El legado del padre Alfonso Baeza, ex vicario de la Pastoral Obrera
A los 82 y producto de una infección respiratoria el padre Alfonso Baeza murió ayer en la noche, dejando su legado del compromiso con el mundo laboral, los mapuches y las poblaciones “marginales”.
El ex vicario de la Pastoral Obrera, Alfonso Baeza, fallecido anoche a los 82 años en la Casa del Clero, dejando un destacable y valorado legado como el primer vicario de la Pastoral Obrera de Santiago desde 1977 al 2000.
Apoyando numerosas causas de Derechos Humanos durante las últimas décadas y en el 2011 se le vio acompañando a los estudiantes en huelga del Liceo Darío Salas. En sus últimos meses, el padre Baeza vivió algunas complicaciones de salud producto de infecciones respiratorias.
Comenzó su labor pastoral en medio de la explosión social y política en la década de los sesenta, asumiendo un llamado social que lo llevó a vivir a la población José María Caro. Quería estar cerca de los trabajadores de las vivencias de los obreros de los pobladores y las paupérrimas condiciones de trabajo.
Eran tiempos de cambios y explosión social en Chile y para quienes se sentían la necesidad de remediar el flagelo de la pobreza. Este llamado fue más bien un grito él mismo cuenta que sintió desde pequeño en el seno de una familia acomodada, pero con fuerte sentido social que se le transmitió a él y a sus ocho hermanos.
Su padre fue un doctor dedicado a la medicina social y su madre una mujer muy cercana a los pobres. En su juventud, antes de titularse de ingeniero civil en la Universidad Católica en 1954, ingresó al Seminario Pontificio. Tenía 23 años.
En 1960 comenzó sus estudios en Ciencias Sociales en la Universidad Gregoriana de Roma. De regreso en Chile (1963) colaboró en la Misión General, especialmente en las poblaciones “conflictivas” de Santiago, en 1955 obtuvo que el Cardenal lo nombró asesor eclesiástico del Movimiento Obrero de Acción Católica (MOAC).
Tras el golpe militar trabajó de lleno en el Comité Pro Paz y en la Vicaría de la Solidaridad, hasta que en marzo de 1977, y porque ese año fue llamado por el cardenal Raúl Silva Henríquez para encabezar la Vicaría Pastoral Obrera, nunca más se alejó del mundo de los trabajadores, también a cargo de la Vicaría Pastoral Social. En el año 2006 dejó ambos cargos y quedó como sacerdote de la Parroquia Sagrado Corazón, pero su compromiso con el mundo obrero se mantuvo inconmovible.
El sacerdote de la Compañía de Jesús, José Aldunate, amigo por más de 50 años del cura Baeza se refiere al legado que deja. “Lo que deja nuestro amigo es el ejemplo de lealtad con el pueblo, con el trabajador, ese hombre de la calle y que vive de su trabajo en el mundo obrero, esa cercanía con el sindicalismo chileno que sigue manteniendo sus dificultades hasta el día de hoy”, expresó con emoción.
La misma opinión tiene otro amigo del sacerdote, Jaime Escobar editor de la Revista Reflexión y Liberación quien comenta que el padre, en sus últimos días, se emocionaba con las prédicas del Papa Francisco. “Lo más importante fue su compromiso inquebrantable con el mundo popular, Alfonso no distinguió jóvenes de la calle, mujeres abandonadas, su ejemplo y legado será su cercanía al mundo popular y que siendo un sacerdote hay que estar con la gente sencilla, eso le trajo consecuencias a nivel eclesial y a nivel político (..) Él fue un ejemplo distinto a la iglesia de Santiago que hoy está teñida de una postura acomodaticia que predica del evangelio, pero donde no hay coherencia, esa que mira para el lado cuando la exclusión golpea… El fue el pastor delante de sus ovejas”, sostiene.
En una de sus últimas entrevistas él para la revista Mensaje él mismo explica cómo entendió su trabajo y compromiso que hoy muchos comparten: “Nuestra tarea era ayudar a la reorganización sindical y con ello la Iglesia creció en legitimidad entre trabajadores que a veces sentían que la Iglesia estaba más cerca de los ricos. Uno de los frutos del trabajo de esos años fue mostrar que en los tiempos actuales no se puede hacer una evangelización verdadera sin preocuparse de materias como la explotación de los trabajadores”.
Abren libro virtual de condolencias
A raíz del deceso del padre Alfonso Baeza, la Iglesia de Santiago decidió abrir un Libro Virtual de Condolencias en su página web, para quienes quieran rendir un postrer tributo al fallecido religioso.
Para visitar el libro, haz click aquí.