Carlos Ominami: "Podemos llegar a que la discusión constitucional se plantee en un marco de crisis"
El presidente ejecutivo de Chile 21 advierte los errores en la forma en que se han manejado las reformas educacional y tributaria. Afirma que a Eyzaguirre y a su equipo le ha faltado análisis político. Y que el proceso está poniendo en duda que se mantenga en la agenda de Bachelet la idea de hacer cambios a la Constitución.
Carlos Ominami (64) asegura que se siente parte del proceso reformador que representa el gobierno de Michelle Bachelet aun cuando en las pasadas elecciones no estuvo con la mandataria, sino que con la apuesta presidencial de su hijo, Marco Enríquez Ominami. El actual presidente ejecutivo de la Fundación Chile 21 y ex senador del PS se reconoce como un histórico de la Concertación, sin embargo, no comparte la visión de los que llama “dinosaurios de la Concertación” como Genaro Arriagada y Gutenberg Martínez y otros que han expresado sus reparos a las reformas que impulsa el Ejecutivo. “No comparto esa visión. Y me gusta más la Nueva Mayoría que la Concertación. Por algo me fui de la Concertación. Desde ahí yo hablo”, dice en esta entrevista a El Dínamo.
El ex senador, sin embargo, no tiene una mirada complaciente sobre la forma en que se está materializando el programa de Bachelet. Asegura que en la reforma educacional hay una evidente falta de reflexión política y que el gobierno se echó encima a sostenedores y a apoderados sin haber puesto sobre la mesa una propuesta que reencantara a la ciudadanía con la educación pública. También sostiene que en la reforma tributaria el gobierno equivocó el rumbo al no saber mostrarle a los chilenos cuáles serán los beneficios del cambio tributario y al no reconocer desde el día 1 que sí habrá costos para la clase media.
El mayor temor de Ominami es que los errores obliguen a la mandataria a poner un freno a la propuesta que -a su juicio- debió ser la primera en la agenda: el cambio a la Constitución. El ex senador socialista advierte que ante tanto flanco abierto habrá sectores conservadores que empujarán a que la Presidenta saque de la agenda el tema que fue promesa de campaña de 8 de las 9 candidaturas presidenciales. “Una opción es que al final la DC logre imponer sus vetos. O que la presidenta diga: “¿saben que más? A mi me eligieron para otra cosa y me voy a ir con una nueva Constitución. Estamos llegando bien rápidamente al punto en que hay que tomar decisiones”, dice Ominami.
La Nueva Mayoría se creó como una instancia inclusiva que acogería a nuevas fuerzas políticas. De cara a las divisiones internas que hoy existen, ¿cree que la nueva coalición está fallando?
La Nueva Mayoría es un acuerdo electoral que hizo que un conjunto de sectores conservadores, que no están por las reformas, tuvieran que plegarse. Y una vez electos empiezan a abrir este espacio de disidencia. Pero para sacar un programa como el que Bachelet comprometió se requiere una mayoría más amplia y no solo política sino que social. No vas a sacar ese programa con los profesores en huelga, con los estudiantes en contra…esto supone construir una mayoría social y política más sólida, más del tipo de la que nosotros construimos a finales de los ´80 para volver a la democracia. A esta Nueva Mayoría le falta mucho.
¿Quiénes faltan?
Le faltan las fuerzas progresistas que no estuvieron con Bachelet: Marco, Sfeir, Claude…y también falta más del 50% de la población que no participó de esto. Hay una quinta columna, un sector de la Nueva Mayoría que no está por las reformas y va a tratar de desnaturalizarlas y ese sector tiene domicilio en una parte de la DC con la Mariana Aylwin, Ignacio Walker…pero también es un poco Camilo Escalona, es Felipe Harboe. El conservadurismo no es exclusivo de la DC.
¿Se ha desdibujado el sello de izquierda del Partido Comunista ahora que es parte del gobierno?
El sello rupturista se ha desdibujado. El PC está volviendo a su riel histórico. Siempre fue un partido parlamentarista, que tiene un concepto amplio de responsabilidad republicana. La anormalidad del PC fue la lucha armada y el Frente Patriótico. Han vuelto a reencontrarse con su cause histórico. Ellos lo pasaron muy mal en los 20 años de exclusión. Ojalá que no terminen pasándose de una punta a la otra.
¿Cree que el PC se está desconectando del movimiento social?
