La nueva arremetida de Carter contra los apoderados de la ex Escuela República Dominicana en La Florida
A dos meses del desalojo, la Fiscalía de La Florida investiga a apoderados y alumnos de la escuela comunitaria República Dominicana y a dirigentes de la Aces por robo, usurpación y narcotráfico. La denuncia la hizo el alcalde UDI Rodolfo Carter, en la misma fecha en que aseguraba por la prensa que no iban a haber represalias por la toma.
La madrugada del 18 de diciembre, el proyecto autogestionado Escuela Comunitaria República Dominicana de La Florida vio su fin. Después de once meses en toma, el alcalde UDI Rodolfo Carter decidió desalojar el establecimiento para instaurar ahí un nuevo colegio artístico bajo el alero del conjunto nacional Inti Illimani. Dos meses después, el hecho sigue sacando ronchas.
Un día después del desalojo, Rodolfo Carter fue entrevistado por el programa Hora 20 de La Red, donde invitó a los padres y alumnos a ser parte del nuevo colegio “Sol de Illimani”. Pero hay algo que el alcalde no dijo en televisión: Ese 18 de diciembre, ingresó una denuncia a la Fiscalía de La Florida en la que acusaba a quienes permanecían en el colegio de robo en lugar no habitado, usurpación de propiedad municipal, activismo e incluso de redes de narcotráfico operativas adentro del recinto. La PDI comenzó a tomar declaraciones desde la semana pasada a los imputados. Y no es solo eso: los padres acusan problemas para matricular a sus hijos que son miembros del Programa de Integración (PIE) en la nueva escuela.
Pero esta no es la primera ofensiva que emprende Rodolfo Carter contra el proyecto comunitario. Antes había denunciado a dos profesoras de “ejercicio ilegal de la profesión”, lo que nunca se pudo probar pues la escuela autogestionada no funcionaba con contratos de trabajo. Cabe recordar que Carter tiene un amplio historial de polémicas: mal uso de auto fiscal para fines electorales, abuso de publicidad electoral, cuentas públicas de 45 segundos y cierre de una feria del libro son solo algunas de las que engrosan su currículum.
La denuncia de Carter
El Dínamo tuvo acceso al documento que está en la Fiscalía de La Florida, con investigación a cargo de Rodrigo Mena. El texto señala que el día 18 de diciembre a las 17:00 horas se ingresó una denuncia por parte de Rodolfo Carter Fernández en contra de las 4 personas que se encontraban en el colegio República Dominicana: La apoderada Verónica Retamal, su hijo Patricio Norambuena -alumno del establecimiento- y los dirigentes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios Tomás Araya y Eloísa González. A todos ellos se les acusa de robo en lugar no habitado y de delito de usurpación de propiedad.
El relato textual es el siguiente: “Vengo a denunciar que respecto del ex colegio República Dominicana, que se encontraba tomado hasta el día de hoy, fecha en la que fue desalojado por Carabineros, existe el justo temor de que vuelva a ser objeto de usurpación por parte de sujetos ajenos a las actividades académicas de la comuna. Solicito resguardo policial para que el colegio pueda seguir funcionando bajo otro nombre. Las activistas vinculadas a las tomas son Isabel Rivera y Verónica Aliaga. La primera es una ex apoderada del colegio. El día lunes, durante el Consejo Municipal, una dirigente social de la Villa O’Higgins denunció públicamente la existencia de redes de tráfico de drogas en el colegio usurpado, por esto se tomó contacto con el fiscal Ernesto Navarro, el que pidió que compareciera la persona a la Fiscalía, lo que no ha sido posible por temor de la denunciante, pero a pesar de esto yo haré llegar una denuncia formal por el delito de tráfico de drogas”.
Isabel Rivera y Verónica Aliaga, ambas catalogadas de “activistas”, fueron quienes llevaron adelante el proyecto del República Dominicana desde el comienzo. La primera es apoderada, presidenta del Centro de Padres, mientras que la segunda es ex concejala PS por la comuna y se desempeñó como asesora jurídica de la toma. Los padres aseguran que como el alcalde avisó a Carabineros que habían redes de narcotráfico en el colegio, el desalojo del 18 se realizó de manera violenta y con un contingente policial exacerbado para las 5 personas que estaban adentro. Además de los 4 imputados, también se encontraba Yerko Norambuena, hijo menor de Verónica de 12 años, quien presenció el operativo y también fue llevado por Carabineros a la Comisaría.
