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28 de Febrero de 2014

Paula Narváez, la sicóloga escalonista que llegará al segundo piso de La Moneda

La llegada de Narváez como jefa de gabinete de la Presidenta Bachelet conlleva un cambio de estilo. A diferencia de Rodrigo Peñailillo, que se ganó la confianza de la mandataria cultivando un bajo perfil y una discreción a prueba de fuego, la otrora vocera del comando presidencial de Eduardo Frei tiene experiencia con las cámaras. También posee una larga trayectoria en política, no exenta de ambiciones.

Por Daniel Martí­nez G.
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“En mi carrera me ha marcado mucho algo que me dijo mi padre: ‘Trata de ir peldaño a peldaño’. Porque cuando uno va llegando a peldaños un poco más altos, es súper importante haber recorrido el camino completo”.

La frase corresponde a Paula Narváez, sicóloga de 41 años, quien esta semana fue designada jefa de gabinete de Michelle Bachelet para su entrante gobierno. La profesional socialista, reconocida al interior de su partido como cercana al senador Camilo Escalona, ha seguido el consejo de su padre, caminando a paso lento un largo camino para formar parte del círculo de la mandataria.

Su nombramiento causó sorpresa en varios sectores. La semana pasada trascendió que Harold Correa -militante PPD era la carta elegida. Sin embargo, fuentes al interior de la Nueva Mayoría aseguran que su nombre se cayó debido al papelón por los fallidos nombramientos de subsecretarios, que pusieron en entredicho al  futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, con quien Correa comparte una larga amistad. De hecho, versiones de prensa aseguran que el actual jefe de gabinete de la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, participó en el chequeo de datos donde se pasó el hecho de que el DC Hugo Lara estaba acusado de estafa y apropiación indebida,  y que sobre el radical Miguel Moreno pesaba una causa judicial por ofensas al pudor.

La llegada de Paula Narváez a la jefatura del gabinete de la Presidenta Bachelet conlleva un cambio de estilo. A diferencia de Rodrigo Peñailillo, que se ganó la confianza de la mandataria cultivando un bajo perfil y una discreción a prueba de fuego, la otrora vocera del comando presidencial de Eduardo Frei tiene experiencia (y gusto) por las cámaras. También posee una larga trayectoria en política, no exenta de ambiciones.

Su nombre ha sonado varias veces como eventual carta al parlamento por el PS y, aunque ella se ha declarado “disponible”,  su postulación no ha fructificado. Fuentes al interior de su partido, también aseguran que tras la elección de Bachelet en segunda vuelta acarició la idea de ser nombrada ministra del Servicio Nacional de la Mujer. Una aspiración que avalaba su currículum pues hasta el viernes pasado se desempeñaba como especialista de programas para América Latina y el Caribe en ONU Mujeres y antes -en la Región de los Lagos- fue parte del equipo del Sernam.

Cercanos a la profesional, Magíster en Economía y Gestión Regional de la Universidad Austral y Máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, la describen como elocuente, carismática y con un gran poder de convencimiento, características que quedaron demostradas cuando en 2009 asumió la vocería del comando de Eduardo Frei. En un recordado episodio, la sicóloga se enfrentó en duros términos con la entonces senadora UDI Evelyn Matthei en el programa Estado Nacional de TVN, donde le enrostró la vinculación del candidato Sebastián Piñera con el caso Banco de Talca y criticarle el episodio “Piñeragate”, ocurrido en 1992 y protagonizado por la propia Matthei y el entonces abanderado de la Alianza.

“Ayer vimos a Paula Narváez en televisión. Así nos gusta la juventud. Decidida, enérgica, planteando sus ideas y sus propuestas sin miedo, sin temor y de cara a los ciudadanos“. Con esas palabras Frei condecoraba a su vocera por el episodio, que entonces opacó el desempeño del entonces coordinador general de la campaña, Sebastián Bowen, quien aterrizó en el comando como el joven revelación de la política.

Aunque unos no ahorran elogios al estilo Narváez, otros  califican a  la sicóloga de “avasalladora” y la acusan de poseer una “ambición desmedida”. “Le gusta estar frente a las cámaras y tiene buena muñeca para la maniobra política”, dicen sus detractores.

