Arzobispado enfrenta millonaria demanda por creación de fundación con Soprole
La viuda del fundador de Soprole busca la disolución de la Fundación de Beneficencia Isabel Anitat Echazarreta, creada al amparo de la Iglesia Católica, para así quedarse con el patrimonio de Juan Luis Undurraga Aninat.
El Arzobispado de Santiago enfrenta una demanda por 201 millones de dólares, la cual solicita la nulidad de derecho público de la Fundación de Beneficencia Isabel Anitat Echazarreta (FIAE), la cual fue presentada por la viuda de Juan Luis Undurraga Aninat, fundador de Soprole y creador de dicha organización.
La acción de Ana María Fernández Valdés, busca la disolución de la institución que posee el 13,61% de sociedad Prolesur, socia de Soprole, ya que fue creada usando las normas del derecho canónico y del Código Civil, con lo cual la Iglesia Católica se hizo con la fortuna de Undurraga Aninat y privando a su viuda de cualquier participación en su herencia.
La demanda da cuenta de traspasos ilegales desde una sociedad extranjera a la Fundación Isabel Aninat Echazarreta, lo que incluye una cesión de acciones que cuenta con la autorización de la “Sagrada Congregación Romana para el Clero de la Sagrada Iglesia Católica de Roma”.
En vista de esta situación, la Corte de Apelaciones de Santiago nombró como ministro de fuero al juez Patricio Villarroel, consigna The Clinic.
El matrimonio
Juan Luis Undurraga Aninat se casó en 1973 con Ana María Fernández Valdés, quien al momento de contraer matrimonio era viuda y ya tenía hijos. De su relación nació en 1975 Juan Luis Undurraga Fernández, afectado de Síndrome de Down.
La demanda da cuenta que esta situación causó “un gran shock sicológico” en Undurraga Aninat, lo que hizo que comenzara a urdir una estrategia para evitar que su esposa se quedara con la administración de sus bienes en caso de su muerte, el cual fue apoyado por la Iglesia Católica y así crear “un extravagante sistema para la atención de su hijo, pretextando que familiares más o menos lejanos podrían llevar a cabo esta función mejor que su propia madre”.
Raúl Lecaros Zegers, abogado patrocinante de la Fernández Valdés, explicó que el fundador de Soprole creó en enero de 1986 sin conocimiento de su esposa la Fundación de Beneficencia Isabel Aninat Echazarreta bajo las normas del Derecho Canónico y no del Código Civil, “quedando como una persona jurídica canónica de carácter privado”.
El fin de la fundación es “dar hogar a los niños desamparados que carecen de él, educarlos y prepararlos cristianamente para la vida y también cooperar con fundaciones análogas según lo determine el directorio” y que en caso de su disolución, todos sus bienes pasarán a manos del Arzobispado.
Tras su creación, Undurraga Aninat realizó una serie de contratos irregulares con la fundación, lo que incluía el traspaso de bienes y así “hacerlos desaparecer de su patrimonio”, hasta su fallecimiento en mayo de 1990.
La disputa con el Arzobispado
Tras su muerte, se abrió el testamento en el Segundo Juzgado Civil de Santiago, el que incluía el listado de bienes, el cual contenía 555.256 acciones de Soprole y US$ 413.913 dólares. De aquel monto saldrían los 200 mil pesos mensuales correspondientes a la pensión vitalicia para su hijo.
La demanda señala que “el grueso del patrimonio que tuvo Undurraga Aninat y que está constituida por la Sociedad Navarrés S.A., a su vez una muy importante accionista de Soprole y por sus terrenos del Fundo La Puntilla”, lo que se suma a obras de arte y bienes de casa patronales “salieron de sus manos por actos y contratos irregulares”.
Así, da cuenta que la transacción entre la FIAE y Ana María Fernández Valdés, en la cual aceptaba la pensión para su hijo, fue parte de una ficción “para que el Arzobispado pudiera tener para si una gran parte de la fortuna de Juan Luis Undurraga Aninat”.
“Para calibrar la dimensión del daño sufrido como consecuencia de la burla del orden público chileno y de que fueron víctimas (los herederos) baste señalar que como consecuencia sólo de la venta de las acciones de Soprole que pertenecían a la sociedad Navarrés, cuyas acciones le habían sido transferidas a la fundación por Undurraga Aninat, el Arzobispado se hizo de la increíble suma de US$ 201.900.145 millones de dólares, mediante la venta de 204.471.726 millones de acciones a precio unitario de 9,86 dólares a Dairy Enterprises Chile Limitada”, consigna la acción judicial.
“Como si lo relatado no hubiese sido suficiente, esta parte se enteró a días de entablar la presente demanda, que la fundación conserva una cantidad de acciones de Prolesur, filial de Soprole que le permiten detentar”, el 13,61 % de la compañía.
El recurso señala que “la existencia de dichas acciones que superan los 20 millones de dólares jamás fue revelada a la sucesión de Juan Luis Undurraga Aninat, pese a que éste las aportó a la fundación. Este ocultamiento explica los términos sorprendentemente amplios y rebuscados de las referidas transacciones que leídos en perspectiva pretendió abarcar cuantiosos bienes de Undurraga Aninat que la fundación mantenía ocultos, las acciones de Prolesur (Soprole) y quién sabe cuántos más”.
En vista de ello, la parte demandante pidió al ministro de fuero Patricio Villarroel que se cancelen todas las inscripciones de bienes, los traspasos de acciones para rehacer la herencia que debió cumplir Undurraga Aninat en vida para con su esposa e hijo.