Sebastián Aylwin, candidato a la FECH: "Uno no está esclavizado por su apellido, ni las ideas se transmiten por la sangre"
El sobrino nieto de Patricio Aylwin representa a la Izquierda Autónoma en las elecciones a la FECH, y dispara un crítico diagnóstico sobre los gobiernos de la Concertación. Además, promete una federación en alerta frente a un probable triunfo de Michelle Bachelet en las presidenciales.
Egresado de la Facultad de Derecho, Sebastián Aylwin, 25 años, encabeza la apuesta de Izquierda Autónoma por liderar por tercer año consecutivo la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH, una de las organizaciones sociales relevantes cuando se trata de movilizar la calle.
Sobre la competencia que enfrenta en la elección de este lunes 11 y martes 12 en la U, asegura que su sector es el equilibrio entre la lista Avancemos, de la Nueva Mayoría; y la lista Luchar, coordinadora que agrupa a la Unión Nacional de Estudiantes y al Frente de Estudiantes Libertarios. Su postulación la ubica entre quienes pueden ser controlados por la Concertación y los que solo buscan llenar la Alameda.
Sobrino nieto de Patricio Aylwin, se desmarca críticamente de su familia demócrata cristiana y asegura que votará nulo en las elecciones presidenciales. Además, plantea que el movimiento estudiantil debe asegurar su autonomía respecto del próximo gobierno, el que da por sentado que será encabezado por Michelle Bachelet. Si es necesario, dice, el movimiento deberá abandonar el diálogo con la próxima administración y volver a las calles.
Sobre lo que algunos han interpretado como signos de desgaste del movimiento estudiantil, disputa reñida del NAU en la Universidad Católica y triunfo de una lista sátira en la Facultad de Derecho de la Chile, comenta que es necesario que las organizaciones del movimiento realicen una auto crítica por cómo operan en la práctica.
– Tu eres egresado de la Facultad de Derecho. ¿Qué pasó que el Centro de Estudiantes lo ganó una lista de sátira que critica a los colectivos a los cuales formas parte?
Ahí hay que ser muy auto críticos todos los que hemos construido organizaciones políticas al interior de la Facultad. Es un caso que nos afecta a todos, y a nosotros especialmente. El debate, las discusiones y las peleas políticas al interior de las facultades se le presentan a la mayoría de los estudiantes como algo muy ajeno, que no tiene ningún vínculo con su realidad efectiva. Y eso es algo que hay que atender, porque significa que los colectivos políticos no le están haciendo sentido a los estudiantes comunes y corrientes que no le dedican todo el tiempo a la política.
– ¿No es una crítica a prácticas que se parecen un poco a la política que ustedes critican. La pelea por los cargos y el lucimiento personal en desmedro del proyecto colectivo?
Hay que tener mucho cuidado de no caer en prácticas que son las mismas que nosotros denunciamos de la política nacional. Es por eso que nuestra lista está conformada por tres colectivos más personas independientes, pero con niveles de unidad muy grandes, con un único candidato, que en este momento soy yo. Esto no se puede decir de todas las listas, que a veces tienen dos candidatos y en una facultad dicen algo y en otra, otro.
– En redes sociales se les critica a los dirigentes estudiantiles que utilizan el movimiento para construir sus carreras políticas.
Eso es muy difícil, nosotros no pertenecemos a ningún partido político. Nadie nos financia las campañas, las financiamos nosotros mismos. Más bien lo que queremos seguir haciendo es proyectar las disputas que hemos dado al interior del movimiento estudiantil, con otros actores sociales y en otros campos. Como puede ser una elección parlamentaria.
Hay que distinguir que cosas de la vieja política no nos gustan, y que otras cosas se pueden rescatar. Por ejemplo, la democracia. Creemos que las elecciones democráticas son buenas. Pero, es muy cuestionable que exista el binominal, y lo más probable es que el binominal nos deje fuera del Congreso. A Gabriel (Boric) le puede ir muy bien en Magallanes, pero es probable que el binominal lo deje fuera. Eso es parte de nuestra denuncia, porque creemos en la democracia, pero no en la democracia que existe en Chile.
