Líderes europeos apoyan rebaja de objetivos en lucha contra el cambio climático
Los Veintiocho subrayaron que las políticas del ramo deben garantizar que se pueda comprar energía "a precios asequibles", la competitividad industrial y la seguridad del abastecimiento.
Los líderes de la Unión Europea (UE) apoyaron este viernes la reducción de su ambición en las políticas de lucha contra el cambio climático, al respaldar la línea moderada propuesta por Bruselas para los objetivos climáticos y energéticos hasta 2030.
En las conclusiones de la cumbre europea celebrada este jueves y viernes en la capital europea, los Veintiocho subrayaron que las políticas del ramo deben garantizar que se pueda comprar energía “a precios asequibles”, la competitividad industrial y la seguridad del abastecimiento.
Además, defienden que se deje a los países margen para aplicar los objetivos establecidos a nivel europeo, en línea con la propuesta presentada por la Comisión Europea en enero.
Este documento plantea un objetivo de obligado cumplimiento del 40 % para el recorte de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030, partiendo de los niveles de 1990, y que las renovables supongan como mínimo el 27 % de la energía que se consumirá en la Unión en 2030.
Sin embargo, la meta de las renovables sería obligatoria sólo a nivel europeo y Bruselas no fijaría objetivos vinculantes para cada país, como sí hizo para 2020.
La propuesta de la Comisión también deja caer el objetivo de eficiencia energética que se estableció para 2020, un punto mencionado de manera general en las conclusiones de los líderes europeos, que optan por revisar más adelante la directiva sobre eficiencia energética.
La propuesta debe recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y los Estados miembros para entrar en vigor, aunque la Eurocámara se ha mostrado en su posición preliminar a favor de aumentar el nivel de la propuesta, con un objetivo del 30 % para las renovables.
Por su parte, los Veintiocho abogan por trabajar con rapidez en varias cuestiones “para favorecer un pronto acuerdo sobre el nuevo marco de actuación en materia de energía y clima para el periodo comprendido entre 2020 y 2030”.
Las prioridades de los Estados miembros comprenden “garantizar la seguridad del abastecimiento energético para los hogares y las empresas a precios asequibles y competitivos”.
Los países piden también “flexibilidad a los Estados miembros en cuanto al modo de cumplir sus compromisos, para atender a las circunstancias nacionales y respetar la libertad de los Estados miembros para determinar sus respectivas combinaciones energéticas”.
Además, requieren que se analicen el impacto que tendrán los objetivos de reducción de emisiones y de fomento de las renovables en cada país y que se establezcan “mecanismos que propicien un reparto equitativo del esfuerzo y fomenten la modernización del sector energético”.
También apuestan por que se tenga en cuenta a la industria europea, de manera que las medidas que se aprueben no afecten a la competitividad de aquellas que consumen mucha energía.
Los líderes europeos volverán a revisar esta cuestión en la cumbre que celebrarán en junio, “con ánimo de tomar una decisión final sobre el nuevo marco de actuación lo antes posible y, a más tardar, en octubre de 2014”.
La comisaria europea Connie Hedegaard subrayó la “buena noticia” que supone que los líderes hayan establecido esta fecha para aprobar los objetivos, y recalcó que el desarrollo de políticas climáticas “ambiciosas” es el camino para que la UE tenga una mayor independencia energética.
Las críticas ambientalistas
Desde la otra vereda, para la ONG ambientalista WWF el resultado de la cumbre “añade un insulto a la injuria: la Comisión ha rebajado su ambición para lograr la aprobación (del paquete) por parte del Consejo, y el Consejo se muestra reacio a aprobarlo” debido a que retrasa a octubre la toma de decisiones.
“Esta manera de hacer las cosas puede llevarnos pronto a que el ‘lo haremos después’ se convierta en un ‘ya es demasiado tarde'”, advirtió el director de WWF Europa, Tony Long, en un comunicado, mientras que por su parte Greenpeace planteó que retrasar estas políticas prolonga la dependencia energética de la UE.
“El cambio climático está pasando, pero en cambio no hay acción gubernamental”, dijo por su parte la coordinadora para Energía y Cambio Climático de Amigos de la Tierra Europa.