Los antecedentes que vinculan al diputado Rosauro Martínez (RN) con la DINA
Además de los cuestionamientos por el asesinato de los miristas en Neltume, hoy aparecen otros antecedentes que implican al diputado RN con la DINA. Mientras él niega su participación de este organismo, el libro El despertar de los cuervos revela la relación del parlamentario con en este aparato represor.
Rosauro Martínez (63) está casado con Bárbara Ramírez y es padre de cuatro hijos: Bárbara, Nicolás, Cristóbal y Rosauro. Su reseña bibliográfica del Parlamento dice que nació en Chillán, que se ha dedicado a las actividades agrícolas y políticas. Diputado RN por el Distrito 41 de la Región de Bío bío desde 1994 y que a la fecha lleva cinco periodos consecutivos. Entre 1989 y 1992 fue alcalde de la municipalidad de Chillán. En la prensa, se le describe como un hombre de campo que cursó la enseñanza básica en el Colegio seminario de Chillán y que continuó la media en la Escuela Militar. Formación estricta, que hoy no lo relaciona sólo con la milicia, sino también con la DINA. Otra vez su pasado lo escudriña y ya no es sólo el asesinato de los miristas en Neltume.
En junio de este año, el diputado independiente René Alinco emplazó al parlamentario Renovación Nacional a asumir su responsabilidad en los hechos en plena sesión de la Cámara. “Sentado junto a nosotros, hay un diputado cómplice y encubridor de asesinatos de tres compañeros del MIR y no decimos nada, me refiero al diputado Rosauro Martínez”, dijo en una declaración que casi terminó a los golpes.
No era la primera vez que lo apuntaban con el dedo, en otra ocasión, y en un diario del sur, el médico Pedro Cardyn -ex MIR sobreviviente de Neltume- denunció a Martínez Labbé como el capitán al mando de la cuadrilla militar que terminó con la vida de sus compañeros en la denominada “Operación contraguerrilla machete”.
Cardyn se refería a el día en que el comandante Rosauro, llegó hasta el hogar de Floridema Jaramillo y ordenó a sus hombres rodear la pequeña casa de madera. Adentro dormían Eugenio Monsalve Sandoval, Próspero Guzmán Soto y Patricio Calfuquir Henríquez.
Era el 20 de septiembre de 1981, el destacamento de Tropas Especiales de la Compañía de Comandos N°8 de Valdivia a su mando llegó hasta el lugar sin ser advertidos, silenciosos. Algunos agentes de la Unidad Antiterrorista (UAT) de la CNI, respaldaron la operación, al mando de del teniente del Ejército Conrado García Gaier. Junto a ellos estaba también el capitán de Ejército Enrique Sandoval Arancibia, jefe de Brigada en el cuartel Borgoño de Santiago, grupo a cargo de exterminar al MIR.
Esa mañana, dispararon con fusiles automáticos, Patricio Calfuquir y Próspero Guzmán murieron sólo en segundos. Eugenio Sandoval, quedó herido y alcanzó a escapar por una ventana. Fue alcanzado a los pocos metros y le dispararon en la cabeza.
Por esos hechos, el parlamentario respondió que eso tenía relación a un proceso en el cual estaba siendo investigado. “No existe ningún pronunciamiento definitivo (…) una resolución judicial me desliga de toda responsabilidad de los hechos donde se me pretende involucrar”.
Pero el diputado, se topó con otra piedra en el camino, una nueva información que lo relaciona con la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Estos antecedentes fueron publicadas en el libro El despertar de los cuervos (Ceibo Ediciones) del periodista Javier Rebolledo. Se cita que “El 11 de mayo de 1977 otro agente de Mulchén, perteneciente al núcleo de Contreras, recibió una felicitación de parte de sus superiores. Era nada menos que el diputado Rosauro Martínez Labbé y el texto dice: ‘Condiciones de mando e iniciativa. Felicitación: fue felicitado por la orden del día de la unidad. Por las excepcionales condiciones de mando y por su especial condición de saber motivar oportunamente a sus subordinados y obtener sus mejores rendimientos en aras de los cumplimientos de la misión recibida”. Esta calificación abarca el primero de agosto de 1976 al 31 de julio de 1977. Su firma aparece junto a la de Manuel Contreras. Luego, en 1978, fue Jaime Lepe Orellana, involucrado en el caso de Carmelo Soria, quien firmó su hoja de vida.
