Japón: Arrojarán al mar más agua con baja radiactividad procedente de Fukushima
La eléctrica Tepco señaló que el agua será tratada para retirar la mayor parte de los isótopos radiactivos antes de ser vertida al océano Pacífico frente a la central.
Tepco, la operadora de la central nuclear japonesa de Fukushima extraerá agua radiactiva de pozos de drenaje de la planta que después será parcialmente descontaminada y arrojada al mar para evitar que el líquido continúe anegando las instalaciones.
Tal como detalló la firma, el agua será tratada para retirar la mayor parte de los isótopos radiactivos antes de ser vertida al océano Pacífico frente a la central.
Actualmente, la eléctrica Tokyo Electric Power ya realiza un proceso similar con el cual desvía líquido de los acuíferos subterráneos y lo desecha al mar tras tratarlo y confirmar que su toxicidad es baja.
Ambos sistemas buscan reducir a la mitad las 400 toneladas de agua que cada día penetran en los edificios de los reactores, donde se mezclan con sustancias radiactivas y van después a parar al mar a través de tuberías y canales por el rebalsamiento de las instalaciones.
Controlar el volumen de agua contaminada que anega la central y va después a parar al mar es uno de los principales desafíos para los miles de operarios que trabajan en la planta golpeada por el terremoto y tsunami de 2011.
Tepco explicó además el plan a los pescadores de la región y está pendiente ahora de obtener su visto bueno.
Por el momento, la eléctrica está construyendo un nuevo sistema adicional de tratamiento de agua radiactiva que servirá para descontaminar parcialmente el líquido procedente de 42 pozos de drenaje que espera tener listo en septiembre.
Para el próximo mes también espera haber terminado un muro en la franja costera de la planta para limitar el flujo de agua contaminada hacia los muelles.
A estos dispositivos hay que unir el muro de hielo subterráneo que está intentando levantar desde junio alrededor de los edificios de los reactores para contener la penetración de aguas naturales en los sótanos, aunque hasta ahora los ingenieros no han logrado congelar con éxito el subsuelo ni el agua de pozos colindantes.
El terremoto de 9 grados Richter y el posterior tsunami del 11 de marzo de 2011 provocaron en la central el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones y vertidos resultantes aún mantienen evacuadas a miles de personas que vivían en torno a la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.