Así enfrentan el encierro los activistas de Greenpeace presos en Rusia
La Justicia de Murmansk rechazó el pedido de libertad bajo fianza de Camila Speziale, y esta semana debe resolver sobre la misma solicitud de Hernán Pérez Orsi, casado con la chilena Margarita Malig
La situación de los activistas de Greenpeace detenidos en Rusia por una protesta en una plataforma de Gazprom se complica. Ayer, la Justicia de Murmansk rechazó el pedido de libertad bajo fianza de Camila Speziale, y esta semana debe resolver sobre la misma solicitud de Hernán Pérez Orsi, casado con la chilena Margarita Malig. Pero hasta ahora todos los pedidos –incluido el del capitán del barco, a quien además le impusieron una multa de 620 dólares– fueron rechazados, por lo que se descarta que Pérez Orsi tendrá la misma suerte que Camila.
Así, los argentinos y los otros 28 detenidos deberán seguir presos por lo menos otros 40 días, hasta que venza el plazo de la prisión preventiva y comience el juicio. Mientras tanto, seguirán en el mismo centro de detención de Murmansk –una ciudad portuaria a 1.500 kilómetros de Moscú donde casi nadie habla inglés– donde están desde que la Guardia costera rusa los trajo de alta mar, donde fueron detenidos.
La madre de Camila contó al diario La Nación de Argentina que la mujer recibió una caja que le mandaron desde Buenos Aires con un buzo, una polera estampada con las manos de sus cinco hermanos menores (de entre 4 y 17 años) y un álbum de fotos de sus familiares y amigos. El martes pudo hablar con sus familiares, en una conversación telefónica que duró 7 minutos. Ese mismo día también Hernán quien pudo hablar con su esposa, su hermana y su madre, que están en Mar del Plata.
Hernán comparte su celda con un preso ruso, detenido por otra causa, que le está enseñando a hablar el idioma, y conversa y reza cada mañana con un cura que él mismo solicitó. También los visita el cónsul, Jorge Zobenica.