Están en un riesgo. Se nota en el movimiento estudiantil. Han perdido las federaciones de estudiantes. Ahí hay un tema y hay una discusión interna. Me parece bien que el PC esté en el gobierno, que tenga representación parlamentaria. Pero deben conservar su relación con el movimiento social. Igual creo que se han dado cuenta de que una relación incondicional con el gobierno y la Nueva Mayoría les crea problemas. Por eso uno ve a la Karol Cariola muy en la línea de la Asamblea Constituyente, a la Camila Vallejo también la he visto polemizando fuerte con la DC, a Guillermo Tellier en la foto por la Asamblea Constituyente y a Jaime Gajardo convocando a una huelga de los profesores. El PC se está tratando de equilibrar en la política de tener un pie en el gobierno y un pie en la calle.
¿Dónde está hoy el sector hegemónico de la Nueva Mayoría? En los tiempos de la Concertación fue el eje PS-DC…
Bachelet. Bachelet y lo que está generando Bachelet, que es una cosa muy interesante porque es un esfuerzo de renovación de la política. Ella tiene una revisión crítica de Bachelet 1. Sabe que no fue un gobierno distinto de los anteriores, que toda su aspiración de abrir un nuevo ciclo político en la sociedad no fue y que terminó intervenida por Edmundo Pérez, por José Antonio Viera Gallo… los dinosaurios de la Concertación que salieron a hacer el negocio de siempre. Ella está consciente de no caer en eso. Y la expresión de eso es la aparición de (Rodrigo) Peñailillo, de un conjunto de jóvenes que están jugando un papel importante que simboliza el cambio. Ese es el sector hegemónico de la coalición.
El sector más conservador de la DC dice que ellos tienen derecho a expresar sus reparos a la reforma y lo que ellos estiman que es perfectible…
A mi me parece que una sociedad con una política bien constituida no le tiene miedo al debate. En el tiempo en que era parlamentario yo también hice uso del disenso, creo en él. Y esto de “dímelo pa callao”, “no me lo digai por los medios”, tampoco lo comparto. Ahora, lo que a mi no me parece es que tu ganes con un programa, que agaches el moño cuando te dicen el programa y que después vengas como quinta columnista a ganar terreno izando banderas que antes no fuiste capaz de levantar. Encuentro que lo que está haciendo la DC transgrede ese principio. Yo estoy de acuerdo con lo que está haciendo el gobierno de Michelle de ajustarse al programa, que no es LA BIBLIA, pero hay orientaciones súper claras. Igual el disenso es legítimo. Por ejemplo, yo creo en la reforma a la educación, pero el gobierno ha cometido gravísimos errores.
Esta semana el ministro Nicolás Eyzaguirre reconocía errores comunicacionales en la reforma, ¿son solo comunicacionales?
Hace un mes el ministro invitó a cuatro centros a discutir la reforma. Fui por Chile 21, fue Camilo (Escalona) por Igualdad, los comunistas y el Centro Democracia y Comunidad. Partí diciendo que estoy de acuerdo con desmantelar el mercado de la educación, pero esta no es la manera de hacerlo. La forma de hacerlo es demostrando que el sector público es atractivo. Hay que decirle a los padres que aquí puede haber educación municipal de calidad. Le dijimos que lo que está haciendo es mortal, que se ha echado encima a todo el mundo privado, religioso, etc. Y tiene a los profesores yéndose a huelga.
¿Es suficiente el anuncio que hizo el gobierno en torno a inyectar 20 mil millones para la educación pública?
Es insuficiente. Tiene cara de parche curita. Hay que producir una modificación en la secuencia de la reforma. El proyecto que se debiera estar discutiendo es el fortalecimiento de la educación pública.
¿No el que pone fin al copago, la selección y el lucro?
Eso debiera ir en paralelo o un poco más atrás. Tu no te puedes ir a enfrentar con la educación privada para desmantelar los mecanismos de mercado. Eso se puede hacer sobre la base de demostrar que tienes una educación pública que es potente y que puede ser mejor. Si no es así la reforma va a fracasar. Por eso es complicado lo que está pasando. Hay un déficit de capacidad política enorme, porque había que hacerse la pregunta: Una reforma de este tipo requiere fuerza, ¿cómo genero esa fuerza?. Esa pregunta no se la hicieron y terminaron con la gente en contra. Si hoy se hace una encuesta, te garantizo que el rechazo a la reforma educacional debe ser muy superior a la aprobación.
¿Aun es perfectible la reforma?