– En entrevista con El Dínamo, la candidata de Luchar, Melissa Sepúlveda, hizo una crítica a tu grupo. Dijo que en los últimos 2 años han tenido la Federación pero que han privilegiado el posicionamiento mediático por sobre el trabajo cotidiano al interior de la universidad…
Hay una cosa que nos ha afectado a todos. Y es que la Federación pasó a ser un referente nacional. Y a eso hay que ponerle el hombro y haciendo una organización que de cuenta de una federación que creció mucho en su importancia. Eso ha significado dejar ciertos conflictos locales y vida cotidiana de las facultades, de lado. Eso ha afectado a todas las organizaciones y nosotros nos hacemos la auto crítica correspondiente, al menos este año, donde eso ocurrió con más evidencia. Es por eso que en estas elecciones confeccionamos una lista compuesta exclusivamente por dirigentes locales. Los 5 que vamos a la Federación por la lista H, han sido parte de procesos de transformación de sus localidades, y esa es la manera en que queremos simbolizar nuestro compromiso con las luchas locales.
– ¿Cómo está la carrera interna? Se ha dicho que la competencia más fuerte está entre ustedes y Luchar…
Sobre Luchar, mira, yo estoy muy a favor que existan alianzas políticas al interior de la universidad porque demuestra capacidad de converger, pero lo importante es construir consensos al interior de esas alianzas. Nosotros vemos que Luchar, la lista C, no ha sido capaz de construir consensos sobre cuestiones importantes. ¿Quién quiere la Coordinadora Luchar que sea el futuro presidente de la Federación, Benjamin Idini o Melissa Sepúlveda?, no es banal que un conglomerado no sea capaz de ponerse de acuerdo en quien quiere que sea el presidente.
– ¿Qué te distingue de los otros candidatos en competencia?
La próxima federación debe enfrentar dos hitos importantes. Uno es que va a existir un cambio de gobierno y es evidente que va a ganar Bachelet. Ahí va a haber una discusión en educación el próximo año y la Federación desde el primer día debe interpelar a la futura presidenta y decirle que no va a existir ninguna reforma legítima a la educación que no sea elaborada por el movimiento estudiantil.
– ¿Por o con?
Por el movimiento estudiantil. Pueden haber varias fórmulas, no es bueno adelantarse. Si hay que dialogar, para que el movimiento avance, habrá que dialogar. Pero también hay que tener la autonomía suficiente para que si no existen las condiciones para avanzar o nos quieren pasar gato por liebre, cerrar ese diálogo y movilizarse. Eso es muy significativo respecto de Avancemos, que en realidad a muchos de nosotros nos genera desconfianza que los pauteen desde La Moneda.
Y respecto de Luchar, ellos han hecho una apuesta importante por ir haciendo de la Federación un lugar de articulación con otros actores sociales, pero nosotros creemos que esa es una apuesta a largo plazo. También creemos que es necesario trabajar con los sindicatos y levantar la demanda de re nacionalización del cobre, pero son demandas de largo plazo donde se requiere primero avanzar en el tema de educación, porque ese ha sido el referente que ha permitido decir “por lo que luchamos es por nuestro derecho”.
– Sebastián, tu apellido es significativo en la historia de este país. ¿Cuál es tu relación con el ex presidente Patricio Aylwin?
Es una relación lejana, soy sobrino nieto. Mi abuelo es su hermano, pero la verdad es que no lo conozco mayormente. Para mi historia es mucho más significativa la historia de mi abuelo, Andrés Aylwin, que para 1973 sacó una declaración condenando el golpe, es decir, fue parte de la disidencia DC en su momento. Era parte del grupo de los 13. Muchos podrían pensar que por mi apellido lo natural sería que yo fuera concertacionista, pero el sentido común de haber vivido el Transantiago y sufrido una educación de mercado, me hacen ser parte de la vereda del frente.
