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23 de Octubre de 2013

Ex operador se querella contra ME-O y acusa acuerdos del candidato con la Concertación y el oficialismo

El ex operador del PRO Juan Pablo Rojas también asegura que las firmas para legalizar el partido se sacaron de la base de datos que le permitió a ME-O llegar a la papeleta el 2009. Desde el PRO niegan las denuncias y sostienen que Rojas tiene problemas de maltrato y es mitómano.

Por Nicolás Sepúlveda
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En el Partido Progresista no quieren ni ver a Juan Pablo Rojas. Hace un año, el perito criminalista de la UTEM llegó a formar parte del círculo más cercano a Marco Enríquez Ominami, cuando desde el equipo electoral del partido lo llamaron para hacerse cargo de la agenda personal de ME-O, justo cuando en el PRO lanzaban el nuevo intento del candidato para llegar a La Moneda. No pasó más de un mes y Rojas fue desvinculado del cargo. Las razones son tan disímiles que hay demandas y querellas cruzadas.

Mientras Rojas demandó al PRO, a Enríquez Ominami y al encargado de finanzas, Cristián Warner, por incumplimiento de contrato, de vuelta recibió una querella por amenaza de muerte. Según Rojas, lo expulsaron del cargo de asesor por negarse a realizar una operación contra el militante PRO Marcos Rau, quien se habría cruzado en el camino de la directiva por conflictivo. En la otra vereda aseguran que al poco tiempo de haberlo nombrado a cargo de la agenda de ME-O se dieron cuenta que Rojas no funcionaba, que mentía y que tenía un maltrato con funcionarios del partido.

Las relaciones están tan quebradas que el ex asesor comenzó a publicar una serie de mails donde se revela cómo el partido bajó candidatos de su militancia en la municipal pasada para favorecer a cartas de la Concertación en comunas como Talca y Nogales. Además, Rojas señala que el candidato progresista mantiene activas redes en los partidos de la Concertación y que recibe información de ellos y también de La Moneda, lo que demostraría que no existe ninguna batalla contra el “duopolio político” como le gusta decir al actual candidato a la presidencia.

El operador arrepentido cuenta que desde un inicio ME-O le pidió ser “el hombre malo”: “Ser el hombre malo significaba que cuando en una comuna había que apoyar a algún candidato de la Concertación y algún militante del PRO manifestaba su intención de ser candidato, había que bajarlo para que eso no perjudicara las conversaciones personales que hacía Marco con dirigentes de la Nueva Mayoría”.

“Todo es falso, aquí hay una persona que consiguiéndose dinero inventó un proyecto político con la única finalidad de satisfacer sus ansias personales de llegar a La Moneda”, asegura el ex operador, quien pasa a detallar algunas de las operaciones de las que fue parte y que ahora repudia.

Operación expuesta

Según denuncia Rojas, lo ocurrido en Talca hace un año es emblemático respecto del funcionamiento interno del partido, el que se maneja como un fundo por ME-O. La candidata original del PRO en la capital de la Región del Maule era Lorena Tapia, quien cayó en desgracia un mes y medio antes de la elección luego que una encuesta local le diera solo el 0,8% de las preferencias. Ese dato gatilló que el PRO le quitara el apoyo y se lo diera al radical Alexis Sepúlveda.

Según consta en varios mails filtrados por Rojas, la situación se tornó tensa luego que Tapia y los candidatos a concejales del partido se negaran a bajar la candidatura. “Bájenla ya”, son algunas de las órdenes del hoy candidato presidencial, quien luego sentencia “apoyemos al radical y a ella simplemente silencio”. Ante la resistencia de Tapia para abandonar la carrera municipal, el partido controlado por ME-O coordinó una respuesta comunicacional, responsabilizando de la decisión a la estructura local, tal y como lo señala el propio abanderado en este mail. Finalmente, Tapia llegó a la elección en la lista del PRO (ya estaba inscrita), pero con Talca tapizado de afiches con la imagen de Marco con el candidato de la ahora Nueva Mayoría.

Talca fue solo uno de los ejemplos expuestos por Rojas para evidenciar las relaciones de ME-O con la Concertación. En Cerrillos se vivió un episodio protagonizado por Enríquez Ominami y uno de sus operadores al interior del Partido Socialista, René Tabilo, quien instó a que el partido levantara a un ex PS como su carta al municipio. Andrés Aguilera corrió como la carta del PRO en las municipales pasadas gracias a las gestiones de Tabilo, quien en uno de los mails le señala a ME-O que su concejal tiene altas probabilidades de triunfo, asegurando que “en la presidencial sacamos un 22,8% de los votos, Piñera 41,7% y Frei 25,26%”.