Le dijimos al ministro que aquí hay una oportunidad porque todo el mundo se tomó de esta crítica de que falta un proyecto de educación pública. La Von Baer, y todos los otros salieron a decirlo. ¡Entonces se puede salir a cobrar la palabra!. El anuncio que se hizo es mínimo, el corazón de lo que se está discutiendo debiera ser el fortalecimiento de la educación pública . Pero se terminó en una discusión ´pelotúa` por la compra de colegios. Y lo que terminó de pegar en el suelo fue la entrevista de (Carlos) Montes. Si alguien es calificado para hablar de educación es Carlos. Se aguantó y aguantó…
¿Es verdad que los apoderados y sostenedores están asustados, como dijo el senador Montes?
¡Está todo el mundo asustado!. El Gute el otro día me contaba el caso del colegio Patrocinio de San José, que tiene el máximo de financiamiento compartido, osea 80 mil pesos. Ahora el colegio dice que como se le están poniendo tantas restricciones, dejarán de ser particular- subvencionado y pasarán a ser autónomos. Ahora los apoderados van a pagar $160.000. ¡Está lleno de situaciones de ese tipo! Los asesores de Revolución Democrática no atinaron, la subsecretaria no atinó… Hay un no cálculo, que es no hacer reflexión política. Pensar cómo hago para que penetre esta reforma. El concepto “fin al lucro” entró fuerte. Pero el fin de la selección es más complejo. Hay una parte de la población a la que le gusta seleccionar, hay una parte de la población a la que le gusta copagar. Hay muchas familias que encuentran que si pagan 15 a 20 lucas tienen derechos…
¿Coincide con que se le está quitando la educación subvencionada a la clase media y no hay una alternativa que valga la pena sin pagar?
Si hoy el gobierno llamara a marchar por la reforma a la educación ¡no saldría nadie!
¿Tenía más expectativas con la gestión del ministro Eyzaguirre?
Sí. Yo pensé que no siendo Nicolás alguien del sector iba a crearse condiciones para escuchar más. Salió a escuchar gente, pero en la reunión que estuve con él sentí que el déficit de reflexión política era evidente. Hay que ver qué es lo que pasa con Andrés Palma… Tengo la sensación de que Eyzaguirre no va a ser una excepción a los ministros de Educación.
¿Cree que va a durar poco?
No sé. Está metido en un lío severo.
Reforma Tributaria
¿Reforma tributaria también tiene problemas comunicacionales hasta hoy?
Los tuvo. A mi me cargan los gobiernos que cuando tienen dificultades le echan la culpa a los medios y a las comunicaciones. En el caso de la reforma tributaria se cometieron dos errores: primero no explicitar de manera clara cuáles van a ser los beneficios de la reforma. Se dice una cuestión genérica: que la plata es para educación…
Y que van a pagar los más ricos…
No es exacto que vayan a pagar solo los más ricos. La cuestión básica es que la gente no percibió lo beneficios y si percibió totalmente los costos. Y en eso el gobierno perdió una pelea. La gente dice: “me va a aumetar el copete, la bencina, la casa. La viejita que quiere vender su casa para la jubilación va a tener que pagar más impuestos….Y el gobierno cometió un error al decir que aquí pagarán sólo los más ricos y el resto no paga. ¡No es cierto eso! El discurso de verdad era decir “sí, ud va a pagar más por copete, etc…pero acá usted va a tener beneficios por tanto…”
¿Queda tiempo para demostrar eso?
Uno ve hoy los estudios de opinión que muestran que la reforma está empatada entre adherentes y detractores. Está claramente establecido que las clases medias van a ser afectadas. El gobierno ahora tiene que cerrar de una vez el debate. Los beneficios que tu puedes tener por el mejoramiento del proyecto empiezan a no ser suficientemente importantes frente al costo que significa la prolongación del debate. Hay una cantidad de gente que está esperando a ver qué pasa. Y en un contexto de desaceleración de la economía eso es un problema. Lagos Weber está en la línea de buscar algunos arreglos. Pero la reforma educacional y tributaria son totalmente distintas. En la tributaria está muy establecido que se requieren 8 mil millones de dólares para solucionar problemas. Eso está ganado. En educación lo que estaba ganado era el fin del lucro, pero esta forma de implementación hace que los acuerdos aparezcan mucho más precarios.
¿En este escenario tan crispado es posible avanzar hacia una reforma constitucional?
