Movimiento estudiantil y juventudes políticas muestran su apoyo al gobierno de Maduro
Además de la Fech, la Izquierda Autónoma, la UNE, el FEL y las juventudes comunistas y socialistas declararon su apoyo al proceso bolivariano y al gobierno de Maduro.
Primero fue la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, quienes en una declaración pública -que fue aprobada por el pleno de Federación- rechazó los intentos de golpismo y desestabilización en contra del gobierno de Nicolás Maduro, que buscan “pasar por encima de las decisiones soberanas del pueblo venezolano, y cortar por esa vía el camino revolucionario que ha escogido”.
La declaración –que puedes leer completa acá– también se refiere al cuestionado rol que han tenido los medios de comunicación en el conflicto: “Rechazamos también la tergiversación de diversos hechos en el país hermano, la manipulación de imágenes e información para propiciar un clima favorable a la intervención. Hacemos un llamado a la prensa nacional e internacional a no continuar con estas prácticas que solamente empeoran el proceso y deslegitiman la profesión periodística”.
Pero la diferencia marcada entre los estudiantes chilenos y venezolanos no vino solo de la Fech. Diversas organizaciones estudiantiles y partidarias no se han mantenido indiferentes al clima de conflicto que se vive hoy en Venezuela.
La Izquierda Autónoma -del diputado electo Gabriel Boric- a través de su facebook se sumó al rechazo a los intentos golpistas contra Maduro, aunque enfatizó en que en el proceso bolivariano “es necesario reconocer aciertos y errores para poder avanzar”. También mandan un mensaje de apoyo a las fuerzas del gobierno: “Desde acá, no cabe más que mandar fuerza fraterna a quienes han dedicado tantos años de lucha y trabajo por una patria socialista”.
Los autónomos también aprovecharon para referirse a la contingencia nacional: “En Chile hay quienes lanzan críticas a la represión de un gobierno, dicen rechazar la falta de pluralismo en los medios de comunicación y defienden el derecho a protestar, siempre que se trate de un gobierno antineoliberal. Esos mismos, son los dueños de los “plurales” medios que hoy evaden la confesión de un agente encubierto de carabineros que reconoció su autoría en atentados en la Araucanía”.
Por su parte, las Juventudes Comunistas también respaldaron el gobierno constitucional de Nicolás Maduro y criticaron duramente los intentos de desestabilidad. “Las declaraciones sediciosas y tendiendes al magnicidio emitidas por miembros de la oposición como Leopoldo López; las recientes giras realizadas por Henrique Capriles en Estados Unidos; el progresivo boicot económico perpetrado por sectores del gran empresariado nacional y transacional (…) constituyen acciones que buscan generar un clima de descontento social y desestabilización institucional que permita generar las condiciones para implementar el plan golpista del gobierno estadounidense con los sectores fascistas de la oposición venezolana, para detener el proyecto bolivariano”, señala el documento que puedes ver acá.
Otra de las juventudes de los partidos de la Nueva Mayoría que se sumó al apoyo fue la Juventud Socialista. La JS condenó la violencia con que se han dado las movilizaciones, que ha resultado con la muerte de tres personas hasta ahora. Y también respaldaron el gobierno de Maduro: “La Juventud Socialista entrega su respaldo al gobierno constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, encabezado por el Presidente Nicolás Maduro y hace un urgente llamado a los organismos internacionales a verificar las denuncias de intento de destabilización política y golpe de Estado en Venezuela. Al contrario de lo que la derecha nos intenta hacer creer, la defensa de la democracia y de los gobiernos constitucionales no son temas del pasado, sino que una lucha constante y permanente”.
Las juventudes de la Nueva Mayoría de la Región del Bío Bío se manifestaron en conjunto -a excepción de la DC- sobre la situación en Venezuela: “Manifestamos nuestro respeto por el proceso bolivariano, donde el 79% de las y los venezolanos participan en elecciones populares, donde eligen a sus intendentes vía elección popular, donde los pueblos originarios tienen representación en el parlamento, donde existe referéndum revocatorio y por sobre todo, donde tienen una Constitución democrática, institucional y participativa que asegura el derecho a educación, salud, vivienda, cultura y participación, tal como los jóvenes la soñamos en Chile”.
Otras organizaciones estudiantiles también han sido parte del apoyo a Maduro. Tanto la Unión Nacional Estudiantil como el Frente de Estudiantes Libertarios -que en conjunto son mayoría dentro de la Confech- respaldaron el proceso bolivariano. “Esperamos que las organizaciones de izquierda en Chile tomen una postura clara, sin gatopardismos ni vacilaciones, dando apoyo al pueblo venezolano y su lucha por llevar adelante la Revolución Bolivariana, de la cual todos somos partidarios“, declararon desde la UNE.
Los libertarios, por su parte, enfatizaron en que la autocrítica le devolverá vitalidad al proceso bolivariano: “Ya surgen voces dentro de las filas bolivarianas que llaman a profundizar el proceso, a darle más protagonismo a las masas organizadas y a combatir la incipiente burocracia que surge en algunos sectores del aparato estatal. Es la autocrítica la que le devolverá la vitalidad y el empuje a las filas revolucionarias, y permitirá ganar a los sectores del pueblo necesarios para construir una mayoría hegemónica que no se exprese solo votando, sino que en la construcción cotidiana del poder popular y el socialismo”.
Voces disidentes
Si bien el apoyo de los estudiantes chilenos parece ser irrestricto, también se han manifestado otros sectores estudiantiles en contra del gobierno de Maduro.
El movimiento gremial -cercano a la UDI y a la Fundación Jaime Guzmán- de la Universidad Católica y la Universidad de Chile rechazaron la declaración de la Fech, considerándola “desafortunada e inconsecuente” y apoyaron las demandas estudiantiles de Venezuela: “consideramos que sus demandas se fundan en principios sólidos y trascendentes, como lo son la dignidad de un pueblo que vive el desabastecimiento y la inseguridad, y la libertad de los ciudadanos que ven cómo sus derechos fundamentales son atropellados día a día en los más variados ámbitos de su vida”, afirman en el documento.