El animal más triste del mundo o cómo el oso Arturo se transformó en símbolo de la liberación animal
medio británico detalla como el polar vive confinado en un refugio de cemento, con temperaturas de hasta 40 grados y una piscina de agua de solo 50 centímetros de profundidad, además se balance de un lado a oro, mostrando los dientes, se arrastra por el suelo y aveces deja de responder.
El ya conocido caso de oso polar mendocino Arturo, quien lleva 20 años en el zoo de esta ciudad, fue abordado por el diario británico Daily Mail, medio que detalla como su comportamiento sufrió un vuelco hace dos años tras la muerte de su compañera Pelusa.
Desde entonces, el oso, que corresponde al último de su especie en cautiverio en suelo trasandino, muestra un comportamiento anormal, que podría estar relacionado con algún trastorno mental o un estado de “depresión”.
Destacan como Arturo ya es conocido como el animal más triste del mundo, al tiempo que se detalla que el polar debe sobrevivir confinado en un refugio de cemento, con temperaturas de hasta 40 grados centígrados y una piscina de agua de solo 50 centímetros de profundidad. Su comportamiento además es errático: se balancea de lado a lado, muestra los dientes a la menor provocación y en ocasiones, se deja caer y no responde para levantarse.
Algunos activistas por los derechos de los animales han pedido que se le traslade a mejores instalaciones y algunos famosos, como la cantante Cher, ya se han quejado a través de Twitter por el trato que se le ha dispensado al animal, llegando incluso a interpelar a la mandataria argentina.
Es así como a principios de este año- en pleno verano- se intentó llevar al oso hasta el zoo de Winnipeg, Canadá, pero el equipo médico del zoo mendocino y su director, Gustavo Pronotto, desaconsejaron moverlo y someterlo a un viaje de dos días para “evitar un gran error”.
“No es posible siquiera anestesiar al animal para que realice un viaje, ya que esto provocaría su muerte debido a su avanzada edad”, planteabe Pronotto.
Mientras tanto, una campaña de la ONG ambientalista, Greenpeace, ya ha reunido más de 165.000 firmas en una campaña para llevar a Arturo a Canadá.
Arturo pesa más de 408 kilos y ya tiene 29 años de edad. Destaca como la atracción más importante de zoo mendocino.