Macleta realizó su primer conteo de ciclistas calzada/vereda

Hace un tiempo para una entrevista, que está publicada en TheAtlanticCities.com, nos preguntaron por los ciclistas de vereda y, de la manera más objetiva posible, nos pidieron dimensionar este tema. La verdad era una sola, sabemos poco de los ciclistas, en general para hablar nos afirmamos de la Encuesta Origen Destino de Viajes de Santiago, la cual es bastante antigua (fue realizada en 2001 y actualizada en 2006) y no refleja el aumento explosivo que ha tenido el ciclismo como medio de transporte en la Región Metropolitana.

Las mediciones realizadas hace un par de años por UYT y Ciudad Viva nos han dado excelentes datos, pero lamentablemente no dan cuenta de lo que sucede en la relación calzada-vereda. Aunque estas mediciones nos han dado importantes argumentos para exigir más ciclorrutas, porque muestran un aumento sobre el 20% de uso de la bicicleta, no sabemos qué pasa en la vereda y la dimensión de su uso, que aunque ilegal, sigue creciendo y ha acaparado la discusión sobre la bicicleta como medio de transporte.

Por ello, lápiz en mano, salimos a la calle para conocer que sucedía el miércoles 16 de abril del 2014, desde las 7:30 a las 8:30 horas. ¿Qué podemos decir?:

1. Que en la calle Manquehue al llegar a Alonso de Córdova, en la comuna de Las Condes, pasaron un total de 44 bicicletas. 30 iban de sur a norte y 14 de norte a sur. Del total de bicicletas que pasaron, 9 iban por la calzada y 35 por la vereda.
2. En Pedro de Valdivia, justo frente a la Municipalidad de Providencia nos instalamos a ver qué sucedía en la parte oriente de la avenida. Pasaron un total de 88 ciclistas; 80 ciclistas iban por la vereda (hacia el norte y hacia el sur), sólo 8 iban en la calzada hacia el norte.
3. Que en Diagonal Oriente pasado Américo Vespucio en Ñuñoa, pasaron 52 ciclistas de oriente a poniente, de ellos 46 utilizaban la calzada y 6 la vereda.
4. En el caso de la calle Monjitas, en el centro de Santiago, también considerando sólo los que viajaban de oriente a poniente, observamos a 72 ciclistas. 49 ciclistas iban por la calzada y 23 utilizaron la vereda.

¿Conclusiones de este ejercicio?

Varias y aquí compartimos algunas: lo primero, el “gran problema” de los ciclistas de vereda debe ser puesto en perspectiva. Sí, no es legal andar por la vereda y quienes me conocen saben que los “veredistas”, como tiendo a decirles, no son santos de mi devoción; no obstante, también es cierto que algunos medios han mostrado este tema como un “problema nacional”, cuando en realidad 35, 89, 6 y 23 ciclistas en la vereda no es un problema de seguridad pública.

¿Debe ser abordado? ¡Por supuesto! ¿Es un tema de Estado? ¡De todas formas! Pero no hay una guerra entre ciclistas y peatones y el foco está en cómo distribuimos el espacio urbano, restando espacio al automóvil que mueve menos del 30% de los viajes, en pos de dar más espacio a ciclistas y peatones.

Lo segundo importante, es que este es un buen ejercicio para realizar seguimiento y evaluación. Lo que hicimos es una línea de base o especie de fotografía que nos permitirá evaluar en uno o más años cuánto hemos avanzado… o retrocedido. Por ejemplo, la medición de Pedro de Valdivia nos permitirá evaluar la ciclovía que se construirá en Ricardo Lyon y resolver la gran duda que algunos tenemos ¿nuevas ciclovías de verdad eliminarán a los ciclistas de vereda o el problema es otro?

Finalmente, invitamos a los Municipios y al gobierno a hacer seguimiento, a tomar la iniciativa y salir pronto a contar cuántos somos y por dónde nos movemos. Además, pregúntenos por qué usamos la bici, qué valoramos más de las facilidades que existen y que cosas nos hacen más inseguro o incómodo el viaje en la infraestructura que ya está funcionando. Súbanse a la bici y prueben sus bondades, pero también sufra en las ciclovías que no han sido mantenidas, los peraltes en las intersecciones, las ciclobandas de 50 centímetros y los paraderos en las ciclovías.