Empresas Eléctricas preocupadas ante posible fracasado de licitación de suministro de energía
A juicio de Rodrigo Castillo, líder de la Asociación de Empresas Eléctricas. "existe un fundado temor de que este problema de costo de oportunidad pueda afectar el resultado de la próxima licitación. La información es que no hay un total interés".
Las distribuidoras eléctricas no ocultan su preocupación ante la licitación de suministro 2013-2024 que involucra alrededor del 8% de la demanda de energía de los clientes regulados (hogares y comercio).
Y es que la Asociación de Empresas Eléctricas, gremio que agrupa a las distribuidoras y transmisoras, recibió una carta de la Comisión de Energía (CNE) en la que se les informó la decisión de aplazar desde el 24 de septiembre al 20 de noviembre la fecha que tienen las generadoras para presentar sus ofertas. La misiva fue vista como “una señal de alerta” por las distribuidoras, que ven en la postergación una forma de ganar tiempo para lograr que las eléctricas se interesen.
A juicio del director del gremio eléctrico, Rodrigo Castillo, está es la primera vez que las distribuidoras están inquietas por el desarrollo del proceso y su eventual resultado. “Nos preocupa que la próxima licitación de suministro de energía fracase”, advirtió en diálogo con La Tercera.
De hecho, agregó que existe una alta probabilidad de que no logren licitar toda la energía (unos 46 mil GWh para el período).
Las preocupaciones y propuestas
Según Castillo, los contactos mantenidos con las generadoras y en las licitaciones que algunas distribuidoras realizaron en el último tiempo ha quedado en evidencia el poco interés que tienen en participar. “Como es sabido, hemos estado haciendo intentos de comprar energía a precios del orden de US$ 130 MWh y no hemos tenido ofertas”, agrega.
A las generadoras que tienen energía disponible no les resultan atractivos esos precios, agrega el dirigente. Esto, a raíz de que pueden vender la energía en el mercado a clientes libres al costo marginal, que promedia US$ 190 MWh en el año.
Ese nivel también supera el techo de US$ 129 MWh de la licitación que impulsa el gobierno. “Existe un fundado temor de que este problema de costo de oportunidad pueda afectar el resultado de la próxima licitación. La información es que no hay un total interés”, agrega.
Rodrigo Castillo apunta que el techo fijado para la licitación tampoco se puede subir, considerando que hoy los hogares pagan valores de US$ 80 por MWh. Desde su óptica, lo ideal es adjudicar la energía a los costos de largo plazo que tienen las tecnologías de generación. De esta forma, la de una central a carbón ronda los US$ 90 MWh, y de GNL los US$ 100 MWh. De ahí que, también considere que la autoridad no debe ligar las licitaciones al costo marginal, como plantean algunas generadoras.
Para el timonel de la Asociación de Empresas Eléctricas, además del costo de oportunidad hay otro problema: “No tenemos la entrada de nuevas centrales en forma fluida. Por el contrario, tienen problemas para ser desarrolladas en el país”.
Resulta complicado para un nuevo actor participar en las licitaciones, porque no sabe si su central operará para cumplir con el suministro. “El modelo de licitación tiene una falencia estructural. No considera la judicialización de las iniciativas de generación, los problemas con las comunidades, lo que hace que la competencia sea mucho menor”, apunta.
Castillo subraya que las distribuidoras están preocupadas, porque si las licitaciones no se cubren, quedarán demandas sin contratos, lo que las deja en una situación de incertidumbre y no tienen cómo cubrir sus riesgos. Además, la actual situación puede afectar otras dos licitaciones que se realizarán. Una de ellas definirá el 50% de la cuenta de la luz a partir de 2019.
De ahí que el dirigente, proponga flexibilizar los bloques de suministro, que consideren tamaños de los oferentes y tipos de energías que se licitan. También permitir que las licitaciones se hagan con más tiempo y que se esclarezca el tratamiento jurídico que se dará a la energía sin contrato, desde la valorización hasta la responsabilidad de las distribuidoras.