en Aymara, el único lenguaje que habla. Debido a que Frasquia empezó a emitir certificados de nacimiento recién en 1940, no es imposible verificar su edad; sin embargo el anciano exhibe un certificado de bautismo que data de 1890.
El registro civil de Bolivia dice estar revisando la validez de este documento, mientras tanto sus vecinos, familia y amigos ya celebran su longevidad y ya planean entregarle el título de “Patrimonio viviente de la humanidad” a fines de mes.
Flores vive en una cabaña a 4.000 metros de altura, pero aún es capaz de realizar caminatas diarias con sus huaraches (chalas) de llanta reciclada. El resto del tiempo se sienta sobre una frazada a ver la vida del pueblo pasar y masticar hojas de coca.
Cabe recordar que el título del ser humano más viejo del mundo pertenece a Jeanne Calment de Francia, que murió a la edad de 122 años en 1997, según los responsable del Libro de récords de Guinness. Reuters intentó comunicarse por Guinness por el caso de Flores pero no recibió respuesta.
“No sé cuanto tiempo viviré”, apunta Carmelo. “Sólo Dios sabe. Él me dirá si moriré o seguiré viviendo”.