Desestiman petición de Kim Dotcom para acceder a prueba intervenida por el FBI
Esta decisión, además, se da después de que el Tribunal de Apelaciones de Nueva Zelanda declarase legal el registro policial practicado en enero de 2012 en la mansión de Dotcom situado a las afueras de la ciudad de Auckland.
El Tribunal Supremo de Nueva Zelanda desestimó hoy una petición del fundador del clausurado portal Megaupload, Kim Dotcom, para acceder a la prueba que tiene el FBI para un juicio en EE.UU. por supuestos delitos contra los derechos de autor, informaron fuentes judiciales.
Tras conocer el fallo emitido en Wellington, Dotcom, quien espera en libertad condicional en Nueva Zelanda el inicio del juicio de extradición a EE.UU, dijo en la red social de Twitter que “el ser derrotado es a menudo una condición temporal. Darse por vencido es lo que la hace (a la derrota) permanente”.
La decisión del Supremo neozelandés se anuncia después de que el Tribunal de Apelaciones revirtiera una decisión de una instancia de distrito, respaldada también por el Tribunal Superior, que permitía a Dotcom acceder a las pruebas.
“El Tribunal Distrital se equivocó al ordenar la divulgación de los documentos concernientes”, dijo hoy el juez John NcGrath, según la agencia neozelandesa APNZ.
El juez añadió que “no se puede decir que los recurrentes serán, sin mayor información, privados de la oportunidad de defender apropiadamente el caso contra ellos”.
Esta decisión, además, se da después de que el Tribunal de Apelaciones de Nueva Zelanda declarase legal el registro policial practicado en enero de 2012 en la mansión de Dotcom situado a las afueras de la ciudad de Auckland.
Esas acciones fueron parte de un vasto operativo orquestado por la Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI) contra la piratería informática, que incluyó detenciones en Nueva Zelanda y Europa, así como la confiscación de sus bienes, la congelación de sus cuentas y el cierre de Megaupload.
Estados Unidos quiere juzgar a siete ejecutivos de Megaupload -entre ellos Dotcom y otras tres personas que se encuentran en Nueva Zelanda- por cargos relacionados con delitos de piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero.