Manuel Riesco sobre reforma tributaria: "El gobierno decidió de entrada no tocar a las mineras ni al sector financiero"
El economista del CENDA valora la reforma tributaria, pero considera que es "moderada", tanto en sus medidas como en su recaudación. También considera que la AFP Estatal no es una solución y que actualmente en Chile están las condiciones para mejorar las pensiones mediante un sistema de reparto.
Para Manuel Riesco, uno de los más históricos militantes del Partido Comunista y economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), la reforma tributaria de Michelle Bachelet es muy moderada, pero que de todas formas avanza en la dirección correcta.
Ex candidato a diputado (perdió por el binominal en 1989) y a senador, Riesco se ha transformado junto al CENDA en voz autorizada en el estudio de las pensiones en Chile. Desde hace años que reclaman por el fin al sistema de AFP, para pasar a uno de reparto. Por eso causó sorpresa la exclusión del grupo de la comisión Bravo, que se encuentra estudiando la realidad del sistema de pensiones.
En conversación con El Dínamo, Riesco asegura que ni la Presidenta Bachelet ni nadie del gobierno le respondió su carta preguntando porqué se excluyó al CENDA de la comisión. Si bien valora iniciativas como la reforma tributaria y la AFP Estatal, muestra sus reparos con ambas. Llama a tener cuidado, porque “el diablo mete la cola en los detalles”.
– ¿Qué análisis hace de la reforma tributaria?
Es una reforma muy moderada, pero que por primera vez entra a tocar los principales boquetes por los cuales se había producido una situación insólita en Chile, que es que las personas que más ganan pagan menos que las que ganan menos. Según un cálculo de El Mercurio, las personas que ganan entre 6 y 12 millones, si usan todos los boquetes que están a su disposición, pueden no pagar nada. Y las personas que ganan más de 12 millones terminan pagando un 7% de impuesto, cuando el IVA que paga todo chileno es de 20% y los impuestos a salarios son de 10-15%. En caso de salarios elevados que no pueden utilizar estos boquetes, como el rector de la Universidad de Chile o un parlamentario, tienen que pagar sobre 40%. Usando estos boquerones, los que ganan más de 12, pagan 7% en promedio.
– ¿Pero es suficiente la reforma? Hablaba del IVA, uno de los impuestos que afecta a los más pobres y que no se toca…
La reforma se planteó para tener más recursos. Es moderada, si bien tiene esta ventaja de que aborda el boquerón principal o uno de los boquerones principales de elusión, la cantidad de recursos que se propone recoger es muy moderada -un 3% del PIB- con lo cual la carga tributaria en Chile quedará con un cuarto del producto interno bruto, lo que es muy bajo para un país del nivel de desarrollo de Chile. Pero, en todo caso, no podía adicionalmente bajar el IVA porque se disminuía eso. Por eso es un paso muy moderado, pero lo es en la dirección correcta.
– ¿Qué más se pudo haber hecho entonces?
Hay cosas que todavía se pueden hacer. En primer lugar, la reforma propone bajar el tope máximo de impuesto para personas que ganan más de 6 millones. La tasa actual es de 40% y propone bajarla a 35%. Eso es tan impresentable que el propio proyecto de ley dice que se excluye de estas rebajas al presidente, parlamentarios, ministros. Entonces si es impresentable para ellos, ¿por qué se lo bajan a las personas que no son parlamentarios? Es tan impresentable que el propio presidente de la CPC propuso mantenerlo y dejarlo en 40%, porque en realidad es una cosa absurda y debe corregirse.