El parlamentario, al ser consultado por El Dínamo por estos nuevos antecedentes, negó toda participación en la DINA o algún tipo de formación en el recinto de Tejas Verdes. “Nunca he pertenecido a la DINA, ese señor está equivocado, no conozco el libro, pero nunca he pertenecido a la DINA”
Al mencionarle la fecha de su hoja de vida y que aparece su firma, respondió: “Él está equivocado, déjame ver el documento…No lo conozco no tiene ningún antecedente sobre esto y sobre el resto (refiriéndose al caso de los miristas asesinados) todo está en manos de la justicia(…) Esta es una situación, política, pueden haber muchas intenciones, no tengo nada que hablar de ellos, esto está en manos de la justicia”, repitió, para referirse también a los parlamentarios Hugo Gutiérrez y René Alinco.
“Para mí es gravísimo que le mienta a todo el país, primero le mintió a la agencia internacional EFE y hoy sigue mintiendo, su hoja de vida es información del Ejército, no puede negar que su firma aparece al lado de la de Manuel Contreras. Lo reto a que muestre su hoja de vida y que diga que no aparece en la DINA, eso imposible, no lo va a poder hacer, tendría que falsear información correspondiente en la misma fecha…”, aclara el periodista Javier Rebolledo.
Las acusaciones y el desafuero
Hace cinco años, ya a había aparecido su posible vinculación a este siniestro organismo de represión, debido a que en el 2008, el Ejército entregó a Alejandro Solís, Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, una lista con 1.097 agentes de la DINA, allí se registra el nombre del parlamentario. Pese a esas acusaciones, en el año 2009 y como candidato de Coalición por el cambio, Rosauro Martínez obtuvo el 31, 11% de los votos (42.385).
Tal como consta en el libro, cuatro años después, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, presentó una querella contra todos los agentes de la lista, incluido Martínez Labbé, quien en ese momento respondió, al igual que ahora. “Yo nunca fui agente de la DINA, aunque sí estuve destinado a la Comandancia en jefe del Ejército. Jamás he estado involucrado en nada con la DINA- Si mi nombre está en ese documento habría que preguntarle al Ejército qué misión cumplí en la DINA”. A diferencia, claro que en ese tiempo, no se ahondó más en el asunto porque no había más pruebas a la mano.
Eso hasta hoy, ya que la investigación de Ceibo, además de publicar esta hoja de vida institucional, señala que se habría formado como comando, igual que el ex alcalde Cristián Labbé. El 31 de enero de 1977 Rosauro Martínez fue despachado a la DINA desde la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue.
El encabezado de su hoja dice: “Dirección de Inteligencia Nacional DINA”. Al lado de su firma, en la calificación anual. La misma hoja también es evaluada por su superior, el coronel Juan Saldías Stappung, (en ese año secretario general de la DINA) y miembro de la sociedad Pedro Diet Lobos que financiaba operaciones criminales en exterior. Su oficial calificador directo fue el coronel Tarcisio Rosas Thomas, en ese tiempo comandante de brigada de la DINA y jefe de la seguridad de Augusto Pinochet, (a través de la brigada Mulchén).
Eduardo Contreras, abogado querellante por el asesinato de los tres miristas, comenta que en este momento lo más grave es que la Corte de Valdivia, según él, en un hecho insólito y dado a no entorpecer la campaña parlamentaria de Martínez- le concede cuatro meses a los abogados de Martínez para preparar su alegato. Para el abogado, el parlamentario se mueve en una impunidad que llama la atención.“Considero que la decisión de la Corte de Valdivia es una vergüenza para el Poder Judicial chileno. No vacilo en denunciar esa postergación burda como fraudulenta y corrupta, que apunta a salvaguardar una eventual reelección de un sujeto que es autor de un crimen de lesa humanidad…” espetó.