Conservador de Bienes Raíces de Santiago es investigado por inscripciones falsas
Sin embargo, el conservador Luis Maldonado expresó que "niego la responsabilidad (civil), porque fuimos engañados por un fraude, por una mafia que se concertó para hacer estas falsificaciones, son grupos de personas que se han coludido para hacer estas falsificaciones en el Archivo Judicial de Santiago o en alguna notaría y que llega aquí al conservador".
El Conservador de Bienes Raíces enfrenta una demanda civil por 223 millones de pesos como parte de la investigación que lleva adelante la Fiscalía Centro Norte de cara a una eventual red de falsificadores de escrituras públicas.
La acción fue presentada por la empresa de créditos hipotecarios Contémpora y acusa a los conservadores de Bienes Raíces Luis Maldonado, Edmundo Rojas y Kamel Saquel de un actuar negligente al inscribir con una escritura falsificada una propiedad a nombre de una persona que nunca fue dueño del inmueble.
“El conservador al inscribir un inmueble ni siquiera se dio el trabajo de verificar que se tratara de una propiedad ubicada en la misma comuna, con la cual se habría evitado dar la apariencia de propietario a un sujeto que nunca lo fue”, consigna la demanda según informa La Tercera.
Contémpora indicó que tras recibir la inscripción de la edificación en base a los certificados realizados por el conservador, dio un crédito a la persona que falsificó los títulos, además de ceder el crédito a una compañía de seguros, la cual se quedó con la propiedad tras el no pago de la deuda.
Luego que la empresa de seguros descubrió que la persona no era en verdad el dueño de la propiedad, demandó a Contémpora por 223 millones y la acusó de dar crédito a un inmueble inscrita de forma fraudulenta, ganando el juicio.
De esta manera, la afectada demandó al Conservador de Bienes Raíces por la suma que debió pagar en el juicio anterior.
Sin embargo, el conservador Luis Maldonado expresó que “niego la responsabilidad (civil), porque fuimos engañados por un fraude, por una mafia que se concertó para hacer estas falsificaciones, son grupos de personas que se han coludido para hacer estas falsificaciones en el Archivo Judicial de Santiago o en alguna notaría y que llega aquí al conservador”.
“La inscribimos porque nos daba plena fe de que estaba bien hecha la escritura y que era una copia autorizada del archivo”, agregó.
Junto con ello, explicó que en 2005 descubrieron una serie adulteraciones en documentos que contaban con la firma del Archivero de Santiago.
“Desde entonces, cada escritura que llega de una compraventa de cualquier notaría de Chile, le mandamos un mail al notario informándole que ingresó con un número de repertorio. Así, cuando los notarios encuentran una escritura que no es de ellos, nos avisan, nosotros revisamos la escritura, vemos si es falsa, la rechazamos y hacemos la denuncia a la fiscalía”, sentenció.