Consulta indígena debutará con proyecto colombiano de expansión de lineas de transmisión
La iniciativa, ligada a la empresa colombiana ISA, corresponde a la construcción de una línea de transmisión de 753 kilómetros entre la subestación Cardones (cercana a Copiapó) y la subestación Polpaico (Santiago).
Tras dos meses del estreno del nuevo reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), la Consulta Indígena homologada al Convenio 169 de la OIT, debutará con un proyecto eléctrico centrado en la expansión del sistema de transmisión.
Esta iniciativa, que contempla una inversión de US$1.000 millones, corresponde a la construcción de una línea de transmisión de 753 kilómetros entre la subestación Cardones (cercana a Copiapó) y la subestación Polpaico (Santiago), tal como consigna La Segunda.
El proyecto apunta a unificar las tres licitaciones realizadas por el Ministerio de Energía, adjudicadas a la empresa colombiana ISA, a través de su filial InterChile.
Pese a que el viernes último el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) no admitió a trámite el proyecto al encontrar observaciones de forma en el estudio presentado, el informe sería ingresado otra vez esta semana y uno de sus grandes desafíos será enfrentar el nuevo proceso de consulta indígena, ya que el trazado plateado afectarían terrenos de comunidades diaguitas en las cercanías de Huasco.
El gerente general de InterChile, Jorge Rodríguez, dijo que “esa consulta indígena estará reglada por el Servicio de Evaluación Ambiental. Nosotros ya hemos hecho con las comunidades diaguitas algunas aproximaciones, pero el funcionamiento oficial será hecho junto a la entidad evaluadora”.
La firma cuenta con la asesoría de Gestión Ambiental Consultores (GAC). “En el proceso estamos acompañados por una firma consultora chilena. También hemos contratado expertos. Estudiaremos cómo hacerlo de mejor manera”, sostiene el ejecutivo
“Oportunamente estaremos haciendo las consultas comunitarias que nos sean indicadas” para que se pueda llegar a buen puerto con el proyecto, calificado como fundamental para asegurar el suministro eléctrico en los próximos años en la zona norte del Sistema Interconectado Central (SIC), agrega Rodríguez.
El ejecutivo susbrayó además que se trata de “un tema que estamos solucionando en el día de hoy. Hubo algunas observaciones sobre la municipalidad a la que correspondía alguno de los trabajos. Creemos no tener errores en nuestro documento”.
La aplicación de la consulta indígena no ha estado exenta de polémica. Un ejemplo de esto fue el caso del proyecto minero El Morro, paralizado por no haberse efectuado la consulta a las comunidades a las comunidades del Huasco.
De ahí que uno de los objetivos del nuevo reglamento del SEIA era incluir la consulta indígena en la tramitación de proyectos de inversión.
El Convenio 169 mandata que todas las medidas administrativas que son susceptibles de afectar a los pueblos originarios deben ser consultados.
Con el nuevo reglamento no sólo se hace la consulta, sino que también se requiere que la evaluación ambiental se haga distinta, con énfasis en los pueblos originarios, focalizando medidas de mitigación o reparación para ellos, explicaron en su oportunidad desde el SEA.