[Video+ Fotos] Malos tratos y ventas indiscriminadas:La impactante investigación a los zoológicos chilenos
EligeVeganismo, documentó las terribles condiciones que viven los animales en cautiverio en los Zoológico Metropolitano, Buin Zoo, Serena Zoo, Lampa Zoo y Parque Zoológico Quilpué. Sus conclusiones desmienten el discurso de preocupación por el rescate y conservación de las especies y la educación.
A lo largo de 20 meses, la ONG EligeVeganismo, documentó el duro día a día que viven los animales en cautiverio para exhibición dentro de cuatro zoológicos chilenos privados: Buin Zoo, Serena Zoo, Lampa Zoo, Parque Zoológico Quilpué y el Zoológico Metropolitano de carácter público.
Además indagaron en los nexos de canje, intercambio y compraventa de animales en estos centros locales, reuniendo -de manera exclusiva- información que desmiente el discurso que dichos lugares han presentado al público durante décadas destacando su preocupación por el rescate de las especies y la educación.
La vocera de Elige Veganismo, Isabel Collao, comentó a El Dínamo, que “quisimos abordar y creo que lo logramos, este discurso de los zoológicos como espacios educativos, como lugares que están a favor de la protección de los animales y la conservación, cuestión que termina siendo totalmente falsa. Como se demuestra en el material, los animales incluso son vendidos entre zoológicos sin ninguna consideración”.
Los resultados también fueron evaluados por Claire Palmer, una prestigiosa zoologa del Reino Unido y experta en Comportamiento Animal. Su conclusión fue tajante. La mayoría de los animales exhibidos en nuestro país están notoriamente estresados y viven en ambientes precarios para su desarrollo y salud mental.
Zoocosis, abusos y falta de fiscalización
Las imágenes analizadas son parte de una variada gama de seguimientos realizados durante distintos días, en diversos horarios y bajo condiciones diferentes de afluencia de público. Los registros reunidos apuntan la existencia de cuadros de Zoocosis, nombre que se le da a la patología que describe problemas psicológicos severos en animales sometidos a cautividad, tales como aves y mamíferos.
Es así como la mayoría de los animales monitoreados presentan síntomas de innegable estrés tales como movimientos estereotipados, sea de cabeza, paseos en círculos o de extremo a extremo de su jaula; balanceo, apatía al ambiente o miedo extremo. En las aves se observó el dañino estereotipo de volar de un extremo a otro azotándose contra las rejas, tal como se vio en el Parque Zoológico Quilpué.
A esto se suma la presencia de aislamiento, la automutilación o conductas atípicas de agresividad. Esta patología se presenta exclusivamente en animales cautivos y es ajena – o al menos, no existen registros de su presencia – en quiénes viven en libertad.
De cara a los visitantes, se apunta que la gran cantidad de personas golpeando rejas o vidrios, tirando objetos, gritando a los animales para incentivar alguna clase de movimiento o introduciendo sus dedos a las jaulas es, realmente, incontable. Del mismo modo que lo es la de aquellos que proporcionaban alimentos inadecuados. Por más que los zoológicos se esmeren en implementar señaléticas respecto a la alimentación, el tema se descuida en absoluto.
Además del maltrato evidente a animales por carencia de espacios adecuados, agua limpia y mutilación física para evitar conductas naturales, la investigación incluyó entrevistas con dueños de zoológicos y expertos que evidencian el lado más oscuro de los animales tratados como mercancías en el ámbito del entretenimiento.
Declaraciones obtenidas por los animalistas de empleados y dueños de zoológicos, dejan entrever su rol fundamental e innegablemente lucrativo. Prueba de ello es, por ejemplo, el discurso recurrente de Parques Zoológicos como Buin Zoo – con referencias insistentes respecto a la condena del maltrato y la protección de los animales –, que luego contrastan con la venta irresponsable de animales; o el caso de los mapaches en exhibición, cuyas miserables habitats y deplorable estado sicológico dejan entrever la nula preocupación por el destino de los animales sujetos a compraventa.
A las ventas irresponsables y carentes de fiscalización, se suma los casos de monos cuyo origen es impreciso y evidencia, a ojos de los expertos, tráfico de animales en nuestro país, o ventas indiscriminadas a particulares de excedentes en zoológicos.
“Buín Zoo vende indiscriminadamente al publico que acude a visitarlos especies como chinchillas, conejos o ratones. Llegan y los venden sin verificar en qué condiciones van a estar de espacio o ambiente. Hay una serie de asuntos, sin mencionar lo que apunta Elba Muñoz del centro de primates en el documental, respecto de la dudosa procedencia de los animales”, detalló Collao,
Y eso no es todo, la vocera ahondó en las condiciones de comercio entre zoológicos, ejemplificando con el caso de la tigresa “Shakira” que se vendió desde el Buín Zoo al Serena Zoo, con dos años de vida. “Se trata de un animal que ya es considerado juvenil-adulto por lo que enfrentó un estrés considerable al trasladarse a un ambiente desconocido y reducir su espacio. También existen otros casos de comercio con mapaches y leones”, explicó.
“Los zoológicos lo que privilegian es precisamente este comercio en beneficio de ellos. Por ello existe un falso discurso al hablar de la protección y la conservación, cuando evidentemente esa no es la prioridad“, enfatizó la activista y vocera.
Isabel Collao finaliza señalando que desde Elige Veganismo no descartan denunciar al Serena Zoo por sus condiciones y lograr el decomiso de algunos osos y mapaches.
Revisa aquí el impactante documental, más imágenes de las condiciones de vida que enfrentan las diversas especies:
[youtube]http://youtu.be/KL1c1lpsLd0[/youtube]