Francia pone luz roja al cultivo de una variedad de maíz transgénico
Pese a que el Mon 810 está autorizado por la UE, el Ejecutivo francés adopta esta decisión, a pocas semanas de la siembra, amparándose, en que dicho producto podría propagar "organismos dañinos".
El Gobierno francés dio a conocer este fin de semana un decreto que prohíbe el maíz transgénico de Monsanto autorizado por la Unión Europea, a escasas semanas de que comience la siembra, y en espera de un proyecto de Ley que se presentará en abril.
El Ejecutivo justificó la prohibición de la variedad Mon 810 debido a que su cultivo “sin medidas de gestión adecuadas presentaría riesgos graves para el medio ambiente, así como un peligro de propagación de organismos dañinos” resistentes a causa, precisamente, de los transgénicos.
La normativa apuntó en varias ocasiones a un “principio de precaución” y a las “incertidumbres” sobre las consecuencias de este maíz genéticamente modificado, consigna ABC.
El origen y los riesgos
Este decreto se concreta luego de que Asociación General de Productores de Maíz (AGPM), que reúne a productores franceses, anunciara el mes pasado la intención de algunos de sus miembros de recurrir este año al maíz transgénico autorizado por la UE.
El Consejo de Estado en Francia ha invalidado en dos ocasiones otros tantos decretos de prohibición de este maíz transgénico, el primero de 2008 y el segundo de 2012, por considerar que no se sustentaban en estudios que de forma “seria” demostraran un riesgo sanitario.
El Gobierno francés ha mostrado su voluntad de modificar los procedimientos europeos de autorización de los OGM para endurecerlos y permitir que sea cada país el que decida en última instancia.
El Mon 810 fue autorizado por la UE en 1998 sobre la base de una directiva europea de 1990, cuyo nivel de exigencia en materia y evaluación de riesgos “es mucho más débil” que la que le sustituye desde 2001.
Las autoridades galas además indicaron que la Comisión Europea prepara una modificación de esta directiva más reciente, y que para eso mantiene discusiones con los Estados miembros.
Francia además se refrió a pronunciamientos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria y a publicaciones científicas “recientes” que “aportan elementos científicos nuevos que ponen en evidencia riesgos vinculados al maíz Mon 810”.