El Ejército habría presionado la salida del ex juez Alejandro Solís como colaborador de causas de DD.HH.
El ex magistrado renunció el viernes en la Corte Suprema, su salida sería la consecuencia de una serie de presiones ejercida por el Ejército en el Poder Judicial desde que fue procesado el general (r) Carlos Eduardo Oviedo, hermano del nuevo comandante en jefe de la institución.
El viernes el ex ministro de de la Corte de Apelaciones Alejandro Solís, quien investigó el caso Prats, renunció a la contratación como experto y de apoyo a las causas de Derechos Humanos con los ministros que tienen dedicación exclusiva en estas causas.
Como lo consignó una nota en El Mercurio el día sábado, algunas de las razones habrían sido los cuestionamientos por parte de de abogados de militares y colegas que no estaban en total conocimiento de la nueva labor que iba a realizar.
Según la nota publicada hoy por Ciper, fue el viernes a primera hora cuando el ex ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, se enteró que ya no podría seguir trabajando con los siete ministros designados en Santiago para colaborar en los cientos de procesos prorrogados por crímenes y torturas cometidos durante la dictadura (Sólo un mes duró en sus funciones). Según este medio, lo sucedido con Solís fue sólo una consecuencia de la presión que comenzó desde el propio Ejército cuando en noviembre pasado fue procesado y encargado reo un general (r), hermano del general Humberto Oviedo Arriagada, quien acaba de asumir la comandancia en jefe del Ejército.
Además, una de las personas que encontró “improcedente” su nueva labor, fue el abogado Jorge Balmaceda, como se consigna en la nota de Ciper, pero también fue el argumento que esgrimieron en tribunales algunos ministros de la Corte Suprema que siempre han abogado por este tipo de causas. “Lo que resultó sorprendente es que fuera también la causal que argumentaría el ministro Hugo Dolmestch, coordinador nacional del área, para impugnar la contratación de Alejandro Solís. Y ello, porque quién mejor que Dolmetstch, que llevó el caso de la Operación Albania, para conocer de la seriedad del trabajo de Solís”, explica el artículo.