Ex director del SII sobre Reforma Tributaria: "Pone en riesgo el objetivo de recaudación"
El año pasado fue contactado por la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) para analizar la reforma tributaria planteada en el programa de Bachelet y ahora trabaja en un informe más detallado sobre el proyecto de ley que ya despachó la Cámara de Diputados.
Ricardo Escobar, ex director del Servicio de Impuestos Internos entre el período 2006-2010, en el primer mandato de Michelle Bachelet, es una de las voces autorizadas para hablar sobre la reforma tributaria.
El año pasado fue contactado por la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) para analizar la reforma tributaria planteada en el programa de Bachelet y ahora trabaja en un informe más detallado sobre el proyecto de ley que ya despachó la Cámara de Diputados.
“Me parecería injusto que se me critique por dar mis opiniones respecto de cómo hacer que la Presidenta recaude US$ 8.200 millones y cumpla lo que importa de su programa, que es financiar las grandes reformas de educación y mejorar la equidad en Chile, minimizando impactos negativos en la economía”, asegura.
En una entrevista a La Tercera, el abogado planteó sus apreciaciones sobre uno de los proyectos más discutidos en estos primeros meses de mandato bacheletista. “Creo que el proyecto que se aprobó en la Cámara de Diputados debe ser mejorado, porque tiene riesgos complejos. Uno, hay dudas sobre algunos aspectos claves en cuanto a su constitucionalidad y es arriesgado, si no hay claridad frente a eso, seguir empujándolo directamente hacia una decisión que dependa del Tribunal Constitucional (TC). Aquí hay buenos argumentos a los dos lados. Y si es que existen otras alternativas que recaudan lo mismo, que evitan esa discusión, creo que el Senado es el lugar para empezar a conversarlas”, dijo.
En esa línea agregó que “el primer tema complejo es la atribución de rentas, que puede caer fuera del marco del derecho de propiedad y que hace que, formalmente, un contribuyente deba tributar por una renta que no le pertenece. Ese tema es, por lo menos, dudoso y debería ser objeto de una mirada bien cautelosa en el Senado. Adicionalmente, hay aspectos de facultades del SII que requieren una mejor redacción y quizás algún rediseño para que se pueda acomodar el objetivo, que yo comparto, que es mejorar las facultades de fiscalización del Servicio frente a los abusos”.
Sobre los efectos en la inversión, Escobar cree que “si hay que recaudar US$ 8.200 millones, alguien lo tiene que pagar y eso va a tener un impacto. No se puede pensar que esto va a ocurrir en el vacío. El impacto de los tributos ocurre en un tiempo y el beneficio del gasto, un mejor capital humano, ocurre mucho después. Pero es un costo que tenemos que pagar y la pregunta es si hay otras alternativas que pueden lograr esa recaudación con un menor impacto, que creo existen”.
Además recalca que “me sorprende la reducción de la tasa marginal del global complementario de 40% a 35%. No va en línea con lo que se espera: que los que más ganamos, contribuyamos más. Eso no lo entiendo bien, cuesta eso un montón de plata. Y estamos viendo, por el otro lado, elementos que hacen incierto el resultado, como la menor inversión. Creo que se puede buscar un naipe con otra mejor combinación de elementos que produzca un resultado de recaudación como el que se busca, pero con un menor riesgo, asegurándose que paguen los que corresponde y no los que no queremos”.
Sobre eliminación del FUT
Consultado por la eliminación del FUT, expresó que “hay que modificar el que está, de todas maneras. Y bien se elimina o se reemplaza y mejora por algo totalmente diferente. La solución que se dio -hacer una tributación sobre base devengada- no es algo que me parezca viable. Hay otras fórmulas, como una combinación donde el impuesto de la empresa está desintegrado o no imputado al impuesto de las personas, que es lo que se hace en la mayor parte de los países del mundo”.
En ese sentido, agregó que “se podría sustituir el FUT por algún otro mecanismo donde todavía haya alguna imputación, pero que se terminen los vicios del sistema actual: los excesos de retiro, las reinversiones, las devoluciones del impuesto de primera categoría en caso de pérdida, los cascarones de FUT que no tienen activos, etcétera. Opciones hay varias y cada una tiene sus ventajas y desventajas, pero creo que tienen más ventajas que las que tiene en el proyecto actual”.
Y destacó que “en ninguna parte está escrito cuál es la reforma que tiene que tener cada país. Uno acuerda lo que corresponde a su tradición, a su marco jurídico, a su historia, a su realidad económica, empresarial. El desafío es juntar US$ 8.200 millones con algo que calce con nuestra Constitución, con nuestro SII, con los contadores que tenemos, en cantidad y calidad, y con los recursos propios de nuestra economía, sin ojalá afectarla seriamente en su desarrollo. Ese es el desafío y cómo logramos eso, tendrá que ser el producto de un diálogo”
Gobierno de Bachelet
Respecto al estilo que ha adoptado la administración de Bachelet en este segundo período presidencial, opinó que “cada gobierno debe hacerse cargo de los tiempos en los que vive. Hoy hay más efervescencia social y uno nota un lenguaje con la temperatura más arriba de lo que se acostumbraba ocho años atrás, lo que no me sorprende. Lo que me sorprendería es que eso, que es natural, termine llevando a decisiones de mala política. Confío en que una cosa es la manera en que se tienen estas discusiones públicas y otra es cómo se terminan tomando las decisiones y adoptando las políticas que de verdad buscan los resultados que Chile necesita en el mediano y largo plazo”.
Finalmente, concluyó con algunas dudas que le generan el proyecto de Reforma Tributaria, “creo que este proyecto pone en riesgo el objetivo de recaudación y desde ese punto de vista, no me gusta. Puede caerse por problemas de constitucionalidad, por problemas operativos, por la litigiosidad con los contribuyentes”, dijo.