Manuel Contreras sumó nueva condena por violaciones a los DDHH
Además de Contreras, que suma ya condenas por cerca de 400 años de prisión en decenas de casos de violaciones a los derechos humanos, fueron sentenciados a 15 años de cárcel el brigadier Miguel Krasnoff Martchenko, el coronel Marcelo Moren Brito y el ex suboficial Basclay Zapata.
La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó hoy una nueva condena de 15 años de prisión para Manuel Contreras Sepúlveda, jefe de la DINA, y tres de sus subordinados, por la desaparición de un opositor a la dictadura en 1974.
Según informaron hoy fuentes judiciales, la sentencia ratifica un fallo de primera instancia dictado el 7 de octubre de 2011 por el juez especial Alejandro Solís y se refiere al secuestro calificado de Agustín Reyes González, ocurrido el 27 de mayo de 1974 en Santiago.
Además de Contreras, que suma ya condenas por cerca de 400 años de prisión en decenas de casos de violaciones a los derechos humanos, fueron sentenciados a la misma pena el brigadier Miguel Krasnoff Martchenko, el coronel Marcelo Moren Brito y el ex suboficial Basclay Zapata.
En la parte civil, la Corte ordenó al Estado el pago de una indemnización de 80 millones de pesos a la madre, esposa y dos hermanos de la víctima.
Agustín Reyes, de 23 años y artesano de profesión, militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y fue secuestrado en Ñuñoa por seis agentes de la DINA , el 27 de mayo de 1974.
En los días y semanas siguientes, el joven fue llevado por los agentes hasta su casa, donde su madre, Carlota González, lo vio en en deplorables condiciones físicas a causa de la tortura, la última vez el 15 de junio del mismo año, según declaró en el proceso.
Presos políticos supervivientes declararon por su parte haberlo visto en el centro de torturas conocido como Londres 38, en el centro de Santiago, donde se perdió su rastro el 24 de junio de 1974.
El año siguiente, su nombre fue incluido en la llamada “Operación Colombo”, un montaje de la dictadura para encubrir la desaparición de 119 presos políticos, en su mayoría militantes del MIR, a los que se hizo figurar como muertos en purgas internas de la agrupación en periódicos creados especialmente para la ocasión en Argentina y Brasil.