Trabajadores de ALMA en huelga amenazan con endurecer sus posiciones
El Observatorio, que fue inaugurado oficialmente por el presidente de Chile el pasado marzo, demandó varios años de trabajo y una inversión de 1.500 millones de dólares en su instalación.
Los trabajadores de ALMA, el mayor radiotelescopio del mundo, que este jueves iniciaron una huelga en demanda de mejoras salariales, amenazaron hoy con endurecer el movimiento si no son escuchados por su empleador.
“Pareciera ser que solamente la presión es lo que puede hacer entrar en razón al empleador”, dijo a Cooperativa Víctor González, presidente del sindicato al que pertenecen los 195 trabajadores que siguen la huelga.
Los trabajadores, que piden un 15 % de aumento de salarios y un aumento de beneficios adicionales, se mantienen apostados en las oficinas de ALMA en Santiago y en el mismo observatorio, situado a 5.000 metro de altitud en el desierto de Atacama, en el Llano de Chajnantor, que en “kunza”, la lengua de los antiguos atacameños, significa “lugar de despegue”.
La huelga se inició tras no llegarse a un acuerdo en las negociaciones iniciadas el pasado julio entre el sindicato de trabajadores y su empleador legal, el consorcio estadounidense Associated Universities Inc (AUI).
Tras más de 24 horas de paralización, no se ha producido ningún acercamiento con el mencionado consorcio, dijo González, que subrayó que los trabajadores “no quieren más plazos” y que si no hay soluciones “en las próximas horas se radicalizará el movimiento”.
“Se ve complicado, se tendrán que buscar otras formas de ejercer mayor presión al empleador (…). Lamentablemente en esta etapa de la negociación pareciera ser que solamente la presión es lo que puede hacer entrar en razón al empleador”, manifestó el dirigente sindical.
El jueves, la empresa manifestó en un comunicado que mantiene la confianza en que podrán superar esta movilización y llegar a un acuerdo.
Al mismo tiempo, anunció la puesta en marcha de “un plan de contingencia” para mantener el observatorio funcionando “en forma básica”.
El Observatorio, que fue inaugurado oficialmente por el presidente de Chile el pasado marzo, demandó varios años de trabajo y una inversión de 1.500 millones de dólares en su instalación.
En el proyecto se agrupan 20 países, procedentes de América, Europa y Asia.