La travesía de Allamand para convertirse en el dique de la reforma educacional de Bachelet
De vuelta en el Senado, la ex carta presidencial de RN tiene decidido pasar de largo de las pugnas partidarias. Su objetivo hoy es otro: convertirse en un referente en el tema de educación dentro de su sector y ser reconocido por el gobierno como su contraparte en la reforma educacional basada en la promesa de gratuidad y fin al lucro.
“Es una señal política de nulo entendimiento. (Jaime) Quintana ha dicho que el propósito es imponer a rajatabla la reforma. Tener una mirada tan negativa de lo que Chile ha hecho en los últimos 25 años me parece muy mal”.
Esa fue la respuesta del senador por Santiago P0niente Andrés Allamand (RN) a las controvertidas declaraciones del senador Jaime Quintana (PPD), que esta semana remeció a toda la clase política al amenazar con el uso de una “retroexcavadora” para “destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura”.
Desde que asumió como senador el 11 de marzo, el ex candidato a la presidencia de la República de RN ha sido cuidadoso; habla poco y elige muy bien el momento en que lo hace. En Twitter ha escrito solo cuatro veces: dos el día en que juró en el Senado y dos más respondiendo al Ejecutivo por las decisiones entorno a la inminente reforma educacional que presentarán dentro de los primeros 100 días de gobierno. Ningún otro tema lo ha acercado a la prensa.
Y es que desde su regreso al Senado tras su derrota frente a Pablo Longueira (UDI) en las pasadas de elecciones primarias de la Alianza y luego de haber superado estrechamente a Pablo Zalaquett en las parlamentarias, Allamand se avocó a delinear cuál será su rol de cara al momento político que vive el país con una Nueva Mayoría que se alza en promesas de educación gratuita, reforma tributaria y constitucional. Y en medio de una derecha que aun trata de recuperarse tras la monumental derrota en las urnas y que se divide entre los que apuestan por un segundo tiempo del ex presidente Sebastián Piñera y los creen en la aparición de un nuevo liderazgo.
La decisión del senador RN, hasta ahora, es pasar de largo de las pugnas partidarias. Pese a la insistencia de un sector de RN, ha dicho en privado que no está dispuesto a asumir el mando de la tienda de calle Antonio Varas y apuesta por la candidatura del diputado Cristián Monckeberg como carta de reemplazo de Carlos Larraín. El objetivo inmediato del parlamentario hoy es otro: convertirse en un referente en el tema de educación dentro de su sector y ser reconocido por el gobierno como su contraparte en la reforma educacional basada en la promesa de gratuidad y fin al lucro.
Por lo anterior, el senador RN se hizo miembro de la comisión de Educación de la Cámara Alta -junto a Ena von Baer (UDI), Fulvio Rossi (PS), Ignacio Walker (DC) y el propio Quintana. No era un cupo natural para él pero se lo pidió directamente a la mesa directiva de Renovación Nacional, en medio de las negociaciones con la Nueva Mayoría para la definición de comisiones.
Un cercano al parlamentario confirma que en este periodo Allamand quiere ser referente para enfrentar la reforma educacional de Bachelet. “Ahí se requiere tener mucho argumento, conocimiento del tema, personalidad y, sobre todo, una convicción en el área. Él cree que puede ser un gran aporte”, agrega. Una tarea, eso sí, en la que se alzará en solitario.
Durante su carrera parlamentaria o en su paso por el gobierno de Sebastián Piñera, Allamand no centró su labor en el tema educacional, salvo algunos aportes que trabajó junto a su esposa la ex diputada UDI, Marcela Cubillos, que por diez años integró la comisión respectiva de la Cámara Baja. En el Congreso participó en las comisiones de Agricultura, Economía, Ética y Transparencia, Medio Ambiente y Bienes Nacionales, y Trabajo y Previsión Social. En el Ejecutivo encabezó el ministerio de Defensa, aunque al inicio de la administración de Piñera dejó en claro que su principal aspiración era encabezar el ministerio de Relaciones Exteriores y no escondió su sensación de traición cuando el mandatario optó por Alfredo Moreno en esa cartera.
En su anterior periodo en el Senado, Allamand también apostó por desmarcarse de la UDI y del ala más conservadora de su partido y delinearse como un político más liberal. De ahí que uno de sus proyectos ícono fue el Acuerdo de Vida en Pareja.
En su círculo explican que Allamand busca perfilarse en educación porque también cayó en cuenta de que tiene una ventaja comparativa respecto a sus pares de la Alianza, que son frecuentemente cuestionados por ser parte de la industria, como es el caso de los ex ministros Cristián Larroulet y Joaquín Lavín, o el diputado Ernesto Silva, todos vinculados a la propiedad de la Universidad del Desarrollo, o el senador Hernán Larraín que participó en el directorio de la Universidad Santo Tomás entre 2003 y 2010.
“Es uno de los pocos dentro de la Alianza que no está vinculado al negocio de la educación” y no tiene conflictos de interés para hablar con propiedad sobre una reforma. Si no fuese él, ¿quién?…El no puede ser objeto de críticas por ningún lado”, agrega un cercano al senador.
En solitario
En este escenario, Andrés Allamand buscará defender la postura de la Alianza como líder de la discusión educacional de la oposición, sin el fantasma que persigue a muchos de sus pares de la derecha. Entre todos buscan defender lo que en el sector llaman “libertad de enseñanza”, resguardar la existencia de la educación particular subvencionada y mantener -en la mayoría de los casos- la municipalización, precisamente una visión contraria a la reforma a la que apunta Michelle Bachelet.
