DDHH: Poder Judicial indaga remoción de osamentas en recinto militar
Preguntado si "es efectivo que personal del Ejército removió osamentas a fines de 2013 al interior de la BOE y las condujo a un lugar hasta ahora desconocido", el jefe del Departamento Comunicacional del Ejército, coronel Cristóbal de la Cerda, respondió que "eso no es efectivo".
El juez Miguel Vásquez, con dedicación exclusiva a crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, investiga en secreto una denuncia que afecta al Ejército, por un desentierro de osamentas humanas que habrían sido hechas desaparecer recientemente, en diciembre de 2013.
Así revelaron fuentes del caso, que precisaron que desde marzo pasado el magistrado de la Corte de Apelaciones de Santiago, ha interrogado a varias personas y ya ha fijado algunos sitios para iniciar peritajes en terreno.
Se trata de un predio que alberga a la Brigada de Operaciones Especiales del Ejército (BOE), anteriormente llamado Fuerte Arteaga, situado en la localidad rural de Peldehue, en el municipio de Colina.
Los primeros peritajes, antes de iniciar excavaciones, tienen por objeto verificar si efectivamente en el lugar hubo remoción de tierras, como indica la denuncia.
De comprobarse los movimientos de tierra, se iniciarán las excavaciones para confirmar si del presunto desentierro hubiesen quedado piezas óseas que podrían servir para la identificación de los restos, data de muerte y otros detalles.
Preguntado si “es efectivo que personal del Ejército removió osamentas a fines de 2013 al interior de la BOE y las condujo a un lugar hasta ahora desconocido”, el jefe del Departamento Comunicacional del Ejército, coronel Cristóbal de la Cerda, respondió que “eso no es efectivo”.
A la consulta “si es efectivo que trabajadores de una empresa constructora encontraron osamentas al realizar trabajos de remodelación y quién habría trasladado aquellas a un lugar desconocido”, el coronel De la Cerda contestó que el Ejército “no puede referirse a ello pues se encuentra en el ámbito de una investigación judicial”.
Según las fuentes, de acuerdo con declaraciones judiciales de testigos, las osamentas “habrían sido encontradas por personal de una empresa constructora” ya identificada que realizaba trabajos al interior de la BOE”.
Los testimonios indican que las osamentas aparecieron “al momento de destruir una loza”. El juez Vásquez ordenó examinar el terreno en los lugares fijados, para lo cual pidió la colaboración del Programa de Derechos Humanos del Ministerio de Interior.
En marzo de 2001, en el mismo terreno, fue encontrado el cuerpo del militante comunista Juan Luis Rivera Matus; antes, en 1995, habían sido hallados los cuerpos de Ricardo Weibel Navarrete, Ignacio González Espinoza y David Urrutia Galaz.