Embajador peruano aclara que la esposa de Humala no rompió el protocolo
El diplomático Carlos Pareja explicó que "el protocolo lo marca el país anfitrión y el país quiso que la señora Heredia pasara por la alfombra roja y el cordón de honor".
La esposa del presidente de Perú, Ollanta Humala, Nadine Heredia, no rompió el protocolo en Santiago de Chile, al acompañar a su cónyuge por el cordón de honor dispuesto a su llegada, pues fue invitada por personal de la Cancillería chilena, aclaró hoy el embajador peruano Carlos Pareja.
Varios medios de prensa peruanos criticaron en sus ediciones de hoy que la primera dama haya recibido los honores reservados para los jefes de Estado, a su llegada al aeropuerto de Santiago junto al mandatario para asistir a la asunción de mando de Michelle Bachelet.
Pareja explicó que “el jefe de protocolo (de la Cancillería chilena) la invita (a Heredia) a que acompañe a su marido”, a través de una alfombra roja resguardada por escoltas militares.
En declaraciones a RPP Noticias, el embajador agregó que “el protocolo lo marca el país anfitrión y el país quiso que la señora Heredia pasara por la alfombra roja y el cordón de honor“.
Una nota de prensa de la embajada peruana detalló que la bienvenida a Humala y a la primera dama se encuentra definida en el programa que incluye a los cónyuges de los jefes de Estado “y está ajustado al protocolo establecido por la Cancillería chilena para todas las delegaciones que arribaron a Santiago, tal como sucedió en el caso del presidente de México, Enrique Peña Nieto y su esposa”.
Pareja añadió que el viaje de Humala a Chile responde a su participación en la ceremonia de asunción de mando de la presidenta, Michelle Bachelet, y que no tenía la solemnidad de una visita de Estado.
Humala tendrá un encuentro privado con Bachelet, tras el almuerzo que la mandataria chilena ofrecerá esta tarde a sus invitados, según confirmó el embajador.
Nadine Heredia es presidenta interina del partido Nacionalista y ha sido recientemente cuestionada por la oposición peruana por su presunta influencia en el Ejecutivo.