Pero Andrés Allamand ha actuado solo. A diferencia de las bancadas UDI y RN que en bloque han salido a criticar los proyectos de Michelle Bachelet, el senador por Santiago Poniente las pocas veces que ha hablado con la prensa lo ha hecho en solitario.
Quiénes se relacionan con él cuentan que ha estado más hermético que de costumbre y trabajando de cabeza en temas de educación, “aprendiendo más”. Ya cuando fue candidato presidencial de la Alianza en las primarias, el senador RN preparó un documento con sus principales propuestas en al área, que incluían el aumento de la subvención escolar y financiar solo la educación superior de los tres quintiles más pobres.
Hoy basará sus proyectos de ley en esa visión, con la asesoría del Instituto Libertad, centro de estudios ligado a Renovación Nacional, que también asesora al resto de los parlamentarios del partido. Cada martes y miércoles, expertos del organismo viajan hasta el Congreso para guiar el desarrollo de diversas iniciativas, incluidas las de educación.
Las otras reformas
Este lunes, el Gobierno anunció el retiro de tres proyectos de educación que se encontraban en el Congreso tramitados durante la administración de Sebastián Piñera: el que crea la Superintendencia de Educación, el de la Agencia Nacional de Acreditación y otro sobre el financiamiento para la educación superior. Allamand criticó la nula “voluntad de diálogo” del Ejecutivo y la imposición de una voluntad.
Los tres proyectos retirados iban también en la línea de lo que proponía Allamand en su campaña de primarias. En su proyecto el entonces candidato a la presidencia buscó diferenciarse de Bachelet al no ofrecer gratuidad universal porque “es injusto que los que más tienen no paguen”, según decía, y no querer “destruir la educación particular subvencionada”.
La propuesta de Allamand en ese momento apuntaba al aumentar al doble la subvención escolar, becar al 60 por ciento “menos favorecido para la educación universitaria” y extender el Crédito con Aval del Estado al 10 por ciento que hoy no recibe ayuda, de esta manera “fortaleciendo la educación pública y la privada, para los padres elijan la educación de sus hijos”. Hoy su proyecto sigue siendo el mismo, aunque profundizado, y con el que pretende responder a la reforma de Bachelet.
Por otra parte, el Instituto Libertad junto a Renovación Nacional prepara una contrapropuesta de reforma educacional, algo similar a lo que hizo la Unión Demócrata Independiente (UDI) al anunciar una reforma tributaria alternativa a la del Gobierno, la que será ingresada al Congreso este lunes, según comunicó Bachelet. Según indican al interior del partido, Allamand no ha descartado aún su participación en esa respuesta como senador de RN, en paralelo a la suya.
El organismo ligado a esa colectividad enfocará su iniciativa “en la sala de clases”, según explica José Ignacio Charme, asesor legislativo de centro de estudios. “Es importante aterrizar la propuesta y dejar de lado la ideología”, dice, por lo que será una propuesta enfocada en potenciar la carrera docente y la estructura educacional. Una propuesta similar a la de Andrés Allamand que coincide además en no entregar gratuidad universal. “El que puede pagar, que siga pagando. Hay que ponerle el foco a quien no puede pagar y se está quedando afuera por eso”, concluye.
La pelea por la gratuidad
Para aprobar la ambiciosa Reforma Educacional, el Gobierno necesita alcanzar al menos cuatro séptimos de los votos: 69 en la Cámara de Diputados y 22 en el Senado. Para la primera, si toda la Nueva Mayoría vota en bloque y suman 2 votos independientes -entre Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Alejandra Sepúlveda o Vlado Mirósevic-, la reforma se aprobaría sin problemas.
En la Cámara Alta, sólo necesitan un voto adicional al del bloque oficialista -entre Carlos Bianchi y Antonio Horvath- para darle luz verde a la promesa de campaña. El panorama podría cambiar solo si la Democracia Cristiana pusiera en duda el apoyo irrestricto a la Mandataria, una luz al final del túnel que Allamand podría seguir -y negociar- para evitar que se aprueben los artículos más polémicos, como la gratuidad total con la que que parte de la falange ha tomado distancia.
“Generalmente, un sector de la izquierda enfatiza más la educación pública. Nosotros creemos en la educación pública, mixta y privada. Generalmente, un sector de la izquierda enfatiza en el derecho a la educación; nosotros, junto con ello, enfatizamos la libertad de enseñanza”, dijo el senador DC Ignacio Walker en Estado Nacional hace unas semanas.
En ese sentido, la ex ministra de Educación y diputada por Copiapó, Yasna Provoste, en una entrevista con la Radio Universidad de Chile, habló de las “dos almas” de su partido frente a críticas por un supuesto “interés económico en educación” al interior de su colectividad.
Son las dos almas que podrían chocar al momento de votar la reforma educacional de Bachelet, abriendo paso a la ansiada búsqueda de acuerdos entre Renovación Nacional y la Democracia Cristiana, que ya tuvo acercamientos el año pasado por el cambio al binominal y que podría revitalizarse en el área educacional.
Un militante histórico del sector dice que “puede ser que terminen coincidiendo en algunas cosas, como una postura tácita” y que “terminen votando igual en algunos aspectos”.
Articulado como un líder de centroderecha, más liberal y menos dogmático, Andrés Allamand se erguiría como protagonista de la discusión educacional en el Senado, un nicho que hoy nadie ocupa con propiedad en la derecha.