Sernatur lanzó programa de rutas termales, las más grandes de Sudamérica
Con la Ruta Termal el Gobierno se ha fijado como objetivo aumentar la cantidad de turistas que visitan estos lugares con ofertas de emprendimientos ecoturísticos durante todo el año.
Chile lanzó este fin de semana en la Región de Los Ríos su programa de rutas termales, las más grandes de toda Sudamérica, ya que en esta zona del sur del país se localiza la mayor concentración de aguas ricas en componentes minerales que fluyen de las capas subterráneas a más de 80 grados.
Se trata de 22 termas que afloran a la superficie a través de fallas geológicas y que están diseminadas por un recorrido de 50 kilómetros en torno al pueblo de Coñaripe, donde operan centros termales que van desde rústicas cabañas hasta instalaciones de alto desarrollo con piscinas, spas, oferta gastronómica y alojamiento.
Los centros termales están rodeados de grandes montañas cubiertas de especies nativas, por lo que además de las beneficios de las aguas ricas en litio, hierro, sodio, calcio, boro y magnesio, los turistas disfrutan de excursiones y cabalgatas a ríos, lagunas y bosques.
El Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) confía en que el atractivo de los recursos naturales de la zona atraiga cada vez a más visitantes, después de que en la temporada del pasado año más de 300.000 turistas visitaron la zona, lo que contribuyó a la generación de 12.000 puestos de trabajo e ingresos por valor de 70 millones de dólares.
Sin embargo, considerando el atractivo de la naturaleza milenaria de esta zona, donde comienza la Patagonia chilena, la afluencia de turistas sigue siendo baja, comparada con el numero total que hubo en todo el país, en torno a 3,5 millones de extranjeros y 8 millones de chilenos.
Además, según explicó el director nacional de Sernatur, Nicolás Mena, durante la presentación de la Ruta Termal, los visitantes de la región de Los Ríos se concentran en la época estival (de diciembre a febrero), mientras que el resto del año la actividad decae considerablemente.
Es por ello que con recursos del Fondo de Desarrollo Turístico anunciado por el Gobierno de Michelle Bachelet, Sernatur se ha fijado como objetivo compensar la estacionalidad del flujo turístico con iniciativas como potenciar la oferta de las aguas termales.
“De ser una actividad vinculada con el ocio, el turismo ha pasado a ser una actividad vinculada a la cultura y la identidad de los pueblos”, explicó Nicolás Mena en el lanzamiento, celebrado en Coñaripe, un balneario lacustre con mayoría de población autóctona mapuche ubicado en la ribera del lago Calafquén.
“Queda mucho por hacer”, admitió el director de Sernatur, quien hizo una llamado a los emprendedores turísticos para que identifiquen polos de desarrollo resguardando la identidad de los pueblos originarios.
“La riqueza de la región de Los Ríos, con montañas, bosque nativos y costa, y una simbiosis entre la cultura mapuche y la emigración alemana y de otros pueblos, ofrece un atractivo único para romper la estacionalidad”, subrayó el director de Sernatur, entidad que este año destinará 12 millones de dólares a promocionar en el extranjero los atractivos turísticos de Chile.
“En diez de los doce meses del año la actividad turística en esta zona decae considerablemente, a pesar de ser la potencia termal mas poderosa de Sudamérica”, lamentó René Aravena, alcalde de Panguipulli, el municipio donde se concentran los balnearios de aguas termales de esta región.
“Lo que la gente siente hoy día es el turismo vivencial, por eso se envían fotos por Facebook o Twitter. La idea es sumar al turismo de la tercera edad el turismo de entretenimiento”, enfatizó Aravena, un convencido de las ventajas que ofrecen las redes sociales para sacar adelante los proyectos de emprendimiento rural.
Una de esas iniciativas es la los hermanos Francisco e Isaías Fucha, que organizan excursiones al Salto de la Niña Encantanda, una cascada de 80 metros de altura que guarda una leyenda que sus cuidadores sólo revelan a quienes realizan la caminata por el sendero que conduce a la cascada.
“Es por la tradición oral mapuche, no queremos que la gente se entere por otra vía que no sea la de visitar este lugar”, explican.
Y junto a modestos proyectos de ecoturismo como el de los hermanos Fucha, ven la luz ofertas turísticas de alto nivel, como Casa Panguipulli, un hotel de apariencia rústica y servicios de cinco estrellas, o Termas Vergara, un balneario de aguas termales con piscinas al aire libre rodeadas de nieve.