Oceana solicita a Subpesca medidas para evitar depredación de tiburones en mar chileno
El 6 de junio de 2011 el Congreso Nacional aprobó la Ley que prohíbe el aleteo de tiburones en Chile. El proyecto había ingresado al Congreso en enero del mismo año, elaborado e impulsado por Oceana, con el fin de proteger a estos animales a través de la prohibición de la práctica del aleteo, es decir, la práctica de cortarles las aletas para luego arrojar el cuerpo al mar.
La organización internacional del conservación marina Oceana solicitó al Subsecretario de Pesca, Raúl Súnico, la adopción de medidas para la protección de tiburones que están siendo afectados severamente por las actividades pesqueras realizadas en Chile. En particular, Oceana se refirió a los altos índices de pesca incidental de tiburones que produce la pesquería de pez espada en el norte del país.
“Hemos solicitado al Subsecretario de Pesca implementar medidas urgentes para proteger a los tiburones en Chile que, a pesar de lo que se cree, son muy abundantes en nuestro país. Estas especies están amenazadas en el mundo entero y, por el importante rol que cumplen en el ecosistema, debemos evitar por todos los medios que sigan disminuyendo”, señaló el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz.
Oceana apuntó específicamente a la flota industrial que se dedica al pez espada, que presenta niveles inusualmente altos de captura incidental o involuntaria de tiburones, especialmente de azulejos y marrajos.
En su informe “Explotación de tiburones pelágicos: Pesca incidental y práctica de aleteo”, Oceana asegura que la pesquería del pez espada es una de las que presenta una mayor tasa de captura incidental de tiburones, hecho que se explica por el tipo de reinal o cordel utilizado, es decir, por la línea que sostiene el anzuelo y que lo une con la línea principal. Al ser de alambre de acero, una vez que los tiburones la muerden son incapaces de cortarla y escapar, como sí sucede cuando el reinal es de monofilamento de nylon (sin alambre). Las cifras expuestas por Oceana hablan de una pesca incidental de tiburones –sobre todo de azulejos y marrajos- de un 50%, 42% y 32% para los años 2006, 2007 y 2008, respectivamente. Es decir, según los datos más alarmantes, de cada 10 ejemplares capturados 5 son tiburones y no la especie objetiva.
Asimismo, el informe hace referencia a diversos estudios que han demostrado que los reinales construidos sólo con monofilamento de nylon tienden a aumentar las capturas de pez espada respecto a aquellos elaborados con alambre y, a la vez, reducen efectivamente la captura incidental de tiburones.
“Chile dio un paso importante el 2011 al aprobar la ley que prohíbe el aleteo de tiburones. Pero es urgente dar un nuevo paso para proteger a los tiburones de la amenaza de la pesca incidental asociada a las pesquerías de nuestro país”, agregó Muñoz.
El 6 de junio de 2011 el Congreso Nacional aprobó la Ley que prohíbe el aleteo de tiburones en Chile. El proyecto había ingresado al Congreso en enero del mismo año, elaborado e impulsado por Oceana, con el fin de proteger a estos animales a través de la prohibición de la práctica del aleteo, es decir, la práctica de cortarles las aletas para luego arrojar el cuerpo al mar.
Los tiburones cumplen un papel esencial en el funcionamiento de los ecosistemas marinos. Al ser predadores tope, su disminución puede desestabilizar la cadena alimentaria y provocar muchos impactos ecológicos negativos en las estructuras y las funciones de las comunidades y ecosistemas marinos. Lamentablemente son altamente vulnerables a la explotación y requieren de muchas décadas para recuperarse, porque crecen lentamente, alcanzan su madurez sexual en forma tardía, tienen un largo período de vida, largos períodos de gestación y, en general, tasas reproductivas bajas.