En el fondo de todo, Rojas reclama que ME-O sostiene un discurso falso, y que en realidad sus redes con la Nueva Mayoría son robustas, al punto de favorecer a sus candidatos en detrimento de los propios, con una buena cuota de pragmatismo, además. “Habla contra el dupolio político en la tele, pero en la tarde está cenando con ellos. Tiene relaciones muy profundas, todo es falso, todo es un montaje. Es una maquinaria política enorme”, dispara el ex operador.

Los nexos de Marco con la Nueva Mayoría no se limitarían a apoyos u omisiones electorales, según cuenta Rojas, hay parlamentarios en ejercicio que le envían documentos al líder del PRO para favorecer su actividad política. 

“El diputado Montes en su momento le mandó información sobre lo que ocurría en La Florida cuando estaba Gajardo del PS. A Marco le llegaban sobres con datos de la mala gestión de Gajardo. El pobre tipo no sabía que sus propios aliados le estaban pegando puñaladas en la espalda”, denuncia, para referirse al diputado socialista, y actual candidato a senador por Santiago Oriente, Carlos Montes. No sería el único. “Tiene amigos y compadres en la DC, en el PPD, en todos los partidos. Un ejemplo es lo que pasó en Santiago, donde pusieron como palo blanco a Marcelo Trivelli, para terminar dándole el apoyo a Carolina Tohá”, insiste.

De notarios y demandas

Juan Pablo Rojas salió a la luz pública durante las elecciones primarias de este año, cuando decenas de personas reclamaron por no poder votar debido a que aparecían como militantes del PRO, sin que nunca se hubieran inscrito. En julio salió a denunciar que la falsificación de firmas fue una constante en el partido de ME-O, de la que se valieron para poder legalizar el instrumento político. Aquí entrega los detalles.

“Lo que el Partido Progresista hizo fue falsificar firmas, que validaron en la Notaria de Sergio Carmona, el mismo notario que aparece en televisión. Difícil que él no se haya dado cuenta, ya que todas las firmas eran iguales y se validaron sin la presencia de las personas, como pide la ley”, asegura el ex asesor.

El modus operandi habría sido rescatar las firmas que el 2009 le permitieron a Enríquez Ominami llegar a la papeleta presidencial: “Sacaron nombres de bases de datos, porque Marco guardó la base de las personas que lo apoyaron el 2009. Guardaron las fichas con los nombres, RUT y domicilio, y abajo les pusieron una firma falsa”.

A pesar que Rojas asegura que estos antecedentes serán llevados a la Justicia, ya hay otra causa en contra del PRO en Tribunales, y es la causa por incumplimiento de contrato que el mismo denunciante presentó contra el partido y sus dirigentes el 28 de diciembre del 2012 en el 18° Juzgado Civil de Santiago. En concreto, alega que se le hizo un contrato por prestación de servicios, y que este finalizó antes de tiempo, por lo que solicita que se lo indemnice con 60 millones de pesos.

La respuesta del PRO, presentada ante la Justicia, señala que fue Rojas el que solicitó seguir trabajando en el partido luego de la campaña municipal del 2012, y que solo reconocen un vínculo durante los 17 días que siguieron a la elección municipal, por lo que todo estaría cancelado. La causa sigue en proceso y en los próximos días ME-O será notificado y citado a una audiencia de conciliación.

Revisa aquí la demanda presentada por Rojas, y aquí la defensa lanzada desde el PRO.

El innombrable

“Yo estoy preocupado de llegar al gobierno, no le voy a prestar atención a un demente”, señala fuera de micrófono un alto dirigente del PRO cuando se le pregunta por las acusaciones de Juan Pablo Rojas. “Cometimos un error en confiar en alguien así: muy mentiroso y de muy maltrato con los funcionarios”, complementa la misma fuente, aunque reconoce que todos los mails publicados son verídicos.

Según cuenta, un dirigente del PRO presentó una querella en su contra por amenazas de muerte, aunque se niega a individualizar a esa persona. La reacción de la presidenta (S) del partido, Patricia Morales, al preguntarle por las acusaciones, sorprende: “Me da miedo hablar de él. No voy a hablar de una persona que ha amenazado de muerte. Yo tengo familia”, argumenta, sin querer profundizar en las denuncias.

A través del canal oficial de prensa del partido comandado por Enríquez Ominami no existió respuesta a los requerimientos de El Dínamo. Fuera de micrófono solo se indicó que no existiría un pronunciamiento oficial.

Sobre las motivaciones que tuvo para realizar estas denuncias, Rojas dice que solo se trata de una vuelta de mano por el maltrato que recibió, y descarta trabajar actualmente en otro comando presidencial, aunque reconoce tener simpatías por Franco Parisi. Lo cuenta en estos términos: “El Marco siempre me habló pestes de Parisi: que estaba loco, que era psicópata. Pero cuando una compañera del PRO  que era encargada de prensa, Paulina Cervantes, se fue a trabajar con Parisi, lo conocí bien. Y por último es más decente que el Marco”, remata.

 

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