En segundo lugar, el diablo mete la cola en los detalles. Hay un mecanismo de la reforma que establece que se pueda hacer depreciación acelerada del 100% de las inversiones. Actualmente hay un mecanismo que permite llegar a un máximo de 30% de las inversiones. Si yo, por ejemplo, compro un equipo para una empresa, normalmente me va a durar 10 años. Entonces lo que yo puedo cargar a gastos cada año es un décimo del equipo. Y lo que va a gastos disminuye la base tributaria, porque disminuye las utilidades. Entonces el equipo yo lo voy depreciando en 10 años. Sin embargo, hay incentivo a la inversión, que se permite que se deprecien en tres años, entonces permiten que se deprecie un tercio del equipo el primer año, un tercio el segundo y otro el tercero. Osea, lo carguen a gastos en 3 años. Este proyecto propone que para empresas medianas y pequeñas sea el 100% que se pueda depreciar aceleradamente. En otras palabras: si una empresa mediana o pequeña se compra un camión, puede cargar todo el camión a gastos en primer año, osea las utilidades en ese año van a bajar mucho.
– Y eso beneficia a las medianas empresas…
Las beneficia mucho. Imagina que una empresa que va a comprar un camión puede cargarlo todo a gastos, por lo que las utilidades le van a bajar porque el costo del camión va a aparecer como gasto el primer año. Y los impuestos que va a pagar van a ser menos, porque le van a bajar las utilidades. Eso está bien, es incentivo a inversión a pequeña y mediana empresa, que compensa otros aspectos de la reforma que los obliga a pagar más. Pero resulta que el diablo metió la cola. Para los primeros 12 meses de la reforma tributaria, también las grandes empresas van a poder depreciar el 100%. Y eso significa que las mineras, las que más invierten en este país, que en 12 meses invierten aproximadamente unos 20-30 mil millones de dólares, el cual mucho de eso va en bienes y equipos. Por lo tanto, le está dando un regalo a las grandes mineras, que actualmente imputan un tercio de eso a gasto. Es una cosa que no debería hacerse.
– Y también sobre las mineras, la reforma no toca el royalty. Durante el 2013 solo el 1,3% de lo que se generó en el rubro fue para el royalty…
Esta reforma es muy moderada y no aborda el tema de las mineras. Les va a subir un poco lo que tienen que pagar, porque actualmente las mineras son campeonas es usar los mecanismos de elusión como el FUT, que la reforma elimina. Entonces, igual que cualquier empresa, se van a afectar. Pero no toca lo principal, que es lo que se cobra por el recurso. Y lo que se cobra, como dices, es una cosa ridícula. Es más o menos 400 millones de dólares, sobre utilidades de 20 mil millones de dólares por año. Y eso es algo que, si fuera el 10%, serían 2 mil millones más, y lo que pagan es 400. Y de esos 400, Codelco paga la mitad. Entonces lo que en verdad están pagando las mineras es como el 1% de las utilidades.
– ¿Falta voluntad política para aumentar el impuesto a las mineras?
Este gobierno tomó la decisión de no tocar ni las mineras ni el sector financiero, de entrada. Dijo que se iba a remitir a reforma tributaria, educacional y constitucional y con eso ya tenía su cuchara llena, por decirlo así, y no tocar ni a mineras ni al sector financiero. Pero resulta que los principales expropiadores de recursos que nos perteneces a todos los chilenos son, precisamente, las mineras y el sector financiero.
– ¿Y por qué cree el gobierno actuó así?
Bueno…así opera esto. El lobby minero es muy fuerte, igual que el financiero. Son sectores intocables, pero que en un momento va a haber que tocar. En relación a las pensiones, que es parte del sector financiero y por eso se propuso no tocarlo, en la práctica van a tener que hacerlo, porque el país no puede seguir con un modelo que dependa de la renta de tres, cuatro recursos que se estén exportando sin ningún tipo de valor agregado. Lo único que se gana es la renta y la renta se la apropian los privados. Entonces no es sustentable. Cualquier país que quiere desarrollarse tiene que basar su riqueza en el trabajo productivo de sus ciudadanos, dedicados a la producción de bienes y servicios que se vendan. Así se hacen ricos los países. Si uno es país rentista, es como Arabia Saudita, que no produce nada. Lo único que hace es escarbar y sacar piedra o petróleo o pescado y los manda para afuera sin grado de valor agregado. Eso significa que la gente que se ocupa de eso es muy poco. La gente que trabaja en todos los sectores relacionados a recursos naturales, donde está el 90% de las exportaciones y el grueso de las ganancias e inversiones, es el 8% de la fuerza de trabajo. Eso incluye la minería, que por si sola tiene dos tercios de las exportaciones y ahí trabaja el 1% de la fuerza de trabajo. Sin valor agregado, que lo pone la gente, pero con renta gigantesca porque es bien escaso y el mercado mundial premia con un excedente por encima del valor agregado, que se llama renta. Y el problema es que Chile vive de esa renta. Un quinto del PIB depende de esa renta. Pero esa renta, como depende de la demanda, el precio puede ser cualquier cosa. Hoy es 3 dólares, hace unos años estaba a 4 dólares.
