Asesinato en casa del Sename: Los otros centros en alerta de crónica roja
El sábado 23 de noviembre un joven fue asesinado a estocadas en un centro de privación de libertad de Tiltil y la tragedia volvió a revelar la crisis que se vive dentro de la institución. Un informe interinstitucional publicado el primer semestre de este año, ya advertía que los funcionarios de Cercap no estaban preparados para casos complejos. Pero este caso no es el único. Aquí los centros que reprueban en tratamiento de salud mental, drogadicición y violencia de gendarmería.
“Consumo de drogas, golpizas y amenazas y un solo psiquiatra para atenderlos, eso es lo más parecido a un infierno”, así describe el centro de Tiltil, el psiquiatra Rodrigo Paz, conocido como el doctor que atendió a “Cisarro” y al que en su desafío personal advirtió-megáfono en mano- que los centros de privación de libertad de Sename eran una bomba de tiempo para que sucediera una tragedia.
También dijo que allí los niños no encuentran la rehabilitación, sino un destino mucho peor. Entonces, ocurrió lo del sábado 23 de noviembre cuando un joven fue asesinado a puñaladas en un Centro de Rehabilitación Conductual (CRC) Centro Metropolitano Norte y el tiempo le dio la razón. “Después de todo esa perversidad, de abrir un centro-según ellos modelo para todo el país- en un lugar donde se torturó gente en dictadura- viene el director del Sename, don Rolando Melo y dice que los familiares no se preocupen, que es una riña entre la víctima y su agresor, así la gente dice ‘bueno se mataron entre patos malos”, pero la verdad es que al joven le faltaban dos meses para salir, tenía una pena rebajada por buena conducta y lo asesinaron con múltiples puñaladas mientras dormía, ya había pedido ayuda…Nadie hizo nada”, responde.
Para el especialista, uno, entre la cadena de errores, fue entregarle los servicios de trato diario de los menores a una empresa privada sin experiencia. Alicia del Basto, presidenta de la Asociación Nacional de Funcionarios de Menores (Afuse) acusa lo mismo. Para ella, la noticia del joven asesinado fue algo que se veía venir, dice que hoy la realidad de los centros es justamente esa, la de armas hechizas, educadores golpeados con narices fracturadas o heridas en la cabeza provocadas con el inmobiliario, pero que a las autoridades parecía no preocuparles lo que estaba por ocurrir . “Habíamos advertido la situación de Tiltil y lo planteamos en la reunión que tuvimos el director hace dos meses, la concesión de ese centro debía volver a Sename, porque los adolescentes estaban fuera de control, mientras se hacían los concursos públicos ocurrió la tragedia”, afirma.
La voz de Unicef
Luis Vial, coordinador de Programa de Supervisión de Centro de Privativo de Libertad (Unicef) comenta que el centro de Tiltil ya había salido uno de los centros peor evaluados durante el primer semestre-, pero que esa realidad se extiende a otros centros de Sename.
Para Vial si bien hubo una inversión en términos de salud física y se crearon algunas unidades de salud mental, aun queda mucho por hacer, en las evaluaciones semestrales, Sename reprueba en los registros médicos deficientes, en los protocolos de atención de salud mental y seguimiento terapéutico. “Estamos lejos de los estándares internacionales y de lo que recomiendan los expertos internacionales”, explica.
Para el experto, el primer problema es que estos establecimientos debieran ceñirse a ciertos estándares y convenciones internacionales sobre los derechos del niño que son vinculantes con el derecho interno a través de Ley de Responsabilidad Penal Juvenil. “El caso de Tiltil tuvo que ver con el modelo de administración, pero es una realidad no escapa a la realidad de otros centros del país”, dice para finalizar.
Esas falencias quedaron estampadas en las actas de las comisiones interinstitucionales de supervisión donde participan distintas entidades y hasta el propio ejecutivo a través de todas las seremis del país, junto a el poder judicial, el Ministerio Público, la Defensoría Penal Pública y organizaciones colaboradoras de Sename, más Unicef como invitado. Allí algunos centros sacan nota roja.
La falta de preparación de los funcionarios de Cercap y las fallas de otros centros
En el documento interinstitucional a nivel regional de las visitas realizadas entre mayo y junio de este año -al que accedió El Dínamo- se menciona la falta de experiencia de los funcionarios de Cercap. El centro de Tiltil ya había salido como uno de los peor evaluados donde se detectaron situaciones de drogadicción, trafico de medicamentos entre los internos y rencillas. En otros centros de Santiago y regiones, las notas más bajas se concentran en el trato de Gendarmería a menores, la falta de tratamientos de salud mental, criterios de segregación entre los jóvenes y hasta las condiciones mínimas de higiene.
CIP CRC de San Bernardo: saca nota cuatro en separación de menores y adultos “Se mantienen mayores y menores dentro de las casas con segregación sólo nocturna”. En el nivel de conflictividad del centro, siendo la nota más mala el uno, saca nota dos. Cuenta ocho intentos de suicidios. El perfil del consumo de los jóvenes es de moderado a severo. Existe el consumo dentro del centro de marihuana y pasta base.
CIP CRC San Joaquín: obtiene uno en criterios de segregación y uno en respeto de la separación de adultos y menores en el caso de las mujeres. No existe capacitación para realizar pesquisas de psicopatologías, no hay seguimientos para los casos de salud mental, ni protocolos atención, que sólo se limita a suministro de fármacos. Saca uno en detección de trastornos de salud mental. En el centro existe consumo drogas como marihuana y pastillas sustancias que ingresan en los días de visita.
Centro Semi Cerrado La Cisterna CRSC: se observan incumplimientos severos de las disposiciones 20.084 en la proporcionalidad de las penas. El centro no tiene permitido aplicar medidas restrictivas por reiteración de faltas leves (lo efectúa de todos modos). En proporcionalidad de las sanciones según las faltas, saca nota uno. Obtiene un tres en atención de salud mental. Los educadores y los jóvenes señalaron que hay consumo de drogas tanto fuera como dentro del recinto.
Sección Juvenil Complejo Penitenciario de Valparaíso: sobre población capacidad para 40 jóvenes, hay 60. Los jóvenes se encontraban encerrados en sus habitaciones hasta las 11 de la mañana sin intervención. Las piezas donde los menores estaban encerrados, estaban sucias y sin ventilación y cuelgan cables de las paredes, se ve basura en el piso. “En cuanto los conflictos, se toca el tema en cuanto a las denuncias de maltrato innecesario de parte de los funcionarios a los jóvenes en donde se han interpuesto recursos de amparo y cautelas de garantía”.
Centro Internación Provisoria Maule Régimen Cerrado CIP CRC de Talca: no ha habido ninguna capacitación a esta esa fecha. Existe y se detectó abuso de jóvenes mayores a los menores más débiles, en la fuga de un adolescente, la madre tiene conocimiento de maltrato físico por parte de los gendarmes. Hay una denuncia formal en el Ministerio Público, un educador que la presenció la agresión. Entres los internos hay frecuentes intentos de suicidios, dos semanales.
Centro Semicerrado de Talca: Se mantiene problemas aseo e higienes en las casas. No existe oferta de talleres laborales certificados y deportivos. Tampoco existen talleres no certificados de interés.
CIP CRC Coronel: espacios de separación indignos sin luz, ubicadas en un sector húmedo y sin ventilación, además son usados como celdas de castigo lo que surge de los relatos de los jóvenes. “Hecho particularmente grave”, dice. Un tres en atención salud mental.