Jóvenes chilenos son menos creyentes, valoran la libertad y la era digital
El análisis, realizado por la consultora local Visión Humana, confronta los rasgos de la generación chilena de 1980, la "X", con la "Y", de 1990 y el 2000.
Los jóvenes chilenos son hoy menos religiosos que sus antecesores, anteponen la libertad a la igualdad y aprovechan resueltamente las posibilidades que ofrecen los medios digitales, según un estudio sobre la “Generación Y”.
El análisis, realizado por la consultora local Visión Humana, confronta los rasgos de la generación chilena de 1980, la “X”, con la “Y”, de 1990 y el 2000.
La primera estuvo marcada por fuertes cambios sociales, políticos y económicos, ligados la lucha por la restauración de la democracia que puso fin a la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990); mientras que la segunda se desarrolló en un mundo altamente digitalizado y global.
Ambas, representan actualmente un 60 % de población chilena y un 45 % de su fuerza laboral, según datos preliminares del censo 2012.
Partiendo de la base de que la mayor parte del casi millar de encuestados para el estudio se reconoce como parte de una de las dos generaciones, se trazaron las diferencias entre sus gustos, aspiraciones, estilos de vida y valores.
Así, mientras la generación “X” pone en el tope de sus anhelos con distintos grados de intensidad la “tranquilidad”, el “orden” y la “seguridad”; la “Y” prioriza el “éxito”, la “tolerancia” y la “creatividad”.
El grado de aceptación de la diversidad también varía de una generación a otra. La “Y” mayoritariamente cree que la sociedad debe dar “mayores espacio y oportunidades de los homosexuales e inmigrantes“, mientras que en la “X” esa postura está mucho más presente en las mujeres que en los hombres.
En materia de creencias, también hay diferencias marcadas: mientras la generación “X” se declara en un 62 % católica, en la “Y” un 26 % asegura no adscribir ninguna religión.
Frente al papel que se asigna al trabajo en la vida de las personas, las diferencias son menos notorias.
Ambas generaciones prácticamente coinciden en que su objetivo principal es “para ganar dinero”, pero se diferencian en que los de la “Y” en un 77 % sienten que “es para hacer los que a uno le guste”, en tanto, que entre los de la “X” sólo un 68 % cree en ello.
La mirada sobre la realidad del país es más diversa. En la generación “X” un 33 % estima que las “reglas y el modelo” que rigen actualmente en Chile son las adecuadas; y en la “Y” sólo un 28 % esta de acuerdo.
Algo similar ocurre frente a la afirmación de que “en este país todos tenemos las mismas posibilidades de progresar”, donde un 36 % de los miembros de la generación “X” concuerdan y un 32 % de los “Y” también lo hacen.
En su proyección a futuro, los adscritos a la generación “X” aspiran mayoritariamente a un país “más justo, con las mismas oportunidades para todos”, mientras que los de la generación “Y” desean vivir en una nación “en que haya más libertad de elegir y decir”.
En cuanto su aproximación a los medios de comunicación, la generación “X” sigue prefiriendo y dedicando más horas del día a informarse a través de la televisión, la radio y los diarios.
La generación “Y”, en cambio, privilegia la navegación por internet y el uso de redes sociales como vehículos esenciales de conexión con sus pares y el mundo.