Financiamiento electoral: La propuesta de Jackson y Mirosevic que complica al Congreso
En privado muchos diputados que votaron a favor -sólo la UDI manifestó su rechazo- reconocieron que no están de acuerdo con ellas y que su voto aprobatorio se debió a no "quedar mal" ante la ciudadanía.
La aprobación a la reforma del sistema binominal en la Cámara de Diputados incluyó un punto que despierta la preocupación de parlamentarios de todos los sectores, pese que a obtuvo los votos necesarios para ser discutido en el Senado.
Estas son las indicaciones que ingresaron los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Vlado Mirosevic (Partido Liberal) que buscan cambiar de manera contundente el actual sistema de financiamiento electoral y la forma en que los privados “aportan” a las campañas políticas.
Jackson y Mirosevic lograron juntar las 30 firmas para reponer y luego aprobar las indicaciones de prohibir las donaciones de las empresas y eliminar la figura de “aportes reservados”. Ambas habían sido rechazadas en la Comisión de Constitución.
Según publicó La Tercera, en privado muchos diputados que votaron a favor -sólo la UDI manifestó su rechazo- reconocieron que no están de acuerdo con ellas y que su voto aprobatorio se debió a no “quedar mal” ante la ciudadanía.
Uno de los temas que preocupa es que se reedite la vieja práctica del “maletín”, como se conoce comúnmente a los aportes en efectivo que solían realizarse “por abajo” en las campañas.
La reforma en su conjunto ahora se deberá tramitar en el Senado, donde muchos acusaron su molestia porque la Cámara les “tiró la pelota” eludiendo una discusión pública para no pagar costos políticos. De sortear esa instancia, incluso se espera que la UDI recurra al Tribunal Constitucional para impugnarlas.
Ante ello, el presidente de la Comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe (PPD), dijo que si bien es necesario aumentar la transparencia en el financiamiento de campañas, en esta discusión “no cabe tener posiciones para la galería y hay que cautelar que no se generen incentivos perversos -como en el pasado- para el uso de maletines o asesorías falsas o se abra la puerta a dineros que no estén sujetos a fiscalización”.