El capitán del "Arctic Sunrise" de Greenpeace también seguirá preso en Rusia
El norteamericano, Peter Willcox, también piloteaba el buque insignia de Greenpeace "Rainbow Warrior" en 1985, cuando fue hundido por los servicios secretos franceses en un incidente en el que murió el fotógrafo Fernando Pereira.
El estadounidense Peter Willcox, capitán del rompehielos de Greenpeace “Arctic Sunrise” que el mes pasado organizó una protesta en el Ártico ruso, seguirá en prisión preventiva por presunta piratería después de que la Justicia rusa rechazara este lunes su liberación bajo fianza.
Willcox se sumó así a los activistas que ya han visto denegada su libertad bajo fianza, entre ellos la argentina Camila Speziale, por el tribunal de la ciudad de Múrmansk que sigue su caso y que está rechazando una a una las peticiones de excarcelación de los 30 activistas detenidos desde hace casi un mes.
El capitán del “Arctic Sunrise” –el buque que fue interceptado por la guardia de fronteras rusa el 19 de septiembre pasado cuando protestaba contra la explotación petrolera– piloteaba también el buque insignia de Greenpeace “Rainbow Warrior” en 1985, cuando fue hundido por los servicios secretos franceses en un incidente en el que murió el fotógrafo Fernando Pereira.
Un héroe no un pirata
En un comunicado de Greenpeace, la esposa del capitán, Maggie Willcox, señaló que “mucha gente trata de hacer, al menos, algo bueno, a veces ocasionalmente, a veces por largos períodos. Raramente la gente dedica su vida entera a tratar de hacer el mundo mejor. Peter es una de esas raras personas”.
Agregó que “es un héroe, no un pirata”, por lo que instó a las autoridades rusas a que liberen a Willcox y al resto de los activistas detenidos.
Esta misma mañana, el tribunal de Múrmansk denegó la libertad bajo fianza a la argentina Camila Speziale, de 21 años.
“Soy inocente y no entiendo de qué se me acusa. No tengo nada contra su país. Rusia y Argentina tienen buenas relaciones. Pero estoy detenida por algo que no he hecho“, dijo la joven ante el tribunal.
Todos los activistas están sentenciados a permanecer en prisión preventiva hasta el 24 de noviembre, mientras se instruye el caso por supuesta piratería, un delito castigado con hasta 15 años de cárcel.