La increíble historia de la niña perdida en un bosque siberiano y salvada por su perro
El 29 de julio último, Karina y su abuela estaban en su casa de Olom, un poblado de apenas ocho viviendas en Siberia, y de pronto la pequeñita desapareció. La pequeña sobrevivió en el bosque comiendo frutos y bebiendo de los charcos. Fue su perro el que finalmente la dejó por unas horas para ir en busca de ayuda.
Karina tiene 4 años y, como toda niña de su edad, juega a las muñecas. Además tiene un perro, con el que son inseparables. Vive con su mamá y su papá, pero cuando ellos no pueden cuidarla se queda con su abuela.
El 29 de julio último, abuela y nieta estaban en su casa de Olom, un poblado de apenas ocho viviendas en Siberia, y de pronto la pequeñita desapareció. Se armó un inmenso operativo para hallarla, pero nada se supo de ella en 12 días, informa Clarín.
Sin embargo, Karina logró sobrevivir en un bosque comiendo frutos y bebiendo de los charcos. Fue su perro el que finalmente la dejó por unas horas para ir en busca de ayuda. Los socorristas siguieron las huellas del animal y lograron encontrarla.
Según los medios rusos que reproduce la agencia ANSA, Karina Chiticova desapareció cuando su abuela se quedó dormida. Al principio, ni ésta ni la madre de la chica se inquietaron porque pensaban que el padre había pasado a buscarla desde un pueblo vecino, donde trabaja como guardia forestal.
Recién el 2 de agosto, cuando los dos padres se encontraron, la madre supo que su marido no había ido a buscarla. Entonces corrió a la comisaría a denunciar la desaparición de su hija. Participaron en la búsqueda policías, miembros de la Protección Civil, habitantes del pueblo y hasta agentes de las tropas especiales, bien armados por temor a los ataques de osos o lobos. La zona por rastrear era amplia, y sobre todo ocupada en gran parte por un bosque denso, por tramos impenetrable. Usaron helicópteros y también drones.
Después de tantos días de búsqueda sin éxito, los socorristas temían lo peor, porque además del hambre, la sed y los animales salvajes, el clima por las noches amenazaba a Karina con temperaturas bajo cero.
El final feliz: el perro volvió al pueblo y pudo orientar a los socorristas. La niña apareció a 6 kilómetros de su casa, en estado de desnutrición pero sana. Si bien está internada en un hospital, aseguraron que su vida no corre peligro.