Rosario Carvajal y la reconstrucción: “El terremoto demostró la ineficiencia del Minvu"

La excandidata a consejera regional y dirigente de la organización “Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay”, Rosario Carvajal fue uno de los dirigentes sociales que en la mañana de ayer entregó a la alcaldesa de Santiago un informe que da cuenta sobre el estado de la reconstrucción en esa zona, a 4 años de la catástrofe del 27F, cuyas conclusiones, a su juicio, “son lamentables”.

La organización “Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay” tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, coordinó a cerca de 1.000 voluntarios, todos profesionales, y sumaron el apoyo de la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos de Chile, para evaluar los 450 inmuebles damnificados, ya que la “Dirección de Obras del municipio no fue capaz de afrontar la catástrofe”, comenta la dirigenta social en relación a la gestión del edil UDI Pablo Zalaquett.

Después de cuatro años, ese mismo grupo de vecinos junto al Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa, la Fundación Hábitat para la Humanidad y Fundación Patrimonio Nuestro -instituciones que componen el Observatorio de Vivienda y Políticas Públicas Ciudadanía y Territorio-, realizaron el ejercicio de diagnosticar los 91 casos más graves de aquellas 450 viviendas correspondientes a las “casas que necesitan urgente reparación, que están colapsadas y ese fue el informe que fuimos a presentar a la alcaldesa Tohá”, agrega Carvajal.

En relación al informe “Efectos del terremoto en el Barrio Yungay”, la excandidata a consejera regional señala que “Los resultados son bastante lamentables, porque hay un alto porcentaje de viviendas que ya fueron demolidas, que nunca obtuvieron reconstrucción y que se están deteriorando cada día más producto que no se ha hecho ningún trabajo para repararlas”.

Una de las conclusiones contenidas en el documento da cuenta de que un 68, 63% de la muestra correspondería a viviendas patrimoniales urbanas que se encuentran sin reparación. Triste realidad que se debería a que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo no otorgó subsidios de reconstrucción en el Barrio Yungay, ya que este encuentra emplazado en un sector cuyos suelos poseen un alto valor, además de que los vecinos no contarían con los requisitos para obtener beneficios fiscales, lo que a juicio de Rosario Carvajal “demostró la ineficiencia del ministerio”.

En este contexto, comenta la dirigente que solicitaron a la secretaría de Estado que “se crearán instrumentos propios para reconstrucción, lo que hasta el día de hoy nunca aplicó, porque esto no es un problema solamente del terremoto, el problema es que en el ámbito patrimonial Chile no tiene políticas públicas y al no tenerlas no tiene instrumentos de prevención de riesgos al patrimonio, no tiene subsidios, créditos blandos, mantención anual que es lo que se debe hacer en casonas de características patrimoniales”, petición que no tuvo cabida ante esa administración.

El próximo lunes 3 de marzo los vecinos y las organizaciones ciudadanas del Barrio Yungay se reunirán a al mediodía con la alcaldesa de Santiago, para darle a conocer los detalles del informe elaborado por el Consorcio de Ciudadanía y Territorio y para definir una agenda de trabajo.

“Esperamos que con el gobierno de la presidenta Bachelet, con quien tenemos un compromiso para evaluar los resultados de la reconstrucción como una de las medidas de los primeros 100 días, la situación mejore, necesitamos no solo quedarnos con el diagnóstico, porque ya lo tenemos bastante claro, sino que avancemos”, señala Rosario Carvajal, aludiendo en este sentido a la nula respuesta del mandato de Sebastián Piñera en relación la materia. “Este gobierno prefirió sentarse con la Cámara Chilena de la Construcción que sentarse con los ciudadanos afectados”, sentenció.

La dirigente social espera que los vecinos del Barrio Yungay realicen un trabajo conjunto con la Corporación de Desarrollo de Santiago para generar instrumentos de reparación y la formulación de un plan de repoblamiento patrimonial que permita recuperar a las familias que se vieron obligadas a vender sus viviendas ante la inexistencia de políticas públicas que permitan la recuperación, por ejemplo, de edificios como la Basílica El Salvador, cuya fachada aún exhibe las huellas del terremoto del 1985.

Fotografía: Rosario por Santiago