– El principal objetivo de la reforma es acabar con la desigualdad, mediante la redistribución de recursos por vía fiscal. Pero no se ha hablado mucho de donde se produce la desigualdad. Por ejemplo, apuntar a las relaciones de producción, a la distribución de recursos mediante la acción sindical…
Las fuentes de la desigualdad en Chile son tres. La minería, que se están apropiando de una renta que equivale a 10 billones de pesos. Eso es más o menos 10% del PIB. Segundo, las tarjetas de crédito, créditos de consumo y en menor medida, casas comerciales. Ellos se apropian de 4 billones y medio, que equivalen más o menos a un 4% del PIB. Lo tercero son las AFP, que se apropian más o menos a un 3% del PIB, que es equivalente a lo que va a recaudar la reforma tributaria. Si corriges esas tres cosas, tienes un 17% del PIB. En estos momentos, la fuerza de trabajo recibe un tercio del PIB. Si le agregas un 17%, llegas a 52%, osea corriges la distribución del ingreso. Si a eso agregas lo que dices, mejorar la legislación laboral de modo que suban los salarios, se corrige aún más. Esas son las fuentes principales de desigualdad, las que no se están tocando.
“Las AFP tienen olor a pinochetismo por todos lados”
– ¿Qué le parece la AFP Estatal?
No tengo nada en contra de la AFP Estatal, apoyamos que el gobierno la haga y la saque adelante. Siempre va a ser menos malo de lo que hay hoy. No nos vamos a cruzar frente a un avance indiscutible, pero como dijo la presidenta, esto no resuelve el problema de fondo. Es una medida que llega tarde, pero que no es mala.
– ¿Es una solución dentro de los parámetros del mercado?
Es dentro del mismo sistema, no cambia nada. El problema que hay es que las pensiones son malas porque el esquema que nos ligó la dictadura y que no se quiere cambiar, no se quiere tocar, es una camisa de fuerza dentro de la cual no hay solución. Si se quiere encontrar una solución hay que buscar afuera, donde hay dos posibilidades. Una es que se usen dineros fiscales para subir las pensiones, que es lo que se hizo el 2008. Ante las pensiones más bajas, el Estado se hace cargo con pensión solidaria. Eso con cargo a impuestos generales. Lo hicieron. Pero el monto de los recursos involucrados, si uno quisiera arreglar las pensiones de hoy, necesita más o menos la mitad de los recursos que va a recaudar la reforma tributaria actual. Entonces, ¿en qué quedamos? Si esos recursos son para educación, no podemos usarlos para pensiones. Entonces no es solución tampoco, esa vía ya la exploramos y llegamos hasta el tope. No podemos seguir cargándole al fisco la solución de un problema que está en un sistema.
