Los puntos críticos del Presupuesto 2014 según la Oposición
Poco crecimiento del gasto, cifras demasiado optimistas, gastos de arrastre y escasa flexibilidad son las principales críticas que han surgido desde la Nueva Mayoría sobre el proyecto, que ya está siendo analizado por las subcomisiones de la Comisión Especial Mixta de Presupuesto en el Congreso.
“Este presupuesto nos viene a confirmar aún más la necesidad de impulsar una reforma tributaria”. Así resume el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) la situación que enfrentará la oposición si vuelve a La Moneda el próximo año y se ve obligada a gobernar con el presupuesto que la administración del presidente Sebastián Piñera ingresó el lunes pasado al Congreso.
Las críticas se han extendido desde el día uno y probablemente se mantendrá hasta el 30 de noviembre, fecha tope en que el presupuesto debe ser despachado. Los parlamentarios coinciden en que la discusión estará marcada por las elecciones del 17 de noviembre próximo y auguran que marcará un antes y un después en el debate.
El proyecto pasó primero a la Comisión Especial Mixta de Presupuesto, conformada por 13 senadores y 13 diputados, que el martes pasado recibió al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, para escuchar el estado de las finanzas públicas. Los parlamentarios están divididos además en cinco subcomisiones que están analizando las distintas partidas que componen el erario nacional. El Presupuesto 2014 está compuesto por 25 partidas que incluyen los distintos ministerios, además de otros estamentos del Estado.
Estas subcomisiones trabajan esta semana y la próxima, y posteriormente entregarán sus informes a la Comisión Especial Mixta, que hará posteriormente la presentación en la Cámara y el Senado. La discusión se suspende el 17 de octubre, cuando comienza el receso que se tomará el Congreso por las elecciones, tras las cuales será retomada.
¿Cuáles serán los puntos críticos que marcarán el debate?
Cinturón apretado
“Anuncios del Presidente sólo tienen como meta dejar al próximo gobierno con el cinturón muy apretado”, fue lo que escribió en su cuenta de Twitter el presidente del PPD, Jaime Quintana, lo que se convirtió en una de las primeras críticas al mensaje que dio el mandatario para anunciar el presupuesto en cadena nacional.
Piñera destacó que el presupuesto del próximo año contempla un incremento del gasto de 3,9% real respecto del gasto estimado para el 2013, y de 2,1% respecto del presupuesto del 2013. Para el diputado Carlos Montes (PS), esas dos cifras inducen a error, porque mientras la que se busca destacar es la primera, el real incremento del presupuesto corresponde al 2,1%.
“Lo que hacen es comparar este presupuesto respecto de lo que ejecutaron, y como han ejecutado poco, porque se ha demorado el gasto por problemas de eficiencia, ahí les sale un 3,9%”, dice Montes.
Lagos Weber agrega que “hay un crecimiento muy reducido en el gasto y eso hace que las posibilidades de reasignar cargas sean limitadas”, lo que los obliga a buscar otras fuentes de financiamiento como una reforma tributaria. “Si me dejan 105 pesos, yo podría tener sólo 5 para jugar y buscar lo que quiero hacer”.
Demasiado optimismo
Otras de las críticas que han surgido desde la oposición, y que se han sumado al debate por el déficit fiscal, tiene que ver con las optimistas cifras económicas en las que se basa el presupuesto. Según Tuma, el presupuesto está “inflado”, ya que está hecho sobre un supuesto de que la economía va a estar en la línea superior de la estimación de crecimiento que señalaba el informe de Política Monetaria (iPom) y la percepción de su sector es que va a estar en la línea inferior: “En vez del 4,5% vamos a estar en el 4%”, precisa.
“No vamos a recibir lo que se supone que vamos a recibir, el precio del cobre sigue bajando y la expectativas siguen subiendo”, explica. En ese sentido, asegura que esto también acarreara un “conflicto político”, ya que será difícil hacerse cargo de las demandas de la ciudandanía. “Con ese presupuesto es imposible, a menos que avancemos en una reforma tributaria, que en ningún caso va a recoger recursos el mismo año”, agrega.
En otro punto que hay divergencias respecto de los números, son los relativos a la reconstrucción. “Ellos dicen que la reconstrucción está lograda en un 98%, nosotros decimos que es un 64%”, sostiene Montes.
En una de las sesiones de la primera subcomisión, que se realizó el martes pasado, el senador Andrés Zaldívar (DC) insistió en que el problema también tiene que ver con los más de 120.000 subsidios que fueron otorgados, sólo una parte se ha hecho efectivo, por lo tanto, todos los restantes representan un responsabilidad fiscal para el próximo gobierno.
Gastos de arrastre
También en la sesión del martes pasado, la subcomisión recibió a la directora de Presupuestos, Rosanna Costa, quien expuso sobre el Informe de Finanzas Públicas. En la ocasión Zaldívar, que preside la Comisión Mixta, le entregó una minuta con todas las inquietudes que la oposición quiere discutir en el marco de la tramitación de la ley de presupuesto.
En el documento se destaca la subejecución presupuestaria que han registrado las anteriores leyes presupuestarias: el presupuesto de 2012 se subejecutó un 2,5%, mientras que en 2011 un 3,7%. Bajo esa lógica, prevén que el presupuesto 2013 debería subejecutarse en torno al 2,5%, lo que implicaría un menor gasto público de 770.000 millones respecto de lo aprobado para este año.
“Este gobierno se ha caracterizado por no ejecutar adecuadamente el presupuesto. Tiene un déficit a la hora de gastar, sobre todo en Salud y Educación”, resalta Lagos Weber. “Lo que trata de hacer el gobierno es dejar amarrada esa plata”, agrega.
Tuma explica que en este presupuesto “vamos a tener obras de arrastre que va a tener que ejecutar el próximo gobierno”. En el caso de los recursos destinados para Salud, ejemplifica, si estos aumentan un 7% para el próximo año y se mantiene la subejecución que esa cartera ha registrado en los años anteriores, significa que el incremento está “casi anulado”.
Manos amarradas
“El próximo gobierno, cualquiera sea, no va a poder en el primer año ejecutar un presupuesto en función de un programa propio sino que un programa ya predeterminado por este gobierno. Va a estar amarrado de las manos”, explica Tuma, considerando los gastos de arrastre que acarrerá, pero también la poca flexibilidad que tendrán los recursos.
Uno de los principales puntos de cuestionamiento que han surgido desde la Nueva Mayoría son los 600 millones de dólares que el gobierno saliente dejará como fondos de libre disposición para el futuro gobierno. Piñera destacó que la cifra será un 33% mayor que los 450 millones de dólares que recibió cuando él asumió en 2010.
Sin embargo, desde la oposición han insistido que la tradición es que los fondos de libre disposición representan un 1,1% del presupuesto, y no en torno el 0,8% que propone el gobierno. Para ellos, la cifra debería estar en torno a los 700 millones. “Ese 0,3 de diferencia son muchos millones de dólares”, dice Lagos Weber.
A esto le suman la llamada “letra chica”, ya que aún no saben qué normas traerá este fondo y cuál será la real capacidad de asignar recursos. A lo que también agregan el reajuste del sector público, del cual desconocen el monto y si esto está incluido o no.
Montes recuerda que cuando Bachelet le entregó el gobierno a Piñera permitió que se pudieran reasignar recursos dentro los ministerios y entre los ministerios y que se pudieran sacar recursos con mucha flexibilidad para destinarlo a objetivos prioritarios: “No sabemos cómo viene eso y pareciera que no viene muy bien resuelto”.