– ¿Sufriste una educación de mercado o tuviste los recursos para financiarla?
Mi familia es de profesionales, no somos empresarios. Son profesionales acomodados. Pero también uno es parte de la educación segregada. Donde a ti no te muestran por completo la realidad de Chile. Obviamente que yo soy uno de los privilegiados de esta educación de mercado, pero aún así nosotros creemos que cuando existe una educación segregada, eso afecta mayoritariamente a la gente que es más pobre, pero también termina afectando a otra gente que no conoce la realidad de Chile y termina viviendo en una realidad alienada. Eso es parte de la realidad que me tocó vivir y es contra lo que yo me rebelo.
– ¿Cuál es tu diagnóstico del gobierno de tu tío abuelo?
Fue un gobierno donde se cerró por completo la participación del campo social que estaba con muchas expectativas. Recién había ocurrido el plebiscito del 88 que había votado la dictadura, estaba el eslogan de “la alegría ya viene”, y de repente se cierran las puertas de participación. Y, por otro lado, se cierran las puertas a la construcción de un modelo distinto. Edgardo Boeninger, que era brazo derecho de Patricio Aylwin, dijo que había que realizar la operación legitimadora del modelo instaurado en dictadura, ahora en democracia. Y eso fue una traición de las movilizaciones que se hicieron para derrocar a la dictadura. En el fondo la Concertación ganó con el NO, pero terminó gobernando con las ideas del SI.
– Es muy odioso el factor familiar, pero ¿crees tú que te puede pesar al momento de la elección?
Yo creo que los estudiantes de la Universidad de Chile entienden que uno no está esclavizado por su apellido, ni que las ideas se transmitan por la sangre. Si fuera así todos tendríamos que ir a votar por Maya Fernández Allende, que es nieta de Allende, sin embargo yo no lo haré porque ella es parte del Partido Socialista. Los estudiantes actúan comúnmente como que los apellidos no definen lo que eres, y no veo porque debieran actuar de manera diferente conmigo.
“Hay un cierto desgaste natural del movimiento”
– En la Universidad Católica, el NAU ganó por poco. ¿Cómo se explica que los gremialistas estuvieran a punto de vencer?
Hay un cierto desgaste natural propio de 5 años de federación que se expresan en esa votación. Creo también que faltó disposición de los sectores de izquierda al interior de la UC, en particular de la lista Crecer, que son los mismos que integran la lista Luchar en la Universidad de Chile, y ellos no llamaron a votar por el NAU, siendo que el NAU se enfrentaba a la UDI. Creo que el movimiento estudiantil tiene que ser un poco más maduro y entender que más allá de las diferencias hay unidad en las demandas y el NAU siempre ha estado a favor de ellas. Por eso nosotros apoyamos al NAU, y estamos muy contentos con que hayan ganado.
– Han sido bien críticos de Bachelet. Ella, al igual que el NAU dice estar por una educación gratuita. Según tu argumento, extrapolado a la presidencial, ustedes debieran apoyar a Bachelet en una segunda vuelta para que no ganara Matthei, ¿o no?
– Es el argumento del mal menor, pero hay dos diferencias muy importantes. La primera es que no es lo mismo una elección presidencial que una de federación universitaria, donde nos une un proyecto común. Pero, por sobre todo, con Bachelet nosotros tenemos una diferencia de modelo político, económico y social. Ella y su sector han defendido y construido el neoliberalismo en Chile. Ha defendido y construido la educación de mercado. Y, si uno ve detalladamente sus propuestas, no hay un indicio de que vaya a cambiar de dirección. El programa de la Nueva Mayoría dice “fin al lucro con recursos públicos”, o sea que se va a poder seguir lucrando en los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales que no reciben fondos públicos. En el fondo, con el NAU si tenemos una coincidencia porque ellos adhieren al petitorio completo del CONFECH, y eso nos da garantías que lo que ellos están haciendo en la Católica tiene convergencia con el movimiento estudiantil, como no lo tiene históricamente Michelle Bachelet, y por eso estamos en contra de ella y no vamos a votar por ella.