“Esto es muy raro, porque Carter decía que no iban a haber represalias y nos invitó a ser parte de este nuevo colegio (Sol de Illimani), pero ahora nos están cerrando las puertas. La denuncia nos acusa de activismo, dice que habían redes de narcotráfico, pero eso es irrisorio. Habían niños en ese colegio, 80 niños”, cuenta Isabel. La prueba del alcalde para este hecho está en base a la exposición de una dirigenta vecinal en el Consejo Municipal del día 16 de diciembre. En el documento de Fiscalía, aparece como testigo de los hechos denunciados el nombre de “NN”, mientras que el acta de dicho consejo aún no es subida al portal de transparencia de la municipalidad.
Ahora la investigación está en manos de la Fiscalía. Después de revisar las declaraciones de cada una de las partes, el fiscal decidirá si existen pruebas suficientes para empezar un juicio en contra de los imputados. El Dínamo intentó contactar a Rodolfo Carter, pero por temas de agenda no pudo responder las consultas. Desde la municipalidad aclararon que después de la presentación de la dirigenta vecinal en el Consejo Municipal del 16 de diciembre, el departamento jurídico recomendó presentar la denuncia por tráfico de drogas dentro del República Dominicana.
La trastienda del “Sol de Illimani”
Fue en diciembre de 2012 cuando se dio la orden municipal de cerrar 4 colegios en La Florida. De esos, fue el República Dominicana el que pudo salir adelante, pasando de la toma al funcionamiento normal del establecimiento, con clases, horarios y uniforme. Una alianza con el Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile ayudó con los profesores, pues la universidad reconoció las clases en el colegio como prácticas profesionales para sus alumnos. “Apoyamos regularizando el funcionamiento de las clases, asumimos el desafío de la coordinación pedagógica. Nos llamó la atención que las propias apoderadas autogestionaran el colegio, volviendo la toma un hecho positivo”, explicó el director del DEP Ernesto Águila a Ciper en enero.
Todo era con voluntariado, ningún profesor recibió sueldo y a fin de año, los niños aprobaron los exámenes libres y pasaron de curso. Durante el año se trabajó en un documento de base para transformar la escuela en un inédito Liceo Polivalente Comunitario República Dominicana. Se trataba de una propuesta que buscaba la reapertura del establecimiento -recuperar el reconocimiento legal por parte del Mineduc- bajo el alero de un liceo “público, inclusivo, integral, comunitario, democrático y de innovación pedagógica”. La idea era abrir progresivamente la matrícula de enseñanza media bajo un mismo proyecto que juntara la formación humanista y la técnica. El documento de 25 páginas también resalta los valores de participación horizontal y democrática y de vínculos con la comunidad.
Por su parte, el municipio también tenía un plan para el recinto. En septiembre comenzaron las conversaciones con los hermanos Jorge y Marcelo Coulon para un proyecto educativo artístico. Para eso, el municipio le pagó a Rodolfo Olea un millón de pesos mensuales de octubre a diciembre de 2013 para que elaborara una propuesta. Hoy él es el representante legal de Inti Illimani en el colegio “Sol de Illimani”.
Rodolfo Carter, por su parte, buscó y consiguió el apoyo de comunidades y juntas de vecinos. La primera intención era complementar ambos proyectos. Los representantes de la Escuela República Dominicana (Isabel Rivero, Verónica Aliaga y Eric Silva, del DEP) presentaron su propuesta ante el Consejo Municipal el día 11 de diciembre. Por unanimidad, se aprobó una mesa de trabajo, que se reunió por primera vez el sábado 14.
El lunes 16 de diciembre la municipalidad presentó un protocolo de acuerdo. Se trata de un documento que señala que el ex Colegio República Dominicana será reabierto con un nuevo proyecto educativo de la Corporación Municipal de La Florida (Comudef) llamado “Sol de Illimani”. Sobre la iniciativa presentada por el DEP, dice que se estudiará la posibilidad de incorporarlo para el período académico 2015.
Se le dio plazo a los apoderados hasta el día 18 de diciembre para aprobar o presentar observaciones al documento. Pero vino el desalojo, ocurrido cerca de las 5 de la mañana de ese día. Aún así, entregaron su contra propuesta, en la que señalan que el proyecto “Sol de Illimani” no considera el proyecto educativo “Liceo Polivalente Comunitario República Dominicana”. Piden incluir una educación integral, que el DEP trabaje en conjunto con la Corporación Municipal de La Florida y el grupo Inti Illimani, pues ya habían mostrado su compromiso. También piden que no se tomen represalias contra quienes participaron de la toma y se propone como fecha de entrega del establecimiento para el día 29 de diciembre. Pero todo eso quedó en nada. El colegio había sido desalojado la misma mañana.
“Después del desalojo, pregunté qué pasaba con las conversaciones. Me dijeron que ya no había acuerdo, porque el colegio ya estaba en manos de la municipalidad”, cuenta Isabel Rivera.
