¡Ojo! Greenpeace alerta sobre la posibilidad de un nuevo maíz transgénico en la UE
Para el director de política agrícola de Greenpeace Europa, Marco Contiero, aprobar su distribución sería "una decisión imprudente que pondría a las biotecnológicas por delante de los ciudadanos".
Greenpeace mostró hoy su preocupación ante la posibilidad de que la Comisión Europea (CE) apruebe la comercialización del maíz 1507 a pesar de los recelos despertados en algunos científicos.
Las pruebas llevadas a cabo con esta cepa han dejado algunas “lagunas” sobre el impacto que ocasionaría su uso en “polinizadores como la mariposa o la polilla”, señaló hoy en un comunicado la organización ecologista.
Para el director de política agrícola de Greenpeace Europa, Marco Contiero, aprobar su distribución sería “una decisión imprudente que pondría a las biotecnológicas por delante de los ciudadanos”.
Las semillas de maíz 1507 están alteradas para producir durante su germinación una toxina conocida como Bt(2), resistente al uso de un potente herbicida compuesto de glufosinato de amonio.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reconoció en 2011 que “la propagación de esa toxina podría ser perjudicial para la biodiversidad”, afirman desde Greenpeace.
La CE deberá decidir el próximo 6 de noviembre si da luz verde al cultivo de esta cepa propiedad del productor estadounidense Pioneer.
Si se autoriza su uso, será el primer transgénico en más de tres años que obtiene ese permiso en las huertas europeas.
El Tribunal General de la Unión Europea (UE) criticó en septiembre a la Comisión por una “demora indebida” en el proceso de evaluación del maíz 1507 tras una denuncia presentada por Pioneer.
“Dado su potencial de daño y los huecos enormes en las pruebas de seguridad, la CE debería rechazarla”, afirma Contiero.
“El fracaso comercial de los cultivos transgénicos en Europa demuestra que ni consumidores ni agricultores los quieren”, concluye.
El único cultivo modificado genéticamente que sigue creciendo en suelo europeo es el maíz MON810, propiedad de Monsanto, y lo hace “mayoritariamente en España”, según la organización.
Greenpeace denunció en julio que la superficie española cultivada con transgénicos aumentó cerca de un 20 % en 2013.