– ¿Vas a votar por algún candidato presidencial?
Nosotros creemos que esta vuelta está prácticamente corrida, va a salir Michelle Bachelet. Y no es nuestra apuesta tener un candidato presidencial, yo particularmente voy a votar nulo. Sin embargo, saludo que haya referentes de izquierda que le hablen a la ciudadanía, como son Marcel Claude o Roxana Miranda, aunque hay que ser críticos de que no fuimos capaces de levantar una apuesta única de la izquierda. Ojala en el futuro no pase y podamos estar juntos tras una misma candidatura.
– Nicolás Grau, que es referente de tu sector político, dijo que iba a votar por Marco Enríquez Ominami.
Mira, él fue presidente de la FECH y es muy legítimo lo que piensa. Habría que preguntarle a él por qué va a votar por ME – O. Pero, nosotros no creemos en esa apuesta, a ratos muy marginal, de intentar disputar al interior de la Concertación. Desde la política, pero sin anclaje social. ME – O no tiene lazos construidos con los movimientos sociales. Nosotros esperamos de una candidatura es que tenga lazos y base de apoyo en sectores sociales movilizados.
– ¿Cómo se da la relación de los ex dirigentes del movimiento estudiantil con Bachelet? Varios de ellos, que son candidatos al Congreso, están en el limbo entre el apoyo y la crítica.
Las decisiones de llevar o no candidatos al Congreso las toman las organizaciones y no el movimiento estudiantil, el movimiento estudiantil no tiene candidatos. Pero se reconoce que ellos fueron dirigentes estudiantiles muy importantes. La propuesta de mi colectivo, Izquierda Autónoma, es que no existen atajos para construir alternativas políticas en Chile, y por eso no tenemos ningún tipo de diálogo ni apoyo con la Concertación. Hay que distinguir el caso de Camila Vallejo con el de Giorgio Jackson. Camila Vallejo es militante del Partido Comunista, un partido que ha ingresado a la Nueva Mayoría y que está dispuesto a integrar un eventual gobierno. Giorgio Jackson es distinto. Él recibe un apoyo unilateral de la Nueva Mayoría, y él ha dicho que no apoyará a Michelle Bachelet, al menos en primera vuelta. Aunque creemos que él corre un riesgo, porque los favores se pagan. Y ahí él está arriesgando su independencia y el capital que la ciudadanía valora.
– Yendo al tema de la elección en la FECH, las Juventudes Comunistas siguen debilitados como el año pasado, o ¿ahora, en alianza con los socialistas, pueden disputar la federación?
Creo que a la Jota le perjudica mucho su apuesta de ingreso a la Nueva Mayoría. A pesar de la confianza grande que siente el pueblo de Chile por la figura de Michelle Bachelet. Eso no ocurre entre los estudiantes, los estudiantes la conocemos de su gobierno anterior. El 2006 ella lo cerró el 2008 con un gran acuerdo político entre los partidos de la derecha y la Concertación, y creemos que ella quiere cerrar el 2011 con un acuerdo similar. Ante eso, las Juventudes Comunistas han dicho que van a estar con un pie en el Gobierno y con el otro en la movilización, pero nosotros creemos que eso es incompatible cuando la movilización es contra tu gobierno. Ahí tu tienes que optar, y nosotros creemos que hoy el Partido Comunista ha optado por ingresar a un gobierno con el cual nosotros no compartimos ideas. Por ejemplo, ¿qué va a pasar si en un momento desde La Moneda le pegan un telefonazo a la FECH para que hagan o digan algo?