Afín al estilo Bachelet

Al interior de la Nueva Mayoría se esperaba el nombramiento de Narvaéz en un cargo de importancia, pues la sicóloga está bien considerada por la Presidenta electa. En 2008 la nombró delegada presidencial tras la erupción del volcán en Chaitén y tras culminar su labor como vocera del comando de Frei se instaló en La Moneda como coordinadora de la agenda regional de la Dirección de Programación de la Presidencia, con un sueldo de $ 3.333.333.

Ese lazo se estrechó aún más en Nueva York durante la gestión de Bachelet como directora ejecutiva de ONU Mujeres, organismo al que se adhirió Narváezz como especialista tras ganar un concurso por el cargo. “Ellas son amigas”, dice un conocedor de esa relación, que asegura que ambas se reunían informalmente en Nueva York.

Por esa amistad llamó la atención que la sicóloga no fuera convocada para trabajar por Bachelet durante la campaña con un cargo de relevancia. Según un cercano a la profesional, Narvaéz atribuyó la marginación a una operación desde su propio partido, pues durante la anterior campaña presidencial su relación con personeros como Ricardo Solari se vio debilitada. Otros sostienen que hoy también está alejada de Escalona.

Así las cosas, el año pasado la sicóloga se vio tan fuera de la foto que evaluó irse a Panamá con su esposo, que recibió un ascenso laboral que incluía quedarse en ese país.

De Puerto Montt al mundo

Paula Narváez es sicóloga de la Universidad Andrés Bello, pero de joven tomó la decisión de inmiscuirse en la política, con la intensión de acercarse al trabajo social. “Un área que le interesaba mucho”, cuentan. Para ello, realizó el citado magíster en Economía y Gestión Regional de la Universidad Austral.

Así fue acercándose al aparato estatal que maniobraba la Concertación en la década pasada, pululando entre diversos organismos públicos. Su objetivo, sin embargo, estaba mucho más allá. En 2005, Paula Narváez se comunicó directamente con la mesa directiva del PS de ese entonces para solicitar ser candidata a diputada por el distrito 58, que comprende las provincias de Chiloé y Palena. Según la versión de un miembro de la mesa local, pretendía utilizar el cupo del DC Gabriel Ascencio, que durante esos días desestimaba postularse, pero el PS le respondió que Jeny Álvarez -hoy diputada electa por la zona- era la carta socialista.

Durante esos años fue nombrada directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y luego seremi del Trabajo en la región de Los Lagos, cuyo principal objetivo era la consolidación del sistema de protección social impulsado por Bachelet. Fue entonces cuando la Presidenta puso sus ojos en ella para encabezar la misión de la reconstrucción de Chaitén.

Tras culminar el gobierno de Bachelet partió en 2010 rumbo a India a estudiar inglés por tres meses, donde también cultivó las artes del yoga. En septiembre de ese mismo año volvió a Chile y se instaló en la Fundación Dialoga, creada por Bachelet tras dejar el Gobierno. Luego viajó a Washington, donde estudió un máster de Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown. De ahí a ONU Mujeres hubo sólo un paso, cuando se abrió un cargo cercano a Bachelet.

La reconstrucción

Si bien el respaldo al trabajo que ha realizado a lo largo de su carrera es transversal, también hay quienes cuestionan duramente su paso como delegada presidencial luego de la erupción del volcán Chaitén.La acusan de haber realizado una gestión deficiente.

La entonces Presidenta Michelle Bachelet decidió designarla para enfrentar la emergencia en esa comuna y luego coordinar las actividades de reconstrucción en Santa Bárbara sur, un poblado ubicado a diez kilómetros donde debía fundarse Nueva Chaitén.

Conocedores de la zona dicen que su experiencia en la reconstrucción de la ciudad fue negativa. “Fue lo más inoperante que hay”, comentan. Y agregan: “La reconstrucción se demoró muchísimo y hubo varios problemas que impidieron a las familias poder reubicarse ahí”. Varios años después de la erupción, aún no había edificios gubernamentales ni caminos asfaltados para llegar a la zona.

Al otro extremo, otro parlamentario de la zona defiende la labor de Narváez y asegura que “hizo un gran trabajo relocalizando gente en diferentes comunas, así como en Nueva Chaitén”. “Lo que pasó ahí, los problemas, tuvieron que ver con el ministerio de Vivienda, entre la burocracia y fondos que faltaban. Ella hizo lo que tenía que hacer y lo hizo excelente”, dice.

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