Goldieblox: El juguete para que las niñas se interesen en ser ingenieras
Orientado para un público de entre 5 y 9 años, consiste básicamente en un libro y en una plataforma de plástico en el que se pueden ubicar distintos objetos prediseñados que le permiten a la niña construirse su propia diversión.
A Debbie Sterling siempre le atormentó una cifra que la acompañó durante los años que duró su carrera de ingeniería en la Universidad de Stanford: sólo el 11% de los ingenieros en Estados Unidos son mujeres.
“Investigando me di cuenta de que la mayoría de ellas, por alguna razón, perdía el interés por la ciencia cuando tenían 8 años. Y no es una cuestión de biología. Es una cuestión cultural, cuando vas a una tienda de juguetes te das cuenta que nos quieren convertir en una princesa”, explicó la mujer.
Por esa razón, Sterling decidió que lo mejor que podía hacer para que ese porcentaje aumentara era crear un juguete que “estimulara” a las niñas a construir.
De allí nació Goldieblox, al mejor estilo de Lego y otros juguetes de armado, que le enseña a las niñas a construir su propia diversión, pero que, a diferencia de una muñeca o un juego de té, invita a continuar la aventura mediante el aprendizaje.
Orientado para un público de entre 5 y 9 años, consiste básicamente en un libro y en una plataforma de plástico en el que se pueden ubicar distintos objetos prediseñados que le permiten a la niña construirse su propia diversión.
A medida que avanza la historia que está en el libro, una heroína llamada Goldie -ayudada por sus amigos el perro Nacho, el gato Benjamin Crackling y Flavio, el oso brasileño- se encuentra con varios retos de ingeniería básica.
A medida que Goldie se enfrenta a los desafíos, las niñas los van solucionando en la plataforma y las demás figuras van ayudando a su heroína a terminar toda la historia.