Bárbara Blaine, denunciante de abusos de sacerdotes en EE.UU: "En Chile se está sabiendo la verdad"
La presidenta de la Red de sobrevivientes de víctimas abusadas por sacerdotes visitó Chile para dar a conocer su trabajo denunciando la red de protección que existe en el Vaticano para los abusadores. En esta entrevista habla de Karadima, Errázuriz, del Papa Francisco y de la Iglesia chilena.
Pese a que estuvo solo 4 días en Chile, la activista, abogada y trabajadora social, Barbara Blaine mantuvo una ocupada agenda durante su primera visita al país.
Ella es fundadora y presidenta la Red de sobrevivientes de víctimas abusadas por sacerdotes (SNAP), organización norteamericana que desde 1998 trabaja con las personas abusadas sexuales por miembros de la Iglesia. Es la más antigua organización que apoya la reparación personal y la persecución legal de los acusados y de los encubridores. Y esto Blaine lo conoce de cerca, ya que ella fue abusada desde los 13 a los 17 años por el cura de su parroquia en Chicago.
Hoy Blaine está a la cabeza de la única demanda que existe contra la Iglesia interpuesta en la Corte Internacional de Justicia, la cual reúne más de 30 mil casos de abuso y que se encuentra en etapa de investigación.
De forma paralela, está a la espera de la respuesta que el 1 de noviembre el Vaticano debe entregar a la Comisión para la infancia de las Naciones Unidas, luego de que Blaine denunciara abusos sexuales a menores, siendo esta la primera vez que se emplaza a la Iglesia a responder por los abusos sexuales y su red de protección para los abusadores.
Blaine llegó a Chile como invitada a la 8ª Conferencia Latinoamericana sobre Maltrato y Abuso sexual Infantil, organizada por la International Society for the Prevention of Child Abuse and Neglect y en Chile por la ONG Paicabí y donde también participaron UNICEF, el Servicio Nacional de Menores y la Fundación para la Confianza, presidida por José Andrés Murillo, una de las víctimas del sacerdote Fernando Karadima.
En conversación con El Dínamo, asegura que está “esperanzada porque sabemos que el Vaticano tiene la información que el Comité de Naciones Unidas está solicitándole, pero no sabemos si las entregará. Ellos saben qué tan grande es el problema, pero también sabemos que ellos tratarán de mantener todo en secreto lo más posible”.
¿Conoces las denuncias de abusos a menores de la Iglesia en Chile?
-No mucho. Por supuesto el caso Karadima, que es mundial, todos saben eso. Es muy interesante saber que el papa Francisco tuvo contacto con Karadima y otros obispos en Argentina antes de que fuera Papa. Entonces, él sabía algo de esta información y nosotros esperamos que él quiera proteger a los niños de Chile, Argentina y el mundo y no la reputación de los que cometieron los crímenes. Al igual que en muchos países, en Chile la Iglesia es muy fuerte, pero finalmente se está sabiendo la verdad. Y declaraciones de las víctimas pueden inspirar a otras víctimas de todo el mundo a dar a conocer la verdad.
Esta semana, el Monseñor Ezzatti ayer fue llamado a declarar en marco de la investigación del Caso Sename. ¿Cuál crees debiese ser la postura de la Iglesia frente a estas investigaciones?
-Ha habido mucha tardanza para la investigación y cuidado de los derechos de los niños. Por décadas, siglos, los miembros de la Iglesia han hecho lo que han querido. Pero un criminal es un criminal. No hay diferencia con otros crímenes. Es muy importante que las autoridades hagan su trabajo y lo llamen a declarar, pero no crean solo las palabras de él. Es muy importante investigar y ver las evidencias para corroborar lo que está diciendo porque tiene la postura de proteger la imagen de la Iglesia.
Tú lograste ser indemnizada económicamente por la Iglesia cuando se comprobaron los abusos a los que fuiste sometida. Acá, el cardenal Errázuriz descartó que se deba indemnizar a las víctimas de Karadima. ¿Por qué se debe indeminzar?
-Sí, fue hace años atrás, un monto de 60 mil dólares. Pero hay que aclarar que no hay ningún monto de dinero que pueda compensar la pérdida de la inocencia. Pero se debe hacer todo lo posible para que la víctima se sienta segura. Todo, desde asegurar las consultas psicológicas, el trabajo, los estudios… porque es una víctima. Y esto es un derecho de las víctimas. Pero además las víctimas sexuales tienen otras características que son particulares. Tienen heridas que no son visibles y ellos estaban siendo apuntados como los culpables. Porque las víctimas son tratadas como si fueran los enemigos de la Iglesia. Pero en realidad las víctimas estamos dándole un regalo a la Iglesia, porque ayudamos a expulsar esta maldad y cuando la maldad es expulsada, puedes removerla, transformarla. Como una enfermedad que se esparce y que hay que sanar. La iglesia es mejor y más segura hoy por el coraje de las víctimas que decidieron hablar. Aunque lo hubiesen hecho de manera anónima.
“El Papa Francisco es consciente que se están encubriendo abusos”
¿Cuál es tu visión de las políticas sobre abusadores del nuevo Papa?
Estamos decepcionados porque no ha tomado ninguna acción concreta para proteger a los niños, él ha hecho varios anuncios grandilocuentes pero creemos que debe haber acciones atrás de las palabras. Este Papa, y qué decir los anteriores, han sido más palabrerías que acciones concretas. Si el Papa Francisco busca la seguridad de los niños, podría hoy mismo ordenar que se removieran a todos los abusadores de cada diócesis, de inmediato. Es consciente que los obispos están encubriendo los abusos.
¿Cómo crees que afectó en la salida del Papa Benedicto XVI las denuncias de encubrimiento de abusos sexuales?
-Es importante reconocer que no tomó ninguna acción para proteger a los niños. Siendo Papa solo hizo declaraciones súper débiles. Y siendo cardenal él cometió crímenes contra la humanidad por ser un encubridor. Tiene que responder por su comportamiento, por eso fuimos a la Corte y no sabemos cuántos niños inocentes son víctimas. Pueden ser cientos o miles de niños que perdieron su inocencia por su negligencia al cubrir los abusadores. Porque él estuvo 25 años a cargo del Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, departamento donde llegaban todas las denuncias de abuso sexual de todo el mundo e incluso así no hizo nada. Él es responsable de que no se haya hecho nada. Tiene que hacerse cargo.
¿Y qué opinas de que el Papa Juan Pablo II sea santificado?
-No puede ser santificado. Al menos, no ahora, porque hay evidencia que también encubrió crímenes sexuales, como es el caso de Marcial Maciel, de Los Legionarios de Cristo. Creemos declarar santo a una persona como él es pasarle sal en las heridas a las víctimas. El papa debería esperar para tener un panorama más claro, porque se entiende que también fue encubridor de los abusos adentro de la iglesia.