Ossandón dice que los "panfletos del gremialismo" contra el aborto no ayudan al debate
“Si los que estamos contra el aborto andamos a los combos el debate va a terminar mal. Si yo comparo animales con vida humana, banalizo la discusión y la rebajo", agregó el senador RN por Santiago Oriente.
“Defender la vida es un privilegio, pero hay sectores que al cerrarse radicalizan nuestra posición y lo que más necesitamos es conversar”, dice.
El senador por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, entregó su parecer sobre la ley de interrupción del embarazo propuesto por el Gobierno y dijo que no la apoyará bajo ningún punto de vista. “Hay algunos que ponen el énfasis en la libertad de la mujer para decidir sobre lo que hace con su cuerpo y habemos otros que ponemos el énfasis en la vida del que está por nacer. Pero eso con respeto hacia el que no está de acuerdo con nuestro punto de vista”
Sobre esto último, el ex alcalde apuntó a la radicalización de algunos sectores contrarios al aborto. “La vida no se defiende con panfletos, con caricaturas ni con amenazas. Defenderla es un privilegio para todos los que creemos que el énfasis está puesto en el bebé que está por nacer. El debate profundo y respetuoso hace posible que la protejamos con argumentos y con respeto por la posición del otro y no amenazando ni descalificando”, afirma.
El senador fue más lejos al indicar que los panfletos del gremialismo le hacen un flaco favor al debate. “Insisto en que defender la vida es un privilegio, pero hay sectores que al cerrarse a conversar radicalizan nuestra posición y lo que más necesitamos en este tipo de decisiones es conversar, para intentar convencer al que está al frente, al que piensa distinto”, agrega.
Ossandón pone en entredicho que se utilice panfletariamente figura de la mujer embarazada para esta clase de discusiones valóricas. “Por ejemplo, a la mujer violada no hay que amenazarla con afiches o caricaturas. Como dice el Papa Francisco, hay que convencerla que tener ese hijo es lo mejor, dentro del drama que atraviesa y que es absolutamente válida. Un acto tolerante es acogerla y persuadirla. Lo mismo con una persona que su médico le dice que su hijo tiene 90% de posibilidades de nacer muerto. Pero más que tirarles la pachotada, como es propio de los sectores más radicales, hay que convencerlos de que la vida del tercero o del que está por nacer es prioritaria”, afirma.
“Si los que estamos contra el aborto andamos a los combos el debate va a terminar mal. Si yo comparo animales con vida humana, banalizo la discusión y la rebajo. La vida es tan sagrada que no admite comparaciones burdas. En este tema hay diferencias valóricas profundas, pero para eso es la democracia: para debatir valores y visiones de sociedad. Hay que partir de esto última reflexión: O me cierro al debate o pido que se amplíe a la sociedad”, destaca.
El ex edil puentealtino va más allá y ve esta coyuntura como la oportunidad de establecer un debate real y con altura de miras. “Me parece que es un tema donde nos hemos malacostumbrado. Los servidores públicos, los gobernantes, los parlamentarios, tenemos la obligación de entregar nuestros dichos en el espacio público. De eso se trata la democracia y es perfectamente posible disentir con pasión y respeto. Y negarse a discutir un tema de esta importancia es el peor favor que se le puede hacer a una causa como es la defensa de la vida. Todos saben que yo defiendo la vida y que lo voy a hacer siempre, pero no caricaturizando las cosas”, cierra.