[Video] Ejecutivo de Banco Central es absuelto de la acusación de violación contra sus hijas
Enrique Orellana señaló tras conocer el dictamen que "esto no termina. Mis hijas siguen estando sometidas a una tortura de su madre", señalando que las menores han sufrido "un daño irreparable".
El Cuarto Tribunal Oral en Lo Penal entregó el veredicto final en el caso del ejecutivo del Banco Central Enrique Orellana, quien es acusado de violar a sus tres hijas entre 2009 y 2010, absolviéndolo de todos los cargos en su contra.
Cristián Soto, presidente del tribunal, leyó el dictamen de carácter inapelable señala que las pruebas presentadas por la parte querellante no pudieron acreditar los delitos imputados contra el ejecutivo.
El magistrado atribuyó las acusaciones de abuso sexual y violación contra Enrique Orellana apuntaron a comportamientos “erráticos” y “despecho” por parte de la madre de las menores, señalando que sus declaraciones fueron “dispersas y con un alto contenido emocional que parecieran provenir del quiebre matrimonial”, además de la “mellada credibilidad del relato de las niñas”.
Esta era la tercera vez que el suspendido gerente de Comunicación y Marketing de Política Monetaria del Banco Central enfrentaba la Justicia, luego que los dos primeros juicios en su contra fueran anulados.
Tras conocer el fallo a su favor, Orellana solo se limitó a declarar que “estoy recién tratando de digerir esto, solo quiero irme a mi casa” y que aún no determina si tomará acciones legales contra su ex mujer, Yamilé Caba.
“Esto no termina. Mis hijas siguen estando sometidas a una tortura de su madre. Durante los tres últimos años me pude acostar cada noche con mi conciencia tranquila. Ella no”, agregó.
“El daño que le hicieron a mis hijas es irreparable“, sentenció.
Por su parte, el abogado querellante Fernando Monsalve declaró que “este juicio lamentablemente partió desequilibrado tras el fallo de la Corte Suprema, el equilibrio no existía, por lo que era un poco esperable un fallo como éste”.
“Si bien sabemos que no existe un recurso de nulidad, existen otros recursos para insistir en la búsqueda de la justicia en el caso de las menores. Nos hemos encontrado lamentablemente que existe un tipo de justicia para el 90% de los ciudadanos y otra para los poderosos”, argumentó.
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Las 7 claves que en su momento condenaron a Enrique Orellana
Luego que se conociera la decisión de la Corte Suprema de anular el segundo juicio contra Enrique Orellana, el cual lo condenaba a una pena de 60 años de cárcel sin beneficios por la violación y abuso de sus tres hijas, Ciper Chile dio a conocer un reportaje en el cual señalaba las pruebas que apuntaban a la culpabilidad del ejecutivo del Banco Central, que hoy fue declarado absuelto de todo cargo.
Advertencias previas
Yamilé Caba presentó una querella por abuso sexual de sus tres hijas por parte de Enrique Orellana el 19 de agosto de 2010, ante el 4º Juzgado de Familia, luego que las menores dieran cuenta de conducta impropia por parte de su padre, de quien se encontraba separado desde hacia un año.
Pero existían antecedentes de que la mayor de las niñas estuviera siendo sometida a este tipo de abusos desde antes del quiebre matrimonial, ya que en 2006 fue derivada a una sicológa infantojuvenil por el sistemático maltrato y agresiones que sufría por parte de sus compañeros, donde se descubrió que sufría además de masturbación compulsiva.
A pesar de que la menor fue cambiada de colegio, prosiguió con su carácter retraído, sus caída en las notas, baja autoestima y masturbación.
Comportamiento de las menores
Cuando se inició el régimen de visitas por parte del padre en marzo de 2010, Caba comenzó a darse cuenta de extraños comportamientos en sus hijas, señalando que “S. llegaba callada y C. y P. muy violentas. En mayo empezaron las más chicas a hacerse pipí en la noche y hasta hoy es difícil hacerlas dormir; se pusieron agresivas y desordenadas, daban patadas. No entendía qué estaba pasando, llegaban agresivas y con pena; P. lloraba en su pieza, C. despertaba llorando y decía “¡no papá!” y lo mismo pasaba con S.”
Colegio sospecha de abusos
El Colegio Mariano citó el 17 de agosto del 2010 a la madre de S., en donde la directora Paulina Rodríguez le señaló del comportamiento de la niña tras llegar de las visitas a su padre, indicando que “le pregunté a la madre de las niñas si no le parecía raro esto y le dije que sospechaba que estaba siendo abusada. Cuando la madre escuchó esto se asombró y reaccionó incrédula”.