La otra posibilidad es usar las cotizaciones. Si uno las usa para pagar pensiones hoy, eso se llama sistema de reparto. Si se quiere dar con solución real, hay que estudiar los flujos de cotizaciones y beneficios. Estudiar esos flujos en lugar de estar discutiendo dónde invertir, a quién pagar y toda esa fiesta que se han dado durante 30 años, cobrando comisiones, porque cada compra y venta que hacen cobran comisión. No sé cuantá gente habrá, operadores, que viven de los trabajadores chilenos, que han cobrado comisiones gigantescas, aparte de las que cobran las AFP y las compañías de Seguro. En lugar de seguir preocupado de esos, hay que mirar los flujos, cuánto se está recaudando, a qué ritmo aumenta, cuánto se está pagando en pensiones, a qué ritmo aumentan las pensiones. Si uno compara los ingresos con los gastos, si son iguales, quiere decir que funciona hoy. Si los gastos crecen más rápido, no funciona. Si son iguales ingresos y gastos, y los ingresos crecen más rápido, funciona, es viable. Entocnes eso es lo que hay que mirar. ¿Y cuál es la realidad? Que los ingresos hoy son más del doble que las pensiones que se pagan. Hoy día es perfectamente factible. Si crecieran al mismo tiempo los dos, igual sería factible, incluso habría un colchón, porque todos los años estaría sobrando la mitad. Ojo, ¡sobrando la mitad! Podríamos incluso aumentar las pensiones más de un poco y aún así aguantaría el ritmo de crecimiento.
– Los críticos de los sistema de reparto dicen que en Europa son sistemas quebrados, que ante aumento de edad media bajan las pensiones…
Pueden decir cualquier cosa. Estamos en Chile y aquí esta es la realidad. Dicen que están quebrados, pero los sistemas de reparto no pueden quebrar porque siempre regulan ingresos y gastos de manera que ingresos sean mayores que los gastos, lo que pasa en todo el mundo. Los que dicen que están quebrados es porque hacen cálculos a 100 años y mantienen fijos los parámetros. Mantienen fijo la jubilación, la tasa de descuento. Si uno calcula de esa manera, tramposamente, por supuesto que generas estudios que muestran la quiebra en todo el mundo. Efectivamente, los adultos mayores están aumentado y eso significa que estamos viviendo más. Y eso afecta a todos los sistemas de pensiones, porque todos son mecanismos de cálculos, que determinan cuántos recursos se van a traspasar desde los trabajadores activos a los que no pueden trabajar. Es evidente que en cualquier sociedad y con cualquier sistema, los únicos que pueden pasar esos recursos, los únicos que pueden sostener a los que no trabajan son los que trabajan en ese momento. El pan por ejemplo, los jubilados consumen pan que no está en un fondo de pensiones, ¿dónde está? En una panadería, horneado por una persona en edad activa de estar trabajando. Y eso pasa con todo. Si yo voy al médico, ¿quién me atiende? Un médico en edad activa. Siempre, en toda sociedad, el deber moral de los que pueden trabajar es sostener a los que no pueden trabajar. Aunque tengan oro guardado en el colchón, si los que trabajan no están dispuestos a darles una parte de lo que producen a ellos, se mueren de hambre. Entonces, si cambia la proporción entre los que trabajan y adultos mayores, afecta a todos los sistema de pensiones por igual. Pero resulta que la proporción de personas que no pueden trabajar, que son adultos mayores y niños, no está aumentando, está bajando. Y en Chile hoy día es la mitad de lo que era hace 50 años. Hace 50 años la cantidad de personas que podían trabajar –tenían la edad suficiente para ello- igualaban en número a los que no podían trabajar. Hoy día, gracias a la demografía, que se presenta como si fuera un espantajo, un terror, los que trabajan son el doble de los que no trabajan. Ósea, la cantidad de recursos que tiene que entregar cada uno es la mitad, porque tiene que sostener a medio, cuando antes era a uno. A finales del siglo XXI la proporción entre pasivos y activos va a ser todavía mejor de lo que era a mediados del siglo pasado. Entonces la demografía es muy buena. Pero afecta a todos los sistemas, es la base sobre la que se dan los cambios. Lo que está fallando en Chile no es la demografía, es el mecanismo de cálculo. Es el mecanismo de cálculo el que entrega pensiones que son insuficientes, inciertas, que discriminan entre hombres y mujeres, etc.
– El PC, su partido, siempre ha sido crítico del sistema de AFP. Usted se opone, la CUT con Bárbara Figueroa también exigen un nuevo sistema. ¿Cómo analiza que el encargado de llevar adelante la medida de la AFP Estatal, Marcos Barraza, sea un miembro del Partido?
Él es subsecretario de gobierno y el programa incluía una AFP Estatal. Y está bien, si la AFP Estatal no es mala, el tema es que no resuelve el problema. Pero si es un paso adelante en el ahorro y en el futuro va a ser bueno que exista.
– ¿Le da confianza que esté él en ese cargo?
Pero por supuesto, imagínese estuviera un partidario del sistema. Mucho mejor que esté alguien que no es partidario del sistema.
– ¿Él no es partidario del sistema de AFP?
No, de ninguna manera. Él sabe de todo esto que estamos hablando y está completamente de acuerdo. Y ha hecho todas las presiones que puede dentro de un gobierno que es parte de una coalición. Cuando uno está en una organización tiene hacer lo que hace el conjunto.
– Pero también hay muchos intereses de esa coalición en las AFP. En la lista para ser directores, habían muchos nombres de la Concertación…
La presidenta dijo cuando presentó la comisión que las AFP eran parte del problema y que el desprestigio que tenían era muy grande. Y ellos lo reconocen, sacaron al que tenían de presidente porque estaba muy relacionado a Pinochet, llevaba 30 años en esto. Era de la UDI, miembro de la comisión política del partido, dueño de dos AFP. Es decir, la ligazón de las AFP con la dictadura…tienen olor a pinochetismo por todos lados. La gente tiene una negativa tremenda, se da cuenta que es un abuso. Entonces se trata de cambiarle la cara y para eso ponen personas que vienen de otro lado, que no fueron pinochetistas, que estuvieron en gobiernos de la Concertación o fueron parlamentarios, para tratar de lavarle la cara a la cosa. El problema grave no es ese, el problema es que no tiene solución. El sistema de capitalización individual no da solución.
– En cuanto a la Comisión Bravo, ¿qué le parece los miembros que la componen?
Son todos gente seria, de todas partes. Hay algunos que se caracterizan por ser apologistas de la AFP, pero el grueso son profesionales muy serios. Muchos de ellos son partidarios de mantener el sistema de capitalización indiviudal, de subir las cotizaciones y muy pocos los que están por analizar lo que hay que analizar, que son las alternativas para mejorar las pensiones hoy. Y como esas alternativas están fuera del sistema de AFP, entonces me imagino que la discusión será complicada adentro.
– La exclusión del CENDA de la Comisión, ¿se puede interpretar como una señal de que el gobierno no está por terminar con las AFP?
Quién sabe…no lo hemos hablado con la presidenta, no sabemos por qué nos dejó afuera. A lo mejor es una táctica que tiene ella para tener libertad de expresar nuestra opinión…
– Está invitado este miércoles a asistir a la Comisión Bravo, ¿qué van a presentar? ¿Terminar con las AFP?
Estas mismas ideas, que no hay solución dentro del sistema de capitalización individual, hay que buscar por fuera. Y fuera, ¿qué significa? Sistema de reparto.
– La CPC cuando fue a la comisión propuso aumentar cotizaciones hasta un 13-15%. ¿Cuál es problema con esa medida?
Es que no es una solución, y ellos están de acuerdo con eso. Si aumentas las cotizaciones no mejoras las cotizaciones de la gente hoy, ni las de mañana, ni la de la próxima década o dos décadas. En el mejor de los casos, mejoras las de 30 años más. En un sistema de reparto, ¿es necesario subir las cotizaciones? No. Hoy día con las actuales, que son 10%, lo que se recauda es muy superior a las pensiones que se pagan. Lo que se recauda hoy día es más del doble que las pensiones que se pagan. Entonces no hay para qué subir las cotizaciones. Ahora, si se suben, eso siempre va a ir en contra de los trabajadores, porque ellos terminan pagando. Nosotros proponemos que se mantengan en nivel actual y que la mitad lo pague el empleador y la otra los trabajadores. Para los trabajadores eso significaría un aumento de remuneraciones inmediato y a los empleadores sería un pequeño aumento de lo que pagan, pero que ya están dispuesto a hacerlo. Que con ese aumento que ofrecen, muchas gracias, lo tomamos, pero no aumentando las cotizaciones, lo que tampoco los beneficia porque les quita competitividad.