10 cosas que los veganos ya no quieren escuchar
Muchos concuerdan en que, más que dejar la carne, lo más difícil del veganismo son los prejuicios y las bromas de otras personas.
¿Qué es lo más complicado de asumir el veganismo como opción de vida? ¿Dejar de consumir carne, lácteos y otros derivados de la explotación animal, como el cuero o ciertos colorantes? No necesariamente.
“La parte más difícil de ser vegano es tratar con las otras personas“, dice el columnista -y vegano- Ed Coffin. “Mientras que algunas de las preguntas y comentarios que te hacen son auténticos, muchos no lo son”.
Coffin realizó para el Huffington Post esta lista de preguntas y declaraciones molestas más frecuentes que ha recibido. ¿Te las han hecho a ti alguna vez? Mírala:
1) ¿De dónde obtienes las proteínas?
“¡Ugh, otra vez no! El mito de la proteína ha sido disipado durante décadas. En serio, te lo prometo, si estás comiendo suficientes calorías y una dieta variada, estás recibiendo suficientes proteínas”, dice Ed.
2) “Yo sólo como carne procesada “humanitariamente” y huevos de campo”
Para el columnista ésto solo es un intento de “racionalizar tu participación en el asesinato sin sentido de otros seres”. No importa si la carne es de vacas “felices”, agrega Coffin: si estás preocupado por el bienestar de los animales, “sácalos de tu dieta”.
3) ¿Tu sólo comes ensaladas y esas cosas?
“No, ¡ni siquiera me gustan las ensaladas! Creo que la última vez que comí una ensalada fue como último recurso en un restaurante. (…) A mí también me gusta la comida sabrosa. Honestamente, como las mismas cosas que tú. Todo puede hacerse vegano”.
4) “Me gustaría ser vegano, pero me encanta mucho el queso”
“¿Quién no ama el queso?”, afirma Ed. “Es por eso que hay una gran cantidad de quesos veganos disponibles en el mercado y los veganos han descubierto cómo “veganizar” cada preparación que incluya queso en el planeta. Hay vida después de queso, lo prometo”.
5) “Tu pareces normal”
“Gracias, tú también. Lo sé, esperabas que me viera como un hippie flaco que te iba a tirar pintura roja encima, pero lo creas o no, ¡yo soy “normal” como tú!”
6) “Amo a los perros y los gatos”
“Lo sé. Los rescatas. Hasta donaste dinero para ayudar a los animales (perros y gatos). ¡Ya casi estás ahí! Ahora, si sólo pudieras estirar esa empatía para incluir en ella a todos los animales, serás un persona éticamente consistente”.