Los dichos de la directora fueron corroborados por la profesora jefa de la niña, quien apuntó que “una vez me comentó que no quería ir a la casa de su padre y que él no la había dejado llamar a su mamá para el Día de la Madre; en otra ocasión me dijo que estaba bien porque no había visto al papá, ese día estaba alegre”.
Informe del Servicio Médico Legal
Tras esto, las tres hijas fueron derivadas al Servicio Médico Legal para confirmar los eventuales abusos en su contra, pericia que estuvo a cargo de Enrique Roncone, ginecoobstetra especializado en pericias forenses ginecológicas, particularmente en el área infantojuvenil.
Roncone determinó que en el caso de la mayor de 10 años, “no estaba desflorada, pero sus lesiones anales sugerían penetración reiterada con objeto contuso”. Sobre el peritaje de la segunda menor, de 6 años, “concluí que al momento del examen no estaba desflorada, pero las lesiones en el ano eran sugerentes de penetración anal reiterada con objeto contuso”. Con respecto a la menor de las niñas, que en 2010 tenía 3 años, “concluí que no estaba desflorada, y que, por las lesiones en el ano, era sugerente de penetración anal reiterada con elemento contuso”.
Los relatos de las menores
Las tres menores prestaron declaración en condiciones especiales para entregar su versión de lo sucedido cuando visitaban a Enrique Orellana.
S.O.C.: “Cuando esto pasaba en la casa, yo dormía en un sillón-cama en el living, ocurría cuando yo estaba despierta pero no podía moverme, yo le decía que no lo hiciera pero él no decía nada (…) Cuando mi papá se subía encima sentía un fuerte dolor en el ano y ese mismo dolor lo sentía desde antes que empezara a visitar a mi papá“.
P.O.C.: “Me pasaba algo que no me gustaba porque mi papá me pegaba con un palo en el potito y me dolía (…) Me dolía el potito pero no me acuerdo por qué y me dolía porque me pegaba fuerte”
C.O.P.: “No me gustaba hacer nada con el papá porque era malo, nos hacía cosas malas, nos enterraba clavos en el poto y eso me dolía (…) Cuando el papá me metía el clavo en el potito me dolía siempre, no siempre, lo hizo solo una vez y cuando nos íbamos a su casa”.
Pericias sicológicas dan cuenta de relato “creíble y válido”
A petición de la fiscalía, las dos niñas menores -P.O.C. y C.O.C.- también fueron evaluadas por personal especializado del CAVAS, en 2010, cuando tenían 4 y 3 años respectivamente. El tratamiento reparatorio siguió hasta 2012.
La sicóloga Ana Bouquillar evaluó a la segunda de las hijas, quien entonces tenía 4 años. indicando que la menor “relacionaba el vínculo afectivo con elementos de la sexualidad”, no acorde a su edad. “Enlaza un recuerdo del padre con una conducta sexualizada”, concluyendo que “la niña presenta indicadores compatibles con experiencia de agresión sexual asociados al padre”.
La más pequeña fue diagnosticada por la sicóloga Carmen Escala Castro, cuando tenía 3 años y tres meses, en octubre de 2010. Los resultados fueron analizados por un equipo clínico compuesto por 11 profesionales, en reuniones semanales; y en una reunión ampliada de 24 profesionales. “Concluimos que había indicadores psicológicos compatibles con agresión sexual asociados por la niña al padre”, precisó.
Jueces: “No cabe duda razonable”
En vista de estas pruebas, los jueces Jeni Morales, Pedro Maldonado y Juan Carlos Urrutia condenaron en forma unánime a Enrique Orellana por el delito de violación reiterada “sin que exista ninguna duda razonable”.
En su argumentación sostienen que existe coincidencia en el relato de las tres niñas: “Hacen referencia a que la penetración les producía dolor; las tres sitúan las acciones en dos lugares físicos distintos”. Establecen que el delito ocurre en el periodo comprendido entre la separación en 2009 y mediados de 2010, y que cada una en su lenguaje se refiere “inequívocamente” al órgano sexual masculino cuando describen estas agresiones.
Los jueces descartaron también la posibilidad de que las niñas hayan sido influenciadas para culpar al padre, porque las menores han mantenido un relato “sostenido en el tiempo”, rodeado de elementos externos en que intervienen terceros.
“La evidencia científico-técnica da cuenta que las tres niñas fueron penetradas analmente en forma reiterada, y despeja toda duda en cuanto al origen de la sintomatología experimentada por ellas, que no fue otra que la agresión sexual a que las tenía sometidas el padre”, consigna el documento.
Lee el texto completo del acta de deliberación de los jueces que dictaron el fallo: