Bachelet en su primer discurso: “Chile no puede ser sólo un conjunto de números y estadísticas, debe ser una mejor patria”
En un señal crítica a su antecesor, la mandataria llamó a reconstruir la confianza en las instituciones y a apoyar su programa de gobierno con énfasis en la educación gratuita.
Tras recibir -por segunda vez- la banda presidencial en el Congreso, y luego sostener reuniones con jefes de Estado en Cerro Castillo, Michelle Bachelet volvió a Santiago para continuar la extenuante jornada de sucesión. A bordo del republicano Ford Galaxie 500 XL de 1966, descapotable, que le regaló la Reina Isabel II a Eduardo Frei Montalva, Bachelet hizo ingreso a la capital, recibiendo los saludos de su adherentes en la Alameda, y enfilando rumbo a La Moneda, donde dio su primer discurso como la Mandataria que guiará los destinos del país de aquí a 2018.
La entrada al Palacio fue desde la calle Agustinas, donde la Mandataria descendió del automóvil y caminó resueltamente, atravesando la Plaza de la Constitución. Una alfombra roja guiaba sus pasos. En el camino saludó a algunos adherentes y a su tropa de ministros que se ubicaron en la medialuna. Antes de ingresar a Palacio la guardia de honor le rindió honores. Una buena puesta en escena para el discurso que Bachelet ejecutaría.
Desde el balcón de la casa de gobierno, Bachelet subrayó para la galería: “Hace 4 años atravesé esta puerta y ustedes me acompañaron en mi despedida; hoy vuelven a estar acá conmigo, en la casa de los presidentes y presidentas de Chile”.
Luego agregó: “Se lo que es luchar por una patria libre, sin los enclaves autoritarios… Y mi compromiso es que esta plaza sea la Plaza de la Constitución, de una constitución nacida en democracia”.
“Agradezco el cariño y la confianza que han depositado en mí (…) Ustedes han sido protagonistas de muchos sucesos donde la ciudadanía ha luchado por sus derechos y ha asumido el protagonismo” indicó la mandataria. “Es hora de poner los sueños en marcha, de empezar juntos a andar el camino al desarrollo”, agregó.
Dijo que su proyecto de país necesita de “todas las miradas”, y que “Chile tiene un sólo gran adversario: la Desigualdad” para representar la urgencia de sacar adelante las 50 medidas que ha comprometido para los primeros 100 días de su gobierno.
Bachelet hizo alusión a varios de los puntos clave de su programa de gobierno, como el fortalecimiento de la educación pública y de la salud pública. “Estos compromisos requieren de un país dinámico, donde los desafíos del crecimiento requieren no sólo de eficiencia sino también de acuerdo políticos”, pero donde también “el respeto por los derechos sea una realidad para todos y todas“.
“Creemos que puede haber un Chile diferente y mucho más justo. Quiero que el día que me vaya, sientan que Chile está mejor“, manifestó la Presidenta. “Chile no puede ser sólo un conjunto de números y estadísticas, debe ser una mejor patria para vivir“.
El programa de la Nueva Mayoría, enfatizó, “es un contrato solemne entre ustedes y esta Presidenta (…) un programa que compromete una reforma educacional con inclusión y mejores perspectivas para todos los niños y niñas de Chile, que se compromete con un trabajo decente, con sueldos dignos; con el medioambiente, con ciudades y barrios amables, que se compromete a atacar el delito pero también a prevenirlo, que cree que el deporte y la cultura no son sólo para quienes pueden pagarlos sino para todos”.
“Tenemos un proyecto de país que requiere de todas las miradas. Y cada uno de nosotros puede hacer la diferencia”, agregó Bachelet, insistiendo en que “sólo juntos podemos reconstruir la confianza en la participación y las instituciones. Chile tiene un sólo gran adversario, la desigualdad, y sólo juntos podemos enfrentarla. Y empezaremos ahora”, indicó.
La presidenta aseguró que iniciará en los 100 primeros días de su gobierno “las tareas que no pueden esperar. Debemos empezar ahora porque tenemos urgencia“, manifestó.
“Juntos llegamos aquí; ustedes me han traído aquí. Gracias, y ¡Viva Chile!”, finalizó.