Se está generando un sentido común que no comparto de decir: “¡Mira! tiene ocho frentes abiertos: las reforma tributaria y de educacion; el Código de Aguas, el aborto…”. Se va a complicar que se aborde la nueva constitución. Habría sido mucho más interesante haber discutido todo este año sobre eso. Va a pasar una cosa que es bien jodida: que la constitución está funcionando y, frente a las reformas, la derecha ya te está diciendo “nos vemos en el Tribunal Constitucional”. El gobierno puede terminar constatando que la Constitución funciona para impedir una reforma. ¡Está hecha para eso! . Podemos llegar a que la discusión constitucional se plantee en un marco de crisis porque se te cayó la renta atribuida, porque te van a decir que se está atentando contra la libertad de enseñanza… Una posibilidad es que esta cuestión se manche y el gobierno la saque de su agenda. Hay mucha gente que está empujando en esa dirección.
¿Habrá piso para esa vía considerando los costos sociales que tiene y que la Presidenta ha puesto encima su programa muchas veces?
Ya hay declaraciones de muchos de los conservadores que dicen que hay muchas cosas encima. ¡Ya no hablan de nueva constitución!. Se va a tratar de decir que la reforma al binominal era el cambio a la Constitución. Creo que habrá una tendencia fuerte a decir que no podemos recargar más la agenda.
¿La DC va salir a decir eso?
Lo va a decir la DC, lo va a decir Camilo Escalona, Enrique Correa, muchos…Y me preocupa cuál puede ser la reacción del otro lado frente a eso…
¿No hay un acto de fe de que la Presidenta va a mantenerse firme hasta el final?
No sé, tengo mis dudas…La reforma tributaria tiene problemas, la reforma educacional también … Si este año se hubiese hecho un plebiscito por la reforma a la Constitución un 70% habría votado a favor. Pero después habrá más desgaste, un severo desgaste…
¿Si se botan los cambios a la Constitución habrá una severa crisis con los movimientos sociales?
Si claro. Estamos llegando muy tempranamente a un momento de decisiones.Una opción es que la DC logre imponer sus vetos. O que la presidenta diga: “¿saben que más? A mi me eligieron para otra cosa y me voy a ir con una nueva Constitución.
El PRO y la Nueva Mayoría
Esta semana José Miguel Insulza dijo que cree necesario sumar al sector de Marco Enríquez Ominami. ¿El Pro se va a adherir a esta Nueva Mayoría para empujar el cambio constitucional?
Eso es una simplificación. No vamos a entrar a la Nueva Mayoría para pelear con el Nacho Walker. Nosotros queremos ser impulsores de la reforma, ayudar a la Presidenta a que cumpla su programa. No andamos buscando cargos de gobierno. Nos interesa que se avance en la construcción de una Nueva Mayoría, que es un proceso distinto al acuerdo electoral que derivó en esta coalición. No estamos por ser el octavo partido de la coalición.
¿No es el momento?
Porque no es la configuración. Estamos para otra cosa en donde el gobierno establezca una alianza estratégica con el movimiento social que busque acumular fuerza más allá de las fuerzas partidarias, que busque una convocatoria a participar de las causas justas. Y dentro de eso ser parte. Lo que si podríamos hacer es tener un acuerdo de cara a las municipales, por ejemplo, que inauguremos un sistema de primarias para todos los cargos.
¿Ha habido acercamiento formales?
Hay una discusión que está instalada y que me parece interesante. Pero me preocupa la idea de reducir esto entrar a la coalición, eso es simplificar. Yo entiendo que la DC se oponga a eso. Ahora se están oponiendo a algo que no tiene sentido, porque tampoco estamos en esa.
A la DC tampoco le parece que se instale la idea de que Marco es una carta presidencial fuerte…
Tienen que ver los números y decir cuál es la figura democratacristiana. La encuesta Cadem está ahí y muestra primero a Marco, después a Andrés Velasco, después a Lagos Weber y abajo a la Carola Tohá. Tengo la sensación de que la realidad política del país no va a cambiar sustancialmente dentro de lo próximos años.
“Bulnes de política y de democracia no sabe nada”
Carlos Ominami fue llamado por el gobierno a integrar un comité asesor de cara a la demanda marítima que interpuso Bolivia ante el tribunal de La Haya. Su nominación no cayó bien en algunos sectores de la Nueva Mayoría. Particularmente el diputado PPD Jorge Tarud manifestó su rechazo a la idea argumentando que el presidente ejecutivo de Chile 21 ha manifestado en diversas oportunidades una postura favorable a encontrar acuerdo con Bolivia por una salida al mar.