La polémica por las matrículas de integración
El Programa de Integración (PIE) del Ministerio de Educación es una estrategia que busca que niños que sufren de principalmente de problemas cognitivos se puedan integrar a un colegio normal mediante la ayuda constante de especialistas. Los colegios deben postular para ser parte del PIE, acreditando las necesidades especiales de sus alumnos.
En la Escuela Comunitaria República Dominicana, habían 21 niños que fueron miembros del PIE. Como el colegio no estaba reconocido por el ministerio, no fueron parte del programa. Isabel Rivera, que tiene a dos hijos en el PIE, cuenta que una de las motivaciones para tomarse el colegio fue que no había encontrado ningún otro con cupo para sus dos hijos que necesitan ayuda de especialistas. En la escuela autogestionada, habían psicólogos de la U. de Chile trabajando voluntariamente. Además eran pocos alumnos por sala, lo que permitía una enseñanza más personalizada.
Tanto en las declaraciones de Rodolfo Carter como en la promoción del proyecto “Sol de Illimani”, se señala que el nuevo recinto contaría con el programa de integración y que habría matrícula para los antiguos alumnos del República Dominicana. Pero los apoderados denuncian que ahora les están poniendo trabas por no tener los certificados al día. Las autoridades del “Sol de Illimani” piden que cada estudiante miembro del programa tenga un certificado médico que demuestre sus necesidades especiales, pero según los padres esto se lo dijeron ahora. Y en pedir una hora al doctor, pueden estar meses esperando a que los atiendan, por lo que esos 21 alumnos correrían el riesgo de quedarse sin matrícula, nuevamente.
El Dínamo se contactó con Rodolfo Olea -representante de Inti Illimani en el colegio- para conocer los pormenores del plan en la escuela artística, pero éste se limitó a señalar que los padres entregaban “información tergiversada” y que muchos “se preocupan más de sus autos que de los niños”.
“Aquí no hay que perder el norte, que es la educación de nuestros hijos. Para nosotros corresponde seguir dando la pelea porque Carter se comprometió que este 2014 todos los niños iban a ser recibidos. Ya desistimos que se llamara República Dominicana, pero lo que necesitamos es que sigan en el sistema educacional de forma regular. Hemos cedido todo, pero lo que no vamos a ceder es que los 80 alumnos se incorporen al colegio”, cuenta Verónica Aliaga.
El relato de un desalojo
El día miércoles 18 de diciembre de 2013, a las 5 de la mañana, Fuerzas Especiales de Carabineros ingresaron a las dependencias de la Escuela Comunitaria República Dominicana. En su interior se encontraba Verónica Retamal y sus dos hijos. La asamblea de la escuela había definido que por lo menos un apoderado debía estar en todo momento en el colegio. Verónica se ofreció. Incluso dejó su casa. También estaban los jóvenes de la Aces Eloísa González y Tomás Araya. Este último relata lo que pasó esa noche:
– “Carabineros entró por atrás. Estacionaron el zorrillo en la parte de posterior, reventaron el candado y entraron. Deben haber sido unos 20 efectivos de Fuerzas Especiales, que entraron mientras yo y la Eloísa estábamos durmiendo. En ningún momento tocaron la puerta. Lo normal en los desalojos es que te llaman, te dicen ‘de aquí a una hora hay desalojo’, lo que te da un tiempo de preparación. Ese es el modus operandi de todo desalojo, ya sea liceo, escuela o colegio. Ahí ya estaba extraño todo. Del portón nos tiraron al retén (móvil). Nosotros estábamos preocupados por el Yerko, pero por una ventanilla vimos que lo metieron a otro retén. Le preguntaron a la señora Verónica que quién era y dijo que era su hijo. Como era menor de edad, lo subieron a otro retén, con puros carabineros. Nos llevaron a la comisaría más cercana. El Yerko estaba ahí. Nos sentaron donde se hacen las denuncias, porque el calabozo estaba totalmente lleno. A la Eloísa la amenazaron un montón de veces, con que la iban a dejar ahí, le dijeron varios improperios, hasta que se dieron cuenta de que es un figura más o menos mediática. A las 10 de la mañana ya estábamos libres”.
– ¿Habían escuchado sobre el tema del tráfico de drogas?
El rumor de las drogas venía de hace harto tiempo. Decían que era un colegio que se daba para el libertinaje, en que las dirigentes eran las mayores vendedoras de drogas en la población. La señora Verónica desafiaba a que entrara cualquiera a ver cómo era, porque la toma era abierta.
– ¿En qué condición entregaron el colegio?
El colegio estaba impecable. Todas las salas estaban con sillas y mesas. Había un poco de desorden adentro de una sala, pero no era una toma normal, era un colegio en funcionamiento. De la toma pasó a un colegio, que bajo el empoderamiento de los apoderados empezó a funcionar.