El ex parlamentario defiende su derecho a estar en la instancia pues su opinión representa a una parte de la sociedad. Pese a ello reconoce que hasta ahora no ha habido oportunidad de expresar su punto de vista pues la comisión asesora solo se reunió una vez cuando estaba fuera de Chile. Ominami tiene una opinión crítica de la gestión que está llevando a cabo el agente Felipe Bulnes, que fue nombrado por Sebastián Piñera y recientemente ratificado por Bachelet. Argumenta que se trata de una señal de continuidad de la política exterior que Piñera levantó con Bolivia, que estuvo lejos de buscar un mejor entendimiento.
¿Qué opinión tiene sobre la forma en que se ha manejado el conflicto con Bolivia?
Soy crítico de Bolivia y de Chile. Creo que hay un fracaso de la política y de la diplomacia.
¿Es partidario de impugnar el tribunal de La Haya?
Es una decisión técnica que se la dejo a los juristas. Solo digo: ¡Tengan cuidado de no partir derrotados!. Tengo el convencimiento de que la Corte trata de establecer una interpretación amplia de su jurisdicción y, por tanto, un cuestionamiento a la jurisdicción del tribunal podría ser partícipe de una derrota para Chile, porque hay una probabilidad relativamente alta de que los jueces digan “somos competentes porque la demanda boliviana no afecta directamente con el tratado de 1904”. O que dijeran otra cosa como “este es un tema que vamos a ver, pero tenemos que discutir sobre le fondo de las cosas …” con lo cual Chile también tendría una cierta derrota. No me parece que ese sea el tema fundamental. Hago confianza en lo que el gobierno pueda hacer…
El agente Felipe Bulnes hace unas semanas llamó a evitar las opiniones sobre la competencia del tribunal, ¿está de acuerdo con ese llamado?
Creo que Bulnes es un estupendo abogado. Pero de política simplemente no sabe nada y -lo que más me complica- es que tampoco sabe de democracia. Uno puede o no estar de acuerdo con la opiniones que se emitan, pero este es un tema de interés nacional y es totalmente legítimo opinar. La decisión final está reservada a la Presidenta, pero hay un debate completamente legítimo. Sus dichos revelan un error de concepto, de pensar que hay temas que se pueden sustraer del debate. Es insólita como declaración.
Desde el gobierno no se le quitó el piso a las declaraciones de Bulnes, ¿qué interpreta de eso? ¿El gobierno está en la misma línea?
No, no se le quitó…Es muy importante que la Presidenta tome una decisión sabiendo cuáles son las posiciones de cada cual. Tengo la sensación de que Bulnes tiene una concepción super autoritaria de la política o es una persona muy inexperta como para haber dicho “no discutan de esto”. Yo entendí la mantención de Bulnes como una forma de darle continuidad a lo que se inició en el gobierno de Piñera.
Es lo hizo Piñera con Van Klaveren…
Pero no es simétrico, porque más allá de las cualidades de Bulnes, la política de Piñera con Bolivia fue un fracaso. Y, en ese sentido, la nominación de Bulnes yo creo que la Cancillería no evaluó lo suficiente que era una señal de continuidad de una política de alta virulencia con Bolivia.
Si bien es cierto la relación con Bolivia se deterioró durante el gobierno de Piñera, con Bachelet las cosas no han mejorado…
No ha mejorado, es cierto. Creo que la decisión de seguir con Bulnes no es como decirle a Bolivia “mira empecemos de nuevo…volvamos a los 13 puntos…” No, no hubo de eso. Se interpreta como que Bolivia tomó una decisión poco amistosa y nos vamos en la dura. Yo en eso le pido a la Cancillería – y se lo he dicho a Heraldo- que mantengamos una política de cuerdas separadas como lo hicimos con Perú…
Pero, ¿cómo es posible encapsular la demanda en La Haya con un gobierno como el de Evo Morales? En el caso de Perú, en cambio, si hubo interés por encapsular el conflicto para mantener sanas las relaciones en los otros ámbitos…
Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo… habrá que ver. Realmente partimos muy de abajo. He tenido la oportunidad de hablar con gente del gobierno boliviano, algo le pude decir al presidente Evo también de que ni no encapsulados esto vamos a perder el tiempo y vamos a estar cinco años con una relación congelada.
¿Cree que el gobierno chileno debiera dar una primera señal?
Es claro que en esta controversia Chile es la parte más fuerte. Y creo que la parte más fuerte tiene que tener una actitud más generosa y Chile no la ha tenido. Esa es mi crítica histórica por eso no comparto la política de la cancillería. Sigo pensando que podríamos habernos ahorrado el pleito en La Haya con Perú.
¿Se puede perder el juicio en La Haya?
Esa posibilidad existe. Yo le escuché a María Luisa Infante decir que el juicio de Perú era carrera corrida